Arecibo. Ángel Daniel Vassallo apenas había dormido entre cuatro a cinco horas desde que Juan Cardona le informó el jueves en la noche que renunció a la dirección técnica de los Piratas de Quebradillas.

Aún así, se presentó el sábado para el quinto juego de la serie particular denominada “Guerra del Norte” entre los Piratas y los Capitanes de Arecibo en el Coliseo Manuel “Petaca” Iguina. Quebradillas perdió, 94-77, y cayó a la segunda posición de la Conferencia B del Baloncesto Superior Nacional (BSN).

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Habían sido unas 48 horas complicadas para el asistente de los corsarios, al igual que para los jugadores y los demás miembros del cuerpo técnico.

Más allá del agotamiento físico, el otrora canastero se veía afectado y seguía incrédulo ante la situación que atravesaba un equipo que hace unos días lucía como un fuerte candidato para ganar el campeonato.

“Me enteré por Juan (Cardona) el jueves en la noche. Hablamos. (Juan) es una persona que le gustaba hablar y explicar las cosas. Lo pude entender y es parte del negocio. Como jugador, he pasado y visto mil cosas. Esto no es nada nuevo. El momento en el que sucedió es lo que duele un poco porque la realidad es que Juan era el líder del equipo. Nos tardamos tanto y tuvimos que batallar tanto porque en el equipo hay distintas personalidades, pero ya los teníamos en donde queríamos que estuvieran”, contó Vassallo a preguntas de Primera Hora después del partido.

“Han sido unas 48 horas bien complicadas. Si te digo que he dormido más de cuatro o cinco horas es mucho, y a mí me encanta dormir. Ha sido difícil y yo sé que para los jugadores más todavía porque estábamos en un buen rumbo, aunque perdimos los dos juegos con Ponce. Estábamos centrados en cerrar la temporada en la primera posición y de momento llegó este cantazo. Nos afectó a todos. Fue sorpresivo. Me pregunté: ‘¿Qué pasó aquí? ¿Por qué?’”, abundó.

Lo cierto es que la salida de Cardona no pudo haber llegado en un momento más inoportuno.

Con solo cinco juegos de la temporada regular en agenda, los Piratas eran los líderes de la Conferencia B y daban la impresión de que eran uno de los equipos más fuertes del torneo después de la inestabilidad que habían vivido en las últimas campañas.

Juan Cardona, exdirigente de los Piratas de Quebradillas.
Juan Cardona, exdirigente de los Piratas de Quebradillas. (EDGARDO MEDINA MILLAN)

Se veían en cancha como un quinteto con buena química, que jugaba alrededor de Emmanuel Mudiay. Pero eso no fue lo que se vio el sábado en la noche en Arecibo.

Quebradillas anotó 77 puntos, su cifra más baja desde el 8 de abril. Además, permitió 94 unidades y encestó apenas el 38 por ciento de sus tiros de campo. Mudiay, por su parte, tuvo una noche para el olvido con cinco tantos tras fallar 12 de sus 14 intentos.

“Yo quiero pensar que esta situación es la excusa del resultado de esta noche. Ahora mismo, el dirigente (Dante Calabria) y yo lo que pudimos hablar fueron cinco o seis horas acerca de lo que podíamos hacer esta noche porque no habíamos podido estar antes. No sabíamos quién iba a seguir en el equipo. Yo no iba a estar. Pasaron muchas cosas en las últimas horas, pero hay que seguir trabajando”, relató el técnico.

Una conversación con Cardona convenció a Vassallo de seguir en Quebradillas

Tras la renuncia de Cardona, los Piratas nombraron al asistente italiano Dante Calabria como su nuevo dirigente. Vassallo confesó que la gerencia quebradillana le ofreció el puesto, pero no lo quiso. De hecho, compartió que, si no hubiera sido por una larga conversación que tuvo con Cardona, no estaría en el banquillo del quinteto de Guajataca.

“Yo tuve una conversación con él y, gracias a esa conversación, tuve la confianza de estar aquí. Si no es por eso, créeme que a lo mejor no iba a estar tampoco. También los muchachos me ayudan porque me da cosa. Yo sé lo que es estar sentado en ese camerino y de momento el coach dice: ‘Me voy’. He pasado por eso. Tú les ves las caras y entiendes lo que sienten porque llevamos cinco meses juntos. Ya yo sé sus costumbres y verlos influye en uno quedarse porque no quieres dejarlos solos”, admitió Vassallo.

Además de ser su dirigente, Cardona era un mentor para Vassallo. Incluso, fue la razón por la que el excanastero decidió dar el brinco a Quebradillas y abandonar el banquillo de los Leones de Ponce.

Vassallo, a quien el apoderado Ernesto “Ernie” Cambó considera un posible candidato a dirigir a los Piratas en el futuro, reveló que él y Cardona tenían un plan privado para, en algún momento, hacer una transición en la dirección del equipo.

No obstante, tomar las riendas del combinado quebradillano no está en los planes del asistente en estos momentos, ya que solo está enfocado en resolver la situación por la que están pasando.

“La realidad es que mi mentalidad no es esa. Eso es algo privado mío con Juan. Un plan que teníamos él y yo, pero ahora mismo mi enfoque es que estos muchachos puedan terminar la temporada saludables mentalmente y físicamente. No quiero que terminen como estaban en estos días por lo que pasó”, sostuvo.

“Tenemos que pasar la página”

Al salir del camerino visitante del “Petaca” Iguina, los jugadores de los Piratas no lucían como aquel equipo alegre que inerrumpía las entrevistas de Mudiay postpartido, lanzándole toallas y gritándole: “MVP, MVP, MVP…”. Muchos estaban cabizbajos y optaron por no dar declaraciones.

Gian Clavell, escolta veterano de 31 años, aterrizó en Puerto Rico el pasado sábado y apenas dos días después debutó con los Piratas de Quebradillas. No formó parte de las rachas ganadoras del equipo al inicio del torneo y, casi de inmediato, se encontró en medio de una situación complicada.

“Yo acabo de llegar… Respetamos las decisiones que tomaron y nos movemos hacia adelante. Esto pasa en la profesión. Tenemos que pasar la página. Esto no nos puede afectar. Llevamos una temporada con 18 victorias y no podemos dejar que esto nos afecte cuando estamos en el último tramo rumbo a los playoffs”, expresó Clavell.

“Tenemos que ser profesionales. Aquí no importa quién esté dirigiendo. En esa cancha, solo están los cinco jugadores de cada equipo, los tres árbitros y la bola”, añadió.

Phillip Wheeler, por otro lado, sí tuvo la oportunidad de jugar bajo la dirección de Cardona. Era una de las figuras principales de su rotación y lo consideraba un jugador al que podía sacarle provecho, como hizo con Alfonso Plummer en Arecibo.

Phillip Wheeler, de los Piratas de Quebradillas, maneja el balón en un juego contra los Cangrejeros de Santurce.
Phillip Wheeler, de los Piratas de Quebradillas, maneja el balón en un juego contra los Cangrejeros de Santurce. (BSN / José Santana )

“Tomó a todos por sorpresa. El partido de esta noche fue una curva de aprendizaje. Eso es todo. Ya no tenemos a la cabeza de nuestra serpiente. Estamos ajustándonos a Dante (Calabria). No es un cambio tan grande, así que vamos a estar bien”, opinó.

Los Piratas recibirán el martes a los Capitanes en el Coliseo Raymond Dalmau para el sexto y último capítulo de la “Guerra del Norte”. Arecibo domina la serie particular 3-2.