Cuando se abre el corazón
Así mismo como podemos ignorar u obviar emociones adversas, es posible que como costumbre también dejemos pasar las que nos colman de felicidad.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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“Abre tu corazón”. Así decía el maestro de yoga mientras nos enseñaba la postura del pez al grupo de ciento diez personas que de todo el mundo llegamos allí para buscar respuestas y evolución, a través de la formación en la disciplina milenaria.
Inmediatamente solté un sollozo sin aparente razón, pero que al salir dejó mi pecho tan liviano que podía respirar mejor. Quién sabe hace cuánto y qué había guardado en ese espacio conocido también como el chakra o área del amor, seguridad y confianza. Si algo tengo claro, es que nuestras emociones tienen poder en nuestro cuerpo físico si no las atendemos. Los dolores de espalda, de cabeza, de estómago y cuello podrían en principio avisar sobre alguna o varias emociones no atendidas.
Sin embargo, así mismo como podemos ignorar u obviar emociones adversas, es posible que como costumbre también dejemos pasar las que nos colman de felicidad, nos acercan a la plenitud o nos dejan palpar el amor de la forma más real.
Así me pasó después de 30 días de entrenamiento, de clases de yoga, de filosofía, de meditación, y un horario tan riguroso que nos enseñó también a valorar el tiempo. Al despedirme de mis amigos de la cocina, donde como karma yoga estuve cortando vegetales para todas las comidas, volví a sentir en mi pecho esa necesidad de soltar, dejé salir en lágrimas lo que sentía, mientras me preguntaba qué me pasaba si estaba tan feliz. “Se está abriendo tu corazón”, me dijo el cocinero, que con tanta experiencia en la organización podía leer a las personas sin mucho esfuerzo. Desde ese día puedo identificar esos momentos, únicos, que no se van a olvidar, que sacan lágrimas de alegría y que, sin duda alguna, me siguen abriendo el corazón.
En estos días viví uno. Entre el humo del incienso y rezos que cargaban bellas intenciones, me conmovió poder compartir ese momento con quien me recordó en silencio abrir mi corazón, como supongo que también se lo ha recordado a sí mismo. Entonces, otra vez, se manifestó la emoción, el agua que desde el pecho seguía saliendo me corría por la cara y el cuello con sutileza, como una caricia. En esta ocasión sentí por segundos el abrazo del amor, que sin obstáculos estaba fuera y dentro de mí y que surgió únicamente desde el agradecimiento de estar allí, de sentirme presente, de usar el tiempo conscientemente y de valorar mi alrededor y todo lo que me está sucediendo.
Son tantas las oportunidades diarias que nos presentan para agradecer. Me pregunto cómo nos sentiríamos si nos detuviéramos a cada instante a simplemente agradecer lo que en ese momento, vemos, escuchamos, sentimos, percibimos, tenemos o vivimos. Y si agradecemos el agua con la que nos bañamos. Las sonrisas que nos regalan en el día. Las personas que nos acompañan en el camino. Las conversaciones. Las confusiones. Los instantes incómodos y los que nos dan risa. El cielo, el mar, la mente, el cuerpo. La presencia activa de Dios en nuestras vidas. ¿Y si empezamos a darle cada vez más valor a todo con lo que se nos bendice momento a momento? Estoy clara de que a todos se nos abriría el corazón y con el corazón abierto, regresamos a nuestra verdad. ¡inténtalo!
Sugerencias:
Medita con regularidad.
Mantente en el presente.
Respira profundo con la intención de abrir el corazón.
Busca confianza y seguridad a través de caminos espirituales.
Valora tu día momento a momento.
Desarrolla y sigue tu intuición.
Honra la voz de la conciencia que siempre está para guiarnos.
Transforma los hábitos o actitudes que traen conflictos.
Busca ayuda de ser necesario.
Da #lomejordetipr
Táyna Rivera Llavona, es Life Coach certificada (CPC) (CRC) (CBEC), maestra de Yoga denominada “Yoga Siromani” en el 2004, en Sivananda Centre en Quebec. Es autora puertorriqueña de las novelas de ficción inspiradora, "14 días de Marisol", "SIETE: Una historia para tu alma" y su más reciente publicación de autoayuda bajo el sello Publicaciones Gaviota, "Hacia la Victoria". Ofrece talleres, programa de bienestar corporativo y servicios de coaching a empresas, corporaciones y grupos privados. Atiende individualmente en su oficina en Guaynabo, vía internet o telefónicamente a clientes dentro y fuera de Puerto Rico. #lomejordeti
Lo mejor de ti con Táyna
Columna de autoconocimiento y evolución personal.