La autoestima es la autovaloración que tiene una persona sobre ella misma. Algunos de los mitos que hemos aprendido y que no nos ayudan a mantenerla potenciada son: pensar que nuestra autoestima tiene que ver con lo que piensan los demás, con la apariencia física, o que se trata de lo que proyectamos ante los demás. Los clientes jóvenes con los que trabajo no tienen claro lo que es la autoestima, cómo revisarla y qué hacer para que esté saludable.

Para entender nuestra autovaloración debemos reconocer cómo nos sentimos con nosotros mismos en cada área importante de nuestra vida, como: la salud, salud mental, trabajo, relaciones interpersonales o familiares, vida social y evolución personal.

Relacionadas

Ciertamente en nuestro paso por la vida, los desafíos son parte del plan. Si nos atendemos a nosotros mismos con dedicación aplicando mecanismos que nos ayuden, será más efectiva la experiencia de vivirlos y aprender de ellos.

Ahora, mientras estamos experimentando una situación incómoda, preocupante, o que nos produce ansiedad, nuestra autoestima se puede ver afectada. Hay eventos que nos hacen sentir gran malestar -que a veces se prolonga- que nos revuelcan las emociones, y en ocasiones nos detienen.

Evitar que la autoestima se vea afectada, implica atenderla, en el área de trabajo, relaciones interpersonales, y nuestra salud. Para potenciar y medir nuestra autoestima es necesario incluir los siguientes aspectos:

- Cognitivo- ¿Qué pienso sobre mi? Esto incluye creencias sobre mi e ideas.

- Afectivo - ¿Qué siento sobre mi? Emociones.

- Conductual - ¿Qué hago? Mis acciones.

Estos tres aspectos deben de estar en coherencia saludable, y querrá decir que tenemos la autoestima en orden dentro del área de nuestra vida que estemos revisando. De lo contrario, habrá coherencia débil o incoherencia, entonces hay que hacer un trabajo para revisar en dónde hay que mejorar; si en el pensar, el sentir o el hacer.

Hay personas que se les hace tremendamente difícil reconocer los errores, sobre todo en la forma de pensar o patrones mentales que no son saludables. Los pensamientos y las creencias que tenemos arraigados desde hace mucho tiempo pueden parecer hechos o reales, aunque sean opiniones.

Les comparto algunos patrones que al reconocerlos y atenderlos podremos evitar debilitar la autoestima en cualquier circunstancia que parezca negativa o de gran reto. ¡Háblalo con tus hijos!

Patrones de pensamiento que debilitan la autoestima:

-Todo o nada- Cuando se ven las cosas como totalmente buenas o totalmente malas. Como cuando algo nos sale como no planificamos y nos sentimos automáticamente como un “fracaso.”

-Filtros mentales- Cuando solo de enfoca en lo negativo y se estanca en eso. Esto distorsiona la visión que se tiene de una persona o una situación.

-Transformar lo positivo a negativo- Rechazar los logros pasados, presentes y otras experiencias positivas, u olvidarlas como si no fueran importantes.

-Hacer conclusiones precipitadas y negativas – Cuando se llega a conclusiones negativas con poca o ninguna evidencia.

-Diálogo interno negativo. Cuando uno se subestima, se menosprecia, se maltrata o se burla de sus propias limitaciones u errores.