Ari Muñoz se reconoció como una persona bisexual hace seis años. A la primera persona que le contó cuál era su orientación sexual fue a su hermana. Desde entonces, los prejuicios y estigmas que enfrenta casi siempre se han manifestado en sus vínculos sexo-afectivos con hombres cisgénero heterosexuales.

“Diría que en mis vínculos ha sido bien difícil. Cuando me acepté como bisexual, empecé a salir con una persona que es un hombre cishetero. Siempre recuerdo el momento en que le dije que era bisexual, porque me sentí bien invalidada. Saqué ese momento para decírselo y él me dijo: ‘Ah, sí yo me lo imaginé'’', contó Muñoz.

Después de compartirle a su compañero que era bisexual, la joven narró que este empezó a celarla excesivamente. “Empezó con el estigma de que las personas bisexuales son infieles, que quieren estar con todo el mundo”, expresó Muñoz.

De los mitos se desprenden los prejuicios y el estigma

Los mitos hacia la bisexualidad parten de la necesidad que tienen los seres humanos de tener concepciones binarias: hombre o mujer, homosexual o heterosexual. Cualquier identidad de género u orientación sexual que no se inscriba dentro del binarismo causa confusión, explicó el presidente de True Self Foundation, Miguel Vázquez.

Por esta razón y la falta de educación en sexualidad, se generan los mitos que, a su vez, producen prejuicios y estigmas hacia esta comunidad.

Por ejemplo, uno de los mitos es que las personas bisexuales son promiscuas.

“Está el mito de la promiscuidad, que, al tener diferentes atracciones o experimentar las atracciones de manera diferente, significa que las personas no pueden tener relaciones monógamas. Y eso, es un mito muy grande. Las personas bisexuales tienen la misma capacidad que las personas monosexuales de tener relaciones monógamas”, dijo Vázquez.

Por su parte, el psicólogo clínico Caleb Esteban Reyes, también explicó que otro mito es pensar que la bisexualidad es una moda.

“El mito de que es una tendencia a la moda, donde todas las personas bisexuales son bisexuales porque lo han visto en otras personas y les parece cool. Con la orientación sexual, se nace y se explora a través de la vida. Así que, no tiene sentido que alguien, por moda, se identifique como bisexual, sabiendo las implicaciones de los prejuicios, el discrimen y el rechazo que van a recibir de la sociedad”, comentó Esteban Reyes.

Asimismo, ambos psicólogos, coincidieron en que socioculturalmente se cree que la bisexualidad es una fase, representa una etapa de inmadurez, que las personas están explorando su sexualidad y que, por lo tanto, eventualmente serán homosexuales o heterosexuales.

“Hay estudios que han seguido personas bisexuales a través del tiempo, y usualmente la gran mayoría de las personas continúan nombrándose como bisexuales, aunque sí es cierto que una minoría sí se identifica como homosexual o heterosexual”, aclaró Esteban Reyes.

La hipersexualización de las mujeres bisexuales

Muñoz, quien se identificó como una persona no binaria, pero que es percibida como mujer por los hombres, mencionó que los hombres tienden a hipersexualizarla.

“Piensan que estoy dispuesta a hacer cualquier cosa porque soy bisexual. E insisten en cosas porque soy bisexual. Me hacen preguntas bien incómodas de con cuántas mujeres he estado o que cómo he estado con otras mujeres, que para mí esas son preguntas bien íntimas”, añadió.

Vazquéz explicó que esa hipersexualización tiene que ver con que, en una sociedad patriarcal y machista, las mujeres son objetos de deseo.

“Muchos hombres fantasean con tener experiencias sexuales con dos mujeres o más mujeres. Así que, cuando conocen a una mujer bisexual, lo ven como una mujer con la que podrían llevar a cabo fantasías sexuales que no podría tener con una mujer heterosexual. Y, por lo tanto, se ve como algo que les conviene”, agregó Esteban Reyes.

No obstante, los hombres bisexuales enfrentan otro tipo de prejuicios. Vázquez y Esteban Reyes coincidieron en que, cuando estas personas se identifican como bisexuales, se les minimiza su ‘hombría’ frente a un hombre heterosexual. En cambio, las mujeres no los hipersexualizan. Sus parejas mujeres, por lo mismos mitos, piensan que su pareja le puede ser infiel con otro hombre o que están en una transición y que después serán homosexuales.

La doble discriminación

Los dos psicólogos expusieron que las personas bisexuales experimentan un fenómeno que se conoce como la doble discriminación. No solo son discriminados por las personas heterosexuales, sino también por la comunidad gay y lesbiana. Esto se debe a que los mitos que se aplican en la comunidad heterosexual para rechazar a esta población también son utilizados por las personas gays y lesbianas. Por lo tanto, no consiguen un espacio seguro en ningún lugar.

“No sé si decir ‘discriminación’ porque tal vez soy yo invalidándome, pero ahora mismo no frecuento espacios queer por eso mismo. A veces, no siento que pertenezco. Como me presento así, medio heteronormativa, me ven como: ‘esta tipa straight aquí metía’. Así me siento. No me lo han dicho directamente, pero uno lo siente y las miradas”, contó Muñoz.

Los mitos, prejuicios y estigmas tienen consecuencias serias en la salud mental de las personas bisexuales. La discriminación provoca que vivan con más estrés, ansiedad y depresión, aseguró Esteban Reyes. Por esta razón, los dos especialistas insistieron en la educación como una herramienta esencial para combatir el discrimen y fomentar la calidad de vida de este colectivo.