Dos de los sospechosos por asesinar al agente, Joaquín Correa Ortega, el lunes por la noche en Humacao permanecerán detenidos en el Centro de Detención Metropolitano (MDC, por sus siglas en inglés), en Guaynabo, por enfrentar cargos en su contra a nivel federal por otros casos no relacionados al asesinato.

Jancarlos Velázquez Vázquez y Efraín Rivera Ramos comparecieron esta tarde ante el magistrado federal Bruce McGiverin, quien ordenó que permanezcan detenidos hasta la vista de fianza, citada para el 17 de marzo, y citó la vista preliminar el 26 de marzo.

Velázquez Vázquez enfrenta cargos por atacar a un oficial federal y por usar un arma de fuego en la comisión del delito por hechos ocurridos el 21 de enero pasado en Carolina.

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Esa noche, alguaciles federales buscaban a un fugitivo en el edificio 15 de la calle Dalia, en Isla Verde. Allí mostraron fotos de la persona que buscaban y de sus "socios", y un vecino les dijo que uno de ellos vivía en el segundo piso. Los alguaciles procedieron a rodear el lugar y al llamar a la puerta, escucharon un disparo que rompió la ventana trasera de adentro hacia afuera, seguido por varias detonaciones.

Allí arrestaron a José Reyes del Valle, Ángel Luis Resto Mojica, Ángel Castro Caballero, Rafael Miranda Tolentino y Joel Gómez Rodríguez. Uno de los sujetos brincó por la ventana y logró escaparse. Luego, cuando examinaron cámaras de seguridad del edificio, el evadido fue identificado como Velázquez Vázquez, quien tras huir entró al local 101 Lounge, donde pagó con un billete que tenía manchas de sangre.

De ser encontrado culpable, Velázquez Vázquez se expone a una pena de entre cinco años y cadena perpetua.

Por su parte, Rivera Ramos, quien tuvo que ser asistido por alguaciles para ponerse de pie, enfrenta ofensas por poseer un arma automática ilegal y por actuar en concierto y común acuerdo con un convicto para poseer un arma de fuego. Esto por hechos ocurridos el 14 de marzo de 2013, cuando fue detenido por violación a la Ley de Armas en el residencial Colinas de Magnolia, en Juncos.

Allí oficiales lo encontraron escondido debajo de la cama con una pistola Glock calibre .40. Cuando un agente la ocupó, Rivera Ramos le dijo que tuviera cuidado porque estaba manipulada para que disparara de forma automática. Dijo que la había comprado así por $2,000.

Por los hechos del lunes en Humacao, se indicó que Rivera Ramos estaba en compañía de Velázquez Vázquez y con Rafael Rodríguez Carrasquillo en Plaza de Caballos, un mercado de caballos, para realizar una transacción de armas, y que cada uno tenía un arma corta.

De ser encontrado culpable, se expone a una pena de hasta 10 años de cárcel, según le instruyó el magistrado federal.

Se supo que Rivera Ramos fue acusado a nivel estatal por poseer el arma Glock, pero fue declarado no procesable y estaba en la libre comunidad.

Ambos fueron arrestados el martes por ser sospechosos del asesinato del agente de 35 años de la División de Inteligencia de la Policía de Humacao, quien falleció en medio de un operativo que se llevó a cabo el lunes por la noche en el barrio Pitahaya, en Humacao.

Un tercer sospechoso, Rodríguez Carrasquillo, falleció en el incidente, y aún están en la búsqueda de un cuarto sospechoso de 27 años y residente del residencial Antulio López, de Juncos.

En el incidente, resultó herido el sargento Víctor Pérez, quien recibió heridas en el rostro y en la mano, pero se encuentra en condición estable, según se informó.