Solo algunos países en el mundo, hasta la fecha, tienen el privilegio de contar ya con suministros de las vacunas para evitar el contagio por COVID-19 y Puerto Rico es uno de los privilegiados en medio de esta pandemia. Si se realiza una adecuada programación y las personas respetan las fases de vacunación podremos alcanzar a inmunizar del 80 al 85% de la población, que es la meta final, y, con ello, salvar muchas vidas de ciudadanos y de profesionales de la salud, estos últimos los más expuestos al contagio y a los que ya el luto ha tocado a algunos.

Puerto Rico comenzó a vacunar el mismo día que los Estados Unidos y todavía allá hay estados que aún no han comenzado. Con casi 100,000 personas vacunadas, Puerto Rico tiene más ciudadanos vacunados que 45 estados y el Distrito de Columbia.

Inversión prosalud

Casi $12,400 millones se invirtieron para hacer posible que las farmacéuticas trabajaran en una vacuna para atender la pandemia por COVID-19. Más de una trentena compitieron y de esas cuatro produjeron vacunas factibles. Dos ya han recibido una autorización de emergencia y están siendo administradas. La vacuna producida por la farmacéutica Pfizer-BioNTech tiene un 95 % de efectividad y la del Laboratorio Moderna, un 94.1 %. Su seguridad y efectividad están probadas. En camino está la del binomio conformado por la Universidad John Johnson de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca.

Similitudes y diferencias

Entre las dos vacunas que se administran masivamente en Estados Unidos, México, Chile y la Unión Europea existen similitudes y diferencias. Estas vacunas salen de la parte genética del virus y no del núcleo. No contienen el virus vivo. Al inyectarse desencadena una respuesta inmunitaria para producir anticuerpos que protejan el organismo en caso de entrar el virus al cuerpo. Ambas requieren dos dosis para alcanzar su efectividad de 95 % la de Pfizer-BioNtech y 94.1 % la de Moderna. La vacuna de Pfizer debe administrarse la segunda dosis a los 21 días y, en el caso de Moderna, a los 28 días. Ambas dosis deben ser de la misma farmacéutica.

Efectos secundarios

Al igual que algunas otras inyecciones, las vacunas contra el coronavirus han mostrado algunos efectos secundarios al ser administradas, pero ninguno de mayor cuidado o preocupación; salvo las reacciones alérgicas reportadas en Inglaterra. Entre los datos recolectados se destacan el dolor en el brazo donde se aplicó, en las coyunturas y en los músculos; dolor de cabeza y fiebre leve. Hasta ahora, en Puerto Rico no hay reacciones alérgicas significativas, pero todo paciente alérgico a inyectables debe consultar con su médico y tomar en conjunto la decisión. No obstante, el plan diseñado en los centros de vacunación cuenta con un médico especialista en emergencias, ambulancias disponibles y un hospital previamente determinado para recibir pacientes en caso de surgir alguna complicación. Las personas alérgicas a comestibles como pescados y crustáceos, maní, huevo; así como a medicamentos como la aspirina y la penicilina, por mencionar algunos, pueden vacunarse siempre con la autorización de su médico.

¿Qué es la autorización de emergencia?

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) dio una autorización de emergencia a ambas vacunas antes de completar un proceso más riguroso para debido a la crisis que se vive y la efectividad alcanzada por las mismas hasta el presente. Esto permitió que con un nivel menor de referencia se diera la autorización, pero contando con la misma rigurosidad, responsabilidad y ética de esta pandemia que vivimos.

La autora es la decimocuarta cirujana general de los Estados Unidos y portavoz de VOCES Coalición de Inmunización y Promoción de la Salud de Puerto Rico.