“Este es el único cuerpo que tenemos y tenemos que cuidarlo”.

Para la licenciada en nutrición Sandra Ortiz, toda persona debe aspirar a tener una buena alimentación, independientemente de las condiciones de salud que tenga, ya que comer bien se traduce en vivir mejor.

Pero esto tampoco significa que tengamos que privarnos de comer los alimentos que nos gustan.

“Más bien, debemos consumir los alimentos que nos gustan de forma balanceada y en su versión más saludable”, aconsejó la licenciada Ortiz, haciendo énfasis en la nutrición de las personas con diabetes o prediabetes.

¿Qué es la diabetes?

La diabetes es una enfermedad crónica en la que el cuerpo es incapaz de usar y almacenar apropiadamente la glucosa, explicó la endocrinóloga Michelle Mangual. Esto provoca su permanencia en la sangre en cantidades superiores a las normales. Esta circunstancia altera, en su conjunto, el metabolismo de los carbohidratos, los lípidos y las proteínas.

“Estamos creciendo con un estilo de vida menos saludable”, añadió la doctora Mangual, quien subrayó la importancia de la educación acerca de la diabetes. Enfatizó, en particular, la creencia de muchas personas que minimizan la condición a únicamente “tener azúcar alta”, sin entender los efectos metabólicos dañinos que puede causar a otros órganos, como los riñones o el corazón.

En el Informe Nacional de Estadísticas de la Diabetes del 2020 de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), entre los adultos de origen hispano de 18 años o más en los Estados Unidos, los de Puerto Rico tuvieron la prevalencia más alta de la diabetes (12.4 %) en toda la nación, como consecuencia de una combinación de factores, incluyendo alimentación inadecuada, factores genéticos y falta de actividad física, entre otros.

Alimentarse bien con o sin diabetes

Las recomendaciones de la “dieta” para una persona que vive con diabetes no difieren de aquellas de la población general, a excepción de la necesidad de repartir la ingesta de los carbohidratos a lo largo del día.

“Se trata de alimentaciones al día, no de comidas. Es importante entender que, a través del día, vamos supliendo nuestro cuerpo con energía, según sea adecuado. Por eso, es importante mantener una nutrición balanceada y comer para sentirnos satisfechos, no llenos. Importante la distinción. Cuando nos excedemos en la alimentación, estamos ocasionando que los alimentos no se conviertan en energía y terminen en depósitos de grasa y en un alza en los niveles de azúcar en la sangre”, sostuvo la licenciada Ortiz.

Profesionales de la salud concuerdan en que una buena alimentación es una de las herramientas indispensables para el manejo y control efectivo de la diabetes. Para la nutricionista, es quizás el componente diario más importante en el manejo de la condición, ya que representa más del 70% de lo que incide directamente en la diabetes. Hacer ejercicios puede ser un 15%, y la relación con el médico primario o endocrinólogo que administra el tratamiento médico, otro 15%, aseveró la licenciada Ortiz.

“Si usted logra tomar control de su alimentación, le tiene más de la mitad de la batalla gana a la diabetes. Y en casos de prediabéticos, puede significar el que nunca desarrolle la condición”, dijo Ortiz. “La buena alimentación es un pilar clave dentro de lo que es el tratamiento médico. Debería haber actividad física. Así que, si no comenzamos con lo básico, dándole a nuestro cuerpo la energía que necesita en el momento adecuado y las cantidades apropiadas, no vamos a tener una condición controlada”.

El mito de los súper alimentos

La doctora Mangual afirmó que no hay tal cosa como los superfoods o “súper alimentos”, simplemente hay alimentos.

“El cuerpo no reconoce alimentos, sino los nutrientes en esos alimentos, algunos de los cuales nos suplen energía, vitaminas, minerales, antioxidantes y ayudan en la formación de tejidos”, abundó.

Por su parte, la licenciada Ortiz agregó que nosotros decidimos cómo estos nutrientes pueden trabajar en nuestro cuerpo.

“Nuestra principal fuente de energía es la glucosa, y la mayoría de los alimentos se tienen que convertir en glucosa para obtener esa energía que necesita nuestro cuerpo. La clave está en que esos alimentos no se conviertan rápido en azúcar, para que se pueda dar ese control, o los que están usando insulina inyectada puedan tener mayor control de su índice glucémico en la sangre”, ejemplificó.

