En esta pasada semana, muchos me han preguntado mi opinión sobre la reciente incorporación de nuevas palabras en el ‘Diccionario de la lengua española’, entre ellas… ‘perreo’.

Las preguntas suelen venir acompañadas de comentarios como “La RAE se ha vuelto loca” o “¿Cómo es posible que admitan una palabra como esta que se refiere a un baile tan vulgar y chabacano?”, entre muchos otros.

Así que hoy voy a compartir con todos mi opinión al respecto, la cual se resume en una palabra corta y sencilla: ¡Excelente!

En primer lugar, qué bueno que palabras que nacieron en nuestro suelo sean reconocidas por la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), compuesta por 23 representantes de países de América, España, Filipinas y Guinea Ecuatorial. De las 4,381 novedades que incorpora el diccionario, se sumaron palabras nuestras, como ‘jurutungo’ y… ‘perreo’.

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El ‘jurutungo’ se define como un “lugar lejano”. Pienso que debieron añadir la frase ‘jurutungo viejo’, que comunica un lugar todavía más alejado del simple ‘jurutungo’. Pero, bueno, siempre se podrá añadir en algún futuro.

Pero vamos a atender la palabra que tanto parece mortificar la sensibilidad de algunos: ‘perreo’.

En primer lugar, me parece que la definición que da el diccionario es casi un poema: “Baile que se ejecuta generalmente al ritmo de reguetón, con eróticos movimientos de caderas, y en el que, cuando se baila por parejas, el hombre se coloca habitualmente detrás de la mujer con los cuerpos muy juntos”. Más claro, imposible.

Los detractores de esta palabra alegan que el baile en referencia es inmoral y denigrante. Puedo entender esa opinión, pero no se trata de esto. La Real Academia Española no es un ente fiscalizador que pasa juicio sobre la moralidad o no de las conductas humanas representadas en las palabras que admite en su diccionario.

El Diccionario de la lengua española tiene como propósito fundamental documentar la manera en que hablan los hispanoparlantes. Punto. Es un mero espejo que refleja la manera en que un grupo considerable de personas se expresan.

Así que la RAE no hace diferencia entre incluir el baile del ‘vals’, el ‘foxtrot’, el ‘merengue’, el ‘pasodoble’ o, a partir de ahora, el ‘perreo’.

Ahora bien, es importante entender cómo la RAE incorpora palabras en su diccionario. No es un proceso ambiguo, ni hecho a la ligera, sino todo lo contrario: es el resultado de un proceso largo y riguroso.

Lo primero que debes saber es que cada uno de nosotros tenemos el poder de sugerir a la RAE la incorporación de una palabra en el diccionario. Los hispanohablantes somos los dueños y custodios de nuestro idioma, porque es parte de nuestra cultura y de nuestro ser. Solo basta con entrar a la Unidad Interactiva del Diccionario (UID) en Internet y proponer una palabra. Hay que tener claro, sin embargo, que solo puedes recomendar términos existentes cuyo uso está generalizado y que puedan ser argumentados y documentados en textos publicados (periódicos, libros, etc.). No se consideran palabras inventadas.

La UID acusa recibo de tu propuesta y comienza un largo proceso de estudio, análisis y evaluación, pasando por diversos comités que finalmente determinan si, en efecto, la palabra tiene un uso amplio y permanente que justifique su incorporación en el diccionario. Este proceso puede tomar años.

No todos los puertorriqueñismos están reconocidos en el Diccionario de la lengua española. Sin embargo, tenemos nuestro Tesoro lexicográfico del español de Puerto Rico, al que puedes acceder en www.tesoro.pr, y que contiene sobre 28,000 palabras y expresiones nuestras incluyendo, por qué no, nuestro famoso ‘perreo’…

¡Que se sigan sumando!