Es conveniente crearnos metas diarias. Al llevarlas a cabo estamos aumentando la confianza propia y potenciando el sentimiento de logro, que sirve saludablemente a nuestra autoestima además de ser uno de los pilares de bienestar. Cuando despertamos en las mañanas, aunque no estemos conscientes de todas, siempre tenemos metas para cumplir en el día. Algunas son más fáciles por tratarse de una rutina, otras pueden ser más a largo plazo o requieren más tiempo y esfuerzo.

Pensemos en metas de dos maneras, tangibles e intangibles.

Las metas tangibles son las que traen resultados físicos como, por ejemplo, trabajar o cuidar el cuerpo hasta llegar a un peso o transformación específica, pintar la casa en un tiempo determinado o aumentar ingresos mensuales.

Las intangibles son las relacionadas a nuestras emociones, pensamientos y nuestro crecimiento personal, que al trabajarlas definitivamente nos traerán resultados tangibles también. Por ejemplo, confiar más en las personas, manejar mis emociones saludablemente o atender más de cerca el pensamiento.

Ambas son importantes y están interrelacionadas porque mientras más crecemos como persona más metas tangibles podemos manifestar. Recordemos también que tener una meta no es un sueño, es establecernos algo a lo que sabemos que le vamos a dar el tiempo, el enfoque y quehacer necesario para lograrlo.

Hay tres pasos que nos darán claridad y empuje si lo practicamos diariamente:

Compromiso - El compromiso debe ser con nosotros mismos, debe estar muy clara la meta y que podamos continuar, así lleguen obstáculos para distraernos o hacer más fuerte la intención.

Convicción - La convicción hay que alimentarla a diario con pensamientos positivos. Creer en lo que estamos emprendiendo y tener gran certeza de las emociones que nos produce pensar que lo hemos logrado.

Consistencia - Consistencia para ser estables y coherentes en el proceso, alineando nuestras acciones con la meta.

Seamos compasivos y pacientes con nosotros mismos en el día a día, es mejor enfocarnos en las oportunidades que en los obstáculos. La primera oportunidad que nos dan está al despertarnos cada mañana.

¡Inténtalo!