Agradecimiento.

De eso es lo que habla el canastero Ysmael Romero en estos días, luego de que se diera a conocer el lunes que la Federación de Baloncesto de Puerto Rico, con el permiso del delantero, inició el proceso de cambiar su nacionalidad deportiva de cubana a puertorriqueña con miras de que se pueda unir a la Selección Nacional de Baloncesto.

El presidente Yum Ramos informó el lunes que la Federación Cubana de Baloncesto dio el visto bueno mediante una carta enviada, por lo que el camino se allanó y lo que faltaría sería que la FIBA apruebe el trámite.

“Primero que nada, estoy muy orgulloso y muy agradecido de la oportunidad de la Federación (de Baloncesto de Puerto Rico) y del mismo pueblo. Esa noticia de ayer (lunes) creo que tuvo un impacto enorme y eso me hace sentir sumamente orgulloso de que un país entero me esté apoyando así a pesar de no haber nacido aquí”, manifestó Romero, de 30 años y nacido en Santa Clara, Cuba.

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“Significa mucho para mí y me ha dado ahora como que un impulso extra en mi carrera al saber que tengo el respaldo de tanta gente y que la decisión definitivamente fue la correcta”, agregó.

En junio del 2012, a los 21 años, Romero vino a Puerto Rico a jugar con el equipo nacional cubano en el Centrobasket que se celebró en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot. El día 19, tras un revés ante el equipo de Bahamas, Romero decidió desertar de su delegación y solicitar asilo político. Con él se quedaron en la isla Enrique Ramos, Juan Pablo Piñeiro, Leonel Batista y Yudnel Pérez.

Del grupo, Romero es el que más ha sobresalido por sus habilidades. Estudió en la Universidad del Turabo y ayudó a llevar a su equipo al campeonato de manera invicta en el 2014.

En el 2016 debutó en el Baloncesto Superior Nacional (BSN) con los Atléticos de San Germán, ganándose el premio al Novato del Año, aunque un año antes, en la campaña del 2015-16, militó con el Drive de Grand Rapids, Iowa, en la G League. También jugó con ellos en 2016-17.

A mediados del 2017 firmó con el Hapoel Haifa BC de Israel de la Liga Leumit. Además ha jugado con las Panteras de Aguascalientes (LNBP México), los Capitanes de Ciudad de México (LNBP, México) y con el QUIMSA de la Liga A de Argentina.

Tras la noticia, “los muchachos me felicitaron en el camerino cuando estábamos practicando y eso me motiva más. Saber que ellos mismos, que hay varios integrantes y exintegrantes de la selección en el equipo, creen en mi trabajo y saben que puedo ayudar. Eso me llena de alegría”.

Dijo que fue abrumador el respaldo que recibió de los puertorriqueños a través de las redes sociales y que tuvo esa conversación con el presidente de la FBPUR, Yum Ramos, a quien volvió a expresar su agradecimiento al igual que al público, a su familia y a sus amigos.

Explicó que con su familia está todo bien porque “ellos saben que yo tomé una decisión y eso ya se habló hace muchos años, que decidí vivir acá. Mi vida es aquí ya. Ellos lo aceptaron y simplemente me apoyan como lo han hecho hasta ahora y eso no va a cambiar”.

Ahora lo que le resta a Romero es seguir el proceso. Esperar por el visto bueno de la FIBA y ansiar ese momento en que se ponga una camisa que aunque tiene colores similares, tiene otro nombre en el pecho distinto al que ya había defendido.

“Va a ser un sentimiento muy grande pero a la vez muy lindo. Pienso que en el momento más importante de mi vida, Puerto Rico me acogió. Entonces esto me da un plus y me da una oportunidad en una etapa en que estoy más maduro con más conocimiento de lo que es la vida y de lo que es el juego. Pienso que puedo aportar mi granito de arena de una mejor forma. Y estaré disponible para la selección desde el día uno. Cuando me llamen”, finalizó Romero.