Ponce. Desde un principio, Carlos Rivera no quería ser el dirigente de los Leones de Ponce.

Rivera entendía que no era el momento para asumir la dirección de la franquicia cuyo uniforme vistió por 11 temporadas en el Baloncesto Superior Nacional (BSN) y era entendible. Los Leones arrancaron el torneo 2024 con dos palizas bajo la tutela del entrenador argentino Sergio Hernández y, por eso, sus días estaban contados en Ponce.

En busca de salir del lento inicio, los felinos tenían urgencia de encontrar a un nuevo técnico que aceptara el reto de levantar al equipo que ha ganado 14 campeonatos en el BSN.

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Para la gerencia de los Leones, la persona perfecta para el trabajo era Rivera, quien apenas hace dos años anunció su retiro como jugador.

Y tras múltiples acercamientos y una llamada de más de una hora con Hernández, Rivera dio un paso al frente y aceptó la oferta.

“Esto no estaba en los planes. Ni cerca”, dijo Rivera a Primera Hora después de su primer juego como dirigente de Ponce.

“Fue complicado los primeros días porque tenía a Gabriel Ortiz (gerente general) llamándome todos los días hasta las 3:00 o 4:00 de la mañana… No era el plan que yo tenía, pero llegó un momento que me llamó Sergio Hernández. Yo estaba en un juego del nene mío pequeño. Tuvimos una conversación de más de una hora. No voy a entrar en detalles, pero fue él quien al final del día (me convenció) porque yo estaba seguro de que no quería coger al equipo”, relató.

Convencido por el argentino, Rivera se reunió con los jugadores de Ponce para comunicarles cuál sería la nueva filosofía del conjunto. Y aunque admitió que quedan muchas tuercas por apretar, el nuevo dirigente de los Leones estaba contento tras estrenarse el jueves con una victoria ante los Osos de Manatí, que sufrieron su quinto revés al hilo.

“Desde el inicio, les llevé el mensaje de que las cosas iban a ser de una manera y el que no estuviera en camino, pues no podía estar aquí. Teníamos que todos caminar de la misma manera y empezaba por el área defensiva, porque había visto un esfuerzo que no era el mejor”, comentó.

El jueves los ajustes de Ponce en el lado defensivo fueron palpables frente a los Osos. De cara a la jornada del jueves, Manatí era el equipo que más puntos promediaba en la liga con 97 por juego. Los Leones frenaron la ofensiva de los Osos y solo les permitieron anotar 67, 23 de ellos en la primera mitad.

Sheldon Mac, refuerzo de los Osos de Manatí, es el segundo líder en puntos en el BSN con un promedio de 23.6 por partido, pero contra los Leones anotó solo cuatro.
Sheldon Mac, refuerzo de los Osos de Manatí, es el segundo líder en puntos en el BSN con un promedio de 23.6 por partido, pero contra los Leones anotó solo cuatro. (Jorge A. Ramírez Portela)

A pesar de que los sacó de la mala racha, Rivera indicó que todavía no está seguro si este fue el momento para estrenarse como entrenador en el BSN. De hecho, dijo que lo confirmará una vez tengan un récord positivo o estén entre las primeros puestos de la Sección A. No obstante, confía que lo logrará con el experimentado cuerpo técnico que lo rodea.

“Ahora mismo no es el momento correcto hasta que no cambiemos esto de manera positiva… Esto es un reto supergrande, pero na’... Tengo gente al lado como Gabriel Piccato, Carlos Morales, Ángel Daniel Vassallo y Toñito Colón que ayudan un montón. Si no los tuviera, seguramente yo me hubiera ido a casa hoy mismo”, sentenció.

Los Leones continúan en el fondo de la Sección A con balance de 1-3 y recibirán el domingo a los Atléticos de San Germán en el Coliseo Arquelio Torres Ramírez.