Reemplazar a una figura como Chris Duarte no es fácil. El escolta dominicano fue uno de los mejores refuerzos esta temporada en el Baloncesto Superior Nacional (BSN), por lo que perder a un jugador de ese calibre en plena serie de campeonato debe ser una pesadilla.

Eso fue exactamente lo que les ocurrió a los Vaqueros de Bayamón rumbo al tercer juego de la final del BSN ante los Leones de Ponce.

Sin embargo, Carlos Arroyo, coapoderado de los Vaqueros, movió sus fichas y, cuatro horas antes de que arrancara el partido, tenía al sustituto de Duarte en suelo boricua y de camino al Coliseo Rubén Rodríguez, de Bayamón.

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Rayjon Tucker salió del banco, anotó siete puntos y cometió cuatro faltas personales en los nueve minutos que estuvo en cancha.

El estadounidense, de 27 años y 6’3” de estatura, no tuvo su mejor noche ofensiva, pero su presencia defensiva en el perímetro fue suficiente para incomodar a los tiradores de Ponce, como Jezreel “Macho” De Jesús, Michael Devoe y Matthew Mooney, quienes encestaron 12 de los 30 lanzamientos que tomaron.

“Es difícil lo que él (Rayjon Tucker) tuvo que hacer. Se bajó del avión y llegó aquí directamente. Llegó a las 4:40 p.m. y a las 5:30 p.m. Pero entró y nos ayudó un poco con su energía”, dijo Christian Dalmau, dirigente de los Vaqueros, a preguntas de Primera Hora sobre lo que vio de Tucker.

“Ni hemos hablado. Llegó horas antes del juego y lo que traté fue decirle dos o tres jugadas de las cosas que hacemos. No es fácil llegar así perdido a un equipo, pero son cosas que suceden y nos pudo ayudar en dos o tres jugadas en ambos lados de la cancha. Fue súper difícil hacer esa sustitución porque todos los refuerzos élites no van a venir aquí para tres o cuatro juegos. Carlos hizo un excelente trabajo con eso. Aquí no se puede escoger. Era ver quién estaba disponible y eso fue lo que se hizo. Ahora vamos a trabajar con lo que tenemos”, continuó.

La ausencia de Duarte y la limitada aportación ofensiva de Tucker al final no afectó a Bayamón. JaVale McGee y Danilo Gallinari, los otros dos importados de la Ciudad del Chicharrón, se echaron al equipo a los hombros al combinarse para 64 puntos y los Vaqueros derrotaron el jueves, 100-79, a los Leones para tomar una ventaja de 2-1 en la final del BSN. Una victoria contundente para Bayamón a dos noches de haber sido dominado por los melenudos en el Auditorio Juan “Pachín” Vicens de una manera pocas veces vista esta temporada.

“Ellos (Leones de Ponce) tienen un gran poder ofensivo e hicieron una corrida en el inicio de la segunda mitad. Yo sabía que iba a pasar porque empezaron un poco lento, pero lo importante fue que pudimos aguantar el empuje y contrarrestar. Vamos a ver video para ver cómo nos podemos seguir fortaleciendo y competir en Ponce. Tenemos que jugar este sábado a un alto nivel por 40 minutos”, repasó Dalmau.

Errores imperdonables

Después de estar abajo por 19 puntos en la primera mitad, los Leones redujeron la diferencia a solo cinco, pero cuando los minutos más contaban, tomaron malas decisiones que no les permitieron darle vuelta al marcador. Carlos Rivera, entrenador de Ponce, señaló que errores como estos son los que ha estado enfatizando a lo largo del torneo y cometerlos en esta etapa del torneo es mortal.

“Cuando estábamos a cinco puntos, la toma de decisiones fue la peor. Lo hicimos varias veces. Después nos pegamos por seis puntos y volvimos a tomar malas decisiones. Nos cuesta porque lo que haces mal en un lado te cuesta en el otro”, indicó Rivera en un aparte con la prensa luego del encuentro.

“Esto no es nada nuevo. Nos ha costado toda la temporada. Hubo dos cosas que nos costaron este juego: la transición defensiva y los tiros rápidos. Esto es una final y no un juego de temporada regular. Esas cosas no pueden pasar. Tú tienes que mantener la compostura. ‘Mala mía’ no existe en una final porque ‘mala mía’ son dos posesiones que te cuestan el juego”, abundó.

Jared Ruiz, de los Leones de Ponce, lanza al canasto en el tercer juego de la final del BSN contra los Vaqueros de Bayamón.
Jared Ruiz, de los Leones de Ponce, lanza al canasto en el tercer juego de la final del BSN contra los Vaqueros de Bayamón. (Suministrada / BSN)

El técnico de la manada hizo referencia a cuando Devoe cortó la ventaja de los Vaqueros a cinco puntos con tres tiros libres cuando quedaban 4:09 del tercer periodo. Acto seguido, McGee hizo un donqueo y Devoe trató de responder con un tiro rápido detrás del arco.

Un minuto después, Ponce volvió a pegarse por seis unidades con una güira de Christian Negrón, pero, en la siguiente posesión, Devoe cometió una pérdida de balón que dio inicio a una corrida de 7-0 de Bayamón en el cierre del tercer episodio.

Ahora los Leones están obligados a replicar aquel magistral partido del martes pasado, en el que solo permitieron a los Vaqueros anotar 26 puntos en la segunda mitad para empatar la serie cuando regresen este sábado al Auditorio Juan “Pachín” Vicens para el cuarto juego de la final del BSN.

De lo contrario, se colocarían al borde de la eliminación con una desventaja de 3-1 rumbo al quinto desafío en el Coliseo Rubén Rodríguez, donde Bayamón no ha perdido en toda la postemporada.

“Ese es el juego de nosotros. Obviamente, tenemos que ser mejores en los dos lados. Tenemos que hacer el juego de nosotros en conjunto, que todo el mundo aporte. La energía y el juego físico tiene que subir. Tenemos que defender la casa. Mientras nosotros estemos en el Pachín, yo creo que la presión la tendrán ellos”, sostuvo Rivera.

Los Vaqueros no han ganado un juego en la carretera desde los cuartos de final, cuando eliminaron a los Gigantes de Carolina-Canóvanas en el Coliseo Carlos Miguel Mangual. Los Leones, por su parte, perdieron en el “Pachín” Vicens durante la final de la Conferencia B contra los Indios de Mayagüez.