Los Capitanes de Arecibo ya tenían a jugadores de experiencia internacional en Walter Hodge (Islas Vírgenes), David Huertas (Puerto Rico) y Víctor Liz (República Dominicana). Pero no fue hasta que sumaron al centro mexicano Gustavo Ayón a fines de la temporada regular que lograron solidificar su juego y convertirse en lo que son, uno de los finalistas de la temporada 2021 del Baloncesto Superior Nacional (BSN).

El laureado centro de 6′10″ y 250 libras suavizó la navegación de la franquicia arecibeña con su enorme presencia en la pintura y un expediente que incluye cuatro campeonatos en la ACB de España, dos cetros de la Euroliga, dos en México, uno en Venezuela, tres temporadas de la NBA con Nueva Orleans, Orlando, Milwaukee y Atlanta y todo tipo de galardón por sus ejecutorias desde la Euroliga hasta el AmeriCup del 2013, cuando fue el JMV al guiar a México a un triunfo sobre Puerto Rico en el partido por la medalla de oro.

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“Aquí hay jugadores con muchísima experiencia y saben jugar. Aunque vayas abajo siempre hay oportunidades de ganar. Eso es lo que nos da la experiencia que tienen esos jugadores”, expresó el jugador mexicano refiriéndose a sus compañeros Liz, Hodge y Huertas.

“Tenía mucho tiempo sin competir. Poco a poco me adapté a las dificultades de la liga, que tiene sus peculiaridades. Pero a la verdad que la gente me ha recibido muy bien en Arecibo y me siento muy contento por eso”, dijo Ayón, quien se retiró de la selección nacional mexicana en 2020 meses antes de jugar con los Astros de Jalisco en la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP) de México.

Soy un jugador distinto a lo que tienen acostumbrado en Puerto Rico. Soy diferente a otros extranjeros. Yo no voy a realizar 20 tiros, yo voy a jugar para el equipo, tratar de buscar las cosas que necesita el equipo para ganar

-Gustavo Ayón / Centro de los Capitanes

Ayón se unió a los Capitanes para los últimos ocho juegos de la campaña regular, y ciertamente lució mohoso con 6.5 puntos y siete rebotes por encuentro.

Ya en la primera serie de postemporada, en cuartos de final ante los Cangrejeros de Santurce, se vio como el ancla de la nave capitana, promediando casi 12 rebotes y siete asistencias por choque.

“Yo soy un jugador distinto a lo que tienen acostumbrado en Puerto Rico. Soy diferente a otros extranjeros. Yo no voy a realizar 20 tiros, yo voy a jugar para el equipo, tratar de buscar las cosas que necesita el equipo para ganar”, manifestó el centro.

En las semifinales ante Fajardo elevó su nivel aún más y promedio casi 14 rebotes y 14 puntos por encuentro, convirtiéndose en parte del éxito de los arecibeños ante los Cariduros de Fajardo, a los que eliminaron 4-1 en su serie semifinal. Y en la final ha seguido mostrando su nivel, logrando incluso un juego de 15 puntos, 12 rebotes y ocho asistencias en el segundo partido de la final.

El corpulento centro dijo que se ha disfrutado su primera participación en Puerto Rico y que siempre había estado pendiente a nuestro baloncesto porque somos rivales de la región en el baloncesto internacional, pero que nunca había recibido una oferta “seria” para venir a jugar hasta que recibió la de Arecibo.

Y de inmediato pudo interpretar el baloncesto del Baloncesto Superior Nacional (BSN).

“Me he encontrado con una liga muy abierta. Más de guardias (guards) que de hombres grandes. Los grandes son muy versátiles, muy movibles. No son tan estáticos”, opinó. “También fue un poco difícil el tema de poder leer como va a ser el arbitraje cada día. Es muy variable. Un día te pitan de una manera y otro día de otra. Y no es que te piten mal. Sino que no hay consistencia en el arbitraje, pero creo que es parte de la liga y parte de adaptarse”.

Gustavo Ayón ha dicho que no es el tipo de jugador que tomará 20 intentos al canasto en los partidos. Su aportación viene mayormente de aspectos que no se miden con estadísticas del juego.
Gustavo Ayón ha dicho que no es el tipo de jugador que tomará 20 intentos al canasto en los partidos. Su aportación viene mayormente de aspectos que no se miden con estadísticas del juego. (Suministrada)

El hecho de haber llegado a los 36 años al BSN le ayuda a aportar experiencia al juego de los Capitanes, pero a la vez, sabe que está en uno de los últimos tramos de su gloriosa carrera en el baloncesto, por lo que no escucha su cuerpo, sino a su mente.

“Son etapas. La de aquí (con Arecibo) creo que tengo mucha experiencia por lo que he vivido a lo largo de mi carrera. Poder ayudar a un equipo a conseguir sus metas es parte de mi objetivo personal”, manifestó.

“El cuerpo le hace caso a la mente. Creo que es más importante cuánto tiempo me va ayudar la mente a enfocarme para seguir jugando, porque conlleva muchísimas cosas, no solo estar fuera de tu casa. Así que esperemos que finalice la liga aquí para ver qué depara el destino. Así que veremos cómo termina la temporada para ver qué nos depara el destino”, finalizó.