No habrá una prueba más clara del compromiso del enebeísta José Alvarado con el Equipo Nacional de Puerto Rico que una victoria contra Estados Unidos en la próxima ventana FIBA.

El jugador nacido, criado y desarrollado en Estados Unidos, y de raíces mexicanas además de las boricuas, dijo que no tiene ataduras emocionales con Estados Unidos cuando le toque enfrentarlos el viernes, 1 de julio, en el que será su primer juego con la selección boricua.

“Les quiero ganar. Quiero vencer al Team USA. Les quiero y todo, pero ahora visto los colores de Puerto Rico”, dijo el jugador natural de Brooklyn, Nueva York.

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Quien lo reclutó para jugar con Puerto Rico, el gerente general del Equipo Nacional, Carlos Arroyo, sabe muy bien lo que es vencer a Estados Unidos y lo que eso significa. En el 2004, Arroyo guió a Puerto Rico a lo que es, posiblemente, la victoria más emblemática del deporte boricua: el triunfo sobre el Team USA en los Juegos Olímpicos de Atenas.

Pero Arroyo sabe también que lograr esas victorias sobre Estados Unidos son mucho más difícil de hacer que de decir. Y por ahora se está encargando de enseñarle a Alvarado primero la cultura boricua y del básquet internacional a este jugador de ascendencia ponceña que no habla español y que probará por primera vez el estilo internacional de juego.

“Le dije que no subestime a los jugadores FIBA”, dijo Arroyo. “Nunca ha jugado ante los mexicanos, que juegan buen baloncesto, físico, y que llevan jugando años juntos. Que entré a la cancha con mucha confianza, entendiendo que estos dos partidos significan mucho para nosotros”.

Aparte del juego ante Estados Unidos, Puerto Rico también enfrentará el 4 de julio a México. Ambos partidos serán en el coliseo Roberto Clemente.

De hoy a ese fin de semana, Alvarado está conociendo y apreciando el calor boricua -sobre todo el que no tiene que ver con la temperatura. Se le ha visto desde que llegó a Puerto Rico la semana pasada visitando lugares reconocidos de la Isla y probando la comida criolla, además de preparándose en cancha con el exjugador de la NBA, Mike Bibby y otros coaches estadounidenses que Arroyo trajo a Puerto Rico para hacer un “campamento” previo a las ventanas FIBA.

Y dijo que ha sentido una de las principales características de los boricuas: su calor humano.

“Cuando llegué (a Puