“Para hablar de cáncer colorrectal, primero hay que hablar del cáncer que, en palabras sencillas, es una enfermedad en la cual las células del cuerpo comienzan a multiplicarse sin control”, advirtió el doctor Carlos Laboy Olivieri, gastroenterólogo en el Hospital Metropolitano Dr. Susoni (afiliado a la red de hospitales de Metro Pavia Health System), en Arecibo, quien agregó que, cuando hablamos de cáncer colorrectal, hablamos de un cáncer que se origina en el colon o en el recto.

“Se conoce como cáncer colorrectal o también se puede identificar, dependiendo de si es en el colon, como cáncer de colon; o de si es en el recto, como cáncer de recto, pero, muchas veces, se le llama simplemente cáncer de colon”, aclaró el especialista, al describir que el colon es la porción del intestino grueso y el recto es el canal que conecta el colon con el ano.

En Puerto Rico, el cáncer de colon es el segundo tipo de cáncer más común tanto en hombres como en mujeres, y su incidencia aumenta con la edad, convirtiéndose en la tercera causa de muerte por cáncer en los hombres y en la segunda en las mujeres. Por lo general, afecta a personas mayores de 50 años.

Según comentó el galeno, si bien hay un componente genético que incide en el desarrollo del cáncer colorrectal, existen ciertas condiciones inflamatorias que pueden predisponer a las personas a un mayor riesgo de desarrollarlo, como ocurre con la enfermedad de Crohn o la colititis ulcerativa. Del mismo modo afecta un historial familiar de cáncer de colon o de pólipos, así como de algunas condiciones genéticas que incrementan el riesgo de la enfermedad en algunos individuos.

Aunque estos son elementos que no se pueden controlar, el doctor Laboy Olivieri resaltó que existen otra serie de factores que pueden aumentar el riesgo de los individuos de desarrollar cáncer de colon que, más bien, tienen que ver con los estilos de vida. Entre estos: la inactividad física, una ingesta baja en fibras y alta en grasas y alimentos procesados; el sobrepeso, la obesidad, el consumo de alcohol y fumar.

“Estas tienen que ver con el estilo de vida y se pueden modificar para disminuir esa parte del riesgo de contraer cáncer colorrectal”, aseveró.

Al destacar que, aunque es difícil determinar cuáles de todos estos elementos aumentan la incidencia de cáncer colorrectal en la isla y que la mayoría de los casos de cáncer de colon no son de origen genético, comentó que en Puerto Rico se ha visto una diferencia marcada en el riesgo de contraer cáncer de colon si se compara con el riesgo de personas de raza blanca en Estados Unidos, lo que llevó a la Sociedad Americana de Gastroenterología a ajustar las guías de cernimiento para nuestra población.

“Ejemplo de eso, es que, en Puerto Rico, se recomienda un examen de cernimiento a los 45 años, a diferencia de Estados Unidos, que sería a los 50. Por ello, toda persona afroamericana o hispana ya debe comenzar un proceso de cernimiento de cáncer colorrectal”, resaltó el médico, al destacar que se realizan estudios para identificar algunos de los factores que juegan un papel en el desarrollo del cáncer de colon entre los residentes de la isla.

“Definitivamente, debe haber algo en el ambiente, aunque no tenemos eso completamente claro, pero lo otro es la epidemia de obesidad que tenemos, la cual juega un papel importantísimo”, sentenció el galeno, al enfatizar que estos aspectos se deben estudiar más. De otra parte, aunque todavía no hay hallazgos contundentes, también se ha podido observar una tendencia a una predisposición genética a desarrollar cáncer de colon a una edad más temprana y de una manera más agresiva en comparación con otras poblaciones.

Los signos y síntomas del cáncer de colon incluyen: sangrado rectal, cambios en los patrones de los hábitos fecales (si antes ibas bien al baño y de momento tienes estreñimiento o diarrea persistentes), dolores, molestias, o pérdida de apetito o de peso inexplicables ameritan evaluación y deben considerarse como “banderas rojas”.

No obstante, Laboy Olivieri afirmó que, aún cuando la persona no tenga absolutamente ningún síntoma, “debe consultar con su médico primario para evaluar sus factores de riesgo, ya sea la edad, su estilo de vida o su historial familiar para determinar cuál es el mejor plan de cernimiento. Yo te diría que a los 40 años todo el mundo debe, por lo menos, empezar a tener esa discusión con su médico. A los 45, cualquier persona tiene que evaluarse”.

Debido a que, la mayoría de las veces, las personas no experimentan síntomas que delaten la existencia del cáncer de colon, especialmente en una etapa incipiente, el gastroenterólogo hizo hincapié en las pruebas de cernimiento:

  • Prueba de sangre oculta a base de guayacol: En esta se colocan muestras pequeñas de materia fecal en tarjetas especiales con una sustancia química llamada guayacol y se envían a un médico o un laboratorio para examinarlas. Ha caído en desuso porque se usa más la FIT.
  • FIT (prueba de inmunoquímica fecal): Esta reacciona con parte de la proteína de la hemoglobina humana que se encuentra en los glóbulos rojos. Es la que más se recomienda ahora.
  • Prueba de ADN en heces: Detecta el ADN alterado en las heces fecales. Es una prueba mucho más costosa, pero es bastante específica para determinar si hay células cancerosas.
  • Sigmoidoscopia flexible: Se seda al paciente y se usa un tubo flexible para poder examinar el recto y el tercio inferior del colon.
  • Colonoscopia: Se seda al paciente y se usa un tubo flexible más largo para evaluar el colon completo.
  • Colonoscopia virtual por tomografía computadorizada: Es una prueba relativamente nueva que funciona como un CT scan para evaluar el colon.

“Cada prueba tiene sus ventajas y desventajas”. Por eso es mejor discutirlo con el médico primario, porque depende mucho de las preferencias de las personas y del apoyo social que tenga, porque, por ejemplo, para los estudios que son más invasivos necesitan que alguien las lleve (a la consulta médica) porque no pueden guiar después del estudio”, acotó Laboy Olivieri,

Si bien el tiempo que tarda en desarrollarse este cáncer puede variar de 5 a 10 años, si es un pólipo tradicional (adenoma), se debe recalcar que otros tipos de pólipos pueden tardar menos y ser más agresivos. En general, “todo va a depender del tipo de pólipo, su tamaño y del número de pólipos que se le sacan a una persona”, dijo el médico.

“La importancia de hacerse una prueba de cernimiento es que, aunque la persona no tenga ningún síntoma, se pueden identificar los pólipos precancerosos para extirparlos antes de que se conviertan en cáncer. Lo otro bien importante es que una prueba de detección puede ayudar a descubrir un cáncer colorrectal en un estadio temprano y eso definitivamente afecta el tratamiento de una manera positiva”, sostuvo, mientras dijo que, “si el cáncer se encuentra en un estadio temprano, la sobrevida a 5 años es altísima y muchos pacientes realmente se pueden curar”.

“Este es un cáncer bien tratable si se detecta. Discute con tu médico las diferentes alternativas que hay para hacerte un cernimiento, aunque no tengas absolutamente ningún síntoma. Cualquier persona de 40 años o más debe tener una discusión con su médico primario para ver si amerita ser evaluado por un gastroenterólogo y discutir las alternativas individualizadas para un cernimiento de cáncer colorrectal. La prevención es la clave”, concluyó diciendo.