Lo más importante, antes de tomar una decisión, es informarse. Esta regla de vida también aplica al momento de elegir una compañía de seguros.

“Antes de adquirir un seguro, las personas deben buscar más de una alternativa y compararlas. Nosotros, los productores de seguros, estamos disponibles para orientar a los consumidores. Lo más importante es pedir ayuda y asesorarse”, dijo Carlos Silén, productor de seguros de Fulcro Insurance.

Un seguro, explicó, es una promesa de pago de una aseguradora ante la ocurrencia de un evento inesperado, pero previsible. Para cada riesgo –accidentes, catástrofes naturales y enfermedades, entre otros– existen diferentes pólizas que pagará la persona, ya sea anual o mensualmente, por ejemplo.

El resultado es que, al adquirir un seguro, la persona está transfiriendo un riesgo: de ella a la compañía. “Con un seguro, los clientes se protegen de un evento para el cual no tengan fondos para responder”, indicó Silén.

La pregunta, pues, queda sobre la mesa: ¿cuál es la información que debemos conocer antes de adquirir un seguro?

Buena reputación, servicio de primera y precios razonables

Lo primero es auscultar la reputación de la aseguradora.

“Existen agencias que dan una clasificación de solidez financiera a las compañías de seguros. Así que ese es un punto de partida: que la aseguradora cuente con buenas referencias”, subrayó Silén. En ese punto, es vital que el cliente se asegure de que la empresa cuenta con todas las licencias necesarias para operar.

Otro factor importante es que la persona se sienta cómoda con el servicio previo a adquirir el seguro. La compañía debe contestarle sus preguntas satisfactoriamente.

Por último, es indispensable hablar de precios. “Muchas veces, las personas quieren el seguro más económico, pero, en ocasiones, es mejor invertir un poco más en una compañía con muchos años de experiencia y estabilidad”, aconsejó Silén. En este aspecto, lo ideal es que el cliente tenga al menos tres cotizaciones para que pueda comparar los precios.

Contar con el respaldo de una buena compañía de seguros, les ofreció tranquilidad a muchos consumidores, luego del paso del huracán María en el 2017.

“Con algunos clientes, la respuesta de las compañías de seguros fue bien rápida, digamos que en una semana salían los pagos. No obstante, al principio fue complicado. Hubo casos que tardaban más porque había que recopilar mucha información antes de hacer la reclamación al seguro. Pienso que ahora las compañías están más preparadas en términos tecnológicos para facilitar ese proceso de reclamación”, sostuvo.