Vivir momentos que traen incertidumbre, pueden traer falta de seguridad, de confianza y de certeza. Si no andamos atentos, es en momentos como estos donde el miedo se asoma, y si lo permitimos, paralizarnos sin tomar una decisión.

Las decisiones son lo que nos lleva a cada momento hacia lo próximo, sin duda, vamos creando nuestra vida dirigidos por cada decisión tomada.

Disfrutar del proceso resulta más natural y, de hecho, beneficioso para la salud emocional y mental, en vez de actuar solo por un resultado. En el camino es donde aprendemos, expandimos nuestra mente y conciencia, podemos conocer personas, crear experiencias, y celebrar cada pequeño o gran logro por cada paso que con voluntad damos. Si generamos emociones positivas como la curiosidad y la calma, con entusiasmo e inocencia, es más placentero trabajar por nuestros sueños y metas, soltando las expectativas del resultado.

Como antídoto a nuestra preocupación ante la incertidumbre pongámonos en acción. Colaboremos con nosotros mismos en el caminar, arreglando detalles, buscando herramientas que nos favorezcan, escuchando la intuición, aportando bien en la vida de otros, manteniendo la mente flexible ante los cambios.

El tiempo pasará y cuando miramos atrás podremos decir, “Tomé decisiones y dejé el miedo a un lado”.

Sugerencias:

1. Asegúrate de que lo que vas a emprender realmente te apasiona.

2. Cuida los detalles mientras disfrutas el proceso.

3. Busca colaboración.

4. Sé honesto contigo mismo.

5. Atiende tu salud física, emocional y mental.

6. Elige pensamientos y conversaciones que te ofrezcan emociones saludables.