Objetivos básicos de una buena alimentación

  1. Dieta equilibrada, nutricionalmente completa
  2. Mantener un peso ideal (o acercarse)
  3. Normalizar niveles de glucemia
  4. Disminuir riesgo de enfermedades cardiovasculares
  5. Adaptarse a los gustos y estilo de vida del paciente
  6. Reducir o mejorar las complicaciones que puedan presentarse

Los grupos alimenticios más favorables son las ensaladas, frutas y vegetales, que tienen un impacto favorable. Tienden a ser bajos en calorías y ayudan a que nos sintamos más satisfechos, más rápido, consumiendo menos calorías, señaló la doctora Mangual.

Sin embargo, la pobre alimentación en la población puertorriqueña —con muchos alimentos fritos, altos en grasas saturadas y carbohidratos— se apartan del valor nutricional recomendado para cualquier persona. Esto hace que haya un problema de obesidad poblacional, lo que a su vez incide en la alta prevalencia de diabetes en Puerto Rico. Estudios de la Asociación Americana de Diabetes revelaron que la ingesta diaria de los puertorriqueños de estos alimentos nutritivos, como ensaladas, frutas y vegetales, es 10% menor que en Estados Unidos.

Cuando se ingieren alimentos con un índice glucémico alto, en el organismo se aumenta muy rápido el nivel de glucosa en sangre. Como consecuencia, se segrega insulina en cantidades elevadas, las células no pueden quemar tanta glucosa y el metabolismo de las grasas se activa. Esta glucosa se transforma en grasa, que se almacenará posteriormente en el tejido adiposo. La insulina que habíamos conseguido segregar, tras dos o tres horas, utiliza toda la glucosa y llegamos a la hipoglucemia, sintiendo la necesidad de comer de nuevo.

Diseñando un plato balanceado

Es recomendable que el paciente comprenda su dieta y los principios en los que se basa, para que sea capaz de diseñar sus propios menús y tomar decisiones importantes respecto a su alimentación, no solo en el hogar, sino también a la hora de socializar.

La relación óptima en el aporte de nutrientes en un plato de comida balanceado es 65% carbohidratos, 15% de proteínas y 30% de grasas.

Además, la alimentación debe aportar una cantidad adecuada de nutrientes esenciales como las vitaminas, los minerales y los ácidos grasos esenciales, entre otros. Un plan nutricional es un proyecto personalizado a las necesidades de cada persona, sus preferencias y estilo de vida.

“Debe ser algo que el paciente pueda fácilmente manejar para que se haga parte de su rutina, en lugar de una imposición”, sentenció la licenciada Ortiz.

Además de educarse sobre lo que es una buena alimentación, probar y descubrir cómo aportan los alimentos a los nutrientes que necesita nuestro cuerpo, es fundamental que la persona visite un nutricionista por lo menos una vez al año.

“Esto no solo le ayudará a seguir educándose sobre los componentes de una buena alimentación, sino que además le dará las herramientas para que esté en control de su condición”, expresó la licenciada Ortiz, a la vez que añadió que, la mayoría de los puertorriqueños que son prediabéticos o que han desarrollado la condición, nunca han visitado un nutricionista.

Además del nutricionista, el equipo de apoyo del paciente debe incluir su médico primario o endocrinólogo, y un profesional que le ayude a incorporar actividad física saludable a tono con sus capacidades. Igualmente, velar por síntomas que pueden indicar el desarrollo de la condición, tales como aumento de la cantidad de orina, aumento de apetito, picor, infecciones o enfermedades cardiovasculares, entre otros.

Consejos para lograr una alimentación saludable

  1. Mantenga el equilibrio de glucosa en sangre, repartiendo la alimentación en cuatro o cinco comidas diarias.
  2. Cocine bajo en grasa. Por su metabolismo, las personas con diabetes están en riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, ya que aumentan los niveles de colesterol.
  3. Consuma alimentos frescos. Evite alimentos procesados, favoreciendo frutas y vegetales frescos.
  4. Maneje porciones más pequeñas, simplemente usando platos más pequeños.
  5. No omita comidas.
  6. Mastique despacio.
  7. Cuide los riñones y el corazón. El riñón suele ser un órgano afectado en las personas que viven con diabetes, ya que este hace un sobreesfuerzo cuando hay ausencia de insulina, por lo que el exceso de sodio puede llegar a ser peligroso.
  8. Cocine e ingiera menos sodio (sal).
  9. Reduzca o elimine alimentos altos en azúcares, como refrescos carbonatados y café con endulzantes sintéticos.
  10. Consuma alimentos altos en fibra que faciliten el proceso de digestión, disminuyendo la absorción de carbohidratos.
  11. Incorpore actividad física a su rutina, por lo menos 150 minutos a la semana.