La artritis psoriásica es una artritis inflamatoria que afecta diferentes articulaciones, pero, mayormente, las articulaciones distales de las manos, la espalda baja, la pelvis y los pies. Suele estar presente en pacientes que tienen psoriasis, pero, en algunos casos, la artritis se presenta antes que la psoriasis en piel. Afecta, usualmente, a personas entre los 30 y los 50 años. Esta es una condición inflamatoria crónica cuyo cuadro clínico varía de paciente a paciente y puede ser leve como puede llegar a ser una artritis destructiva e incapacitante para quien la sufre.

Debido a la posibilidad de que el cuadro clínico desencadene en una artritis severa e incapacitante, el diagnóstico temprano y la implementación de un tratamiento agresivo es sumamente importante. Hoy en día, hay una variedad de tratamientos que pueden ayudar a estos pacientes a controlar los signos y los síntomas de la enfermedad, disminuyen los riesgos de incapacidad y permiten que el paciente tenga una buena calidad de vida y se mantengan productivos a nivel laboral.

Tratamientos

1. Antiinflamatorios no esteroidales

Funcionan en pacientes con síntomas leves, ayudan a disminuir la inflamación y el dolor (por ejemplo: ibuprofeno, naproxeno, celecoxib, etc.). Debemos estar pendientes a efectos secundarios a nivel gástrico, renal, cardíaco y hepático.

2. Medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARDS, por sus siglas en inglés)

Son efectivos en controlar los signos y los síntomas de la enfermedad y, en la mayoría de los casos, también mejoran las manifestaciones en piel de la condición. En este grupo incluimos: metotrexato (quizás es el más usado), sulfasalazina y leflunomida. En este caso, los efectos secundarios pueden ser toxicidad hepática, daño pulmonar y supresión de la médula ósea. También podemos hablar de posible intolerancia gástrica.

3. Inmunosupresores

En este caso, están la azatioprina y la ciclofosfamida. Ambos predisponen a riesgo de procesos infecciosos.

4. Agentes biológicos

Son el grupo más reciente de medicamentos producidos. Es importante establecer que este tipo de medicamento fue creado específicamente para controlar la respuesta inmunológica y, de este modo, detener el proceso inflamatorio. En este grupo contemplamos: abatacept, adalimumab, etanercept, certolizumab, golimumab, infliximab, ixekizumab, secukinumab, tofacitinib y ustekinumab.

Son medicamentos sumamente efectivos, pero también acarrean una serie de efectos secundarios. En términos generales, los efectos secundarios más comunes son: incremento del riesgo de infecciones y reacciones a nivel local en lugar de la inyección (en el caso de los inyectables). Otros efectos secundarios son: aumento riesgo de malignidades y algunos de ellos aumentan el riesgo de formación de coágulos. Cada una de las categorías contempladas en este grupo tiene un mecanismo de acción diferente y, por lo tanto, el perfil seguridad es diferente en cada categoría. Sin embargo, no podemos perder de perspectiva que los beneficios y la respuesta clínica en la mayoría de los pacientes son excelentes.

El apremilast es un medicamento oral de los más recientes y controla una enzima en el cuerpo que aumenta los procesos de inflamación.

La gama de alternativas terapéuticas es amplia y aún tenemos unas cuántas más bajo estudios de investigación. No hay razón para tener deformidades y daño permanente en las articulaciones con las nuevas terapias que tenemos disponibles. Lo más importante es preservar la función de las articulaciones y proveerte una buena calidad de vida.

Como paciente, es importante que te eduques y que manejes tu estilo de vida con alimentación adecuada, ejercicio y no fumar, y, cuando necesites descansar, descansa.

El manejo de la artritis psoriásica es con múltiples alternativas terapéuticas. Cada paciente es diferente y, por lo tanto, los tratamientos deben ser individualizados. Lo que sí les garantizo es que los reumatólogos tenemos un arsenal de medicamentos que van a ser efectivos para ti y te podemos mejorar tu calidad de vida. Ningún tratamiento está libre de efectos secundarios, pero estoy segura de que tu médico reumatólogo conoce cada uno de los riesgos y trabajará para proveerte la mejor alternativa posible con el mínimo de efectos secundarios.

La autora es reumatóloga. Se dedica a la reumatología clínica y también participa de estudios de investigación. Tiene su práctica en Caguas. Para información, llama al 787-286-8465, al 787-554-8565 o al 787-414-8465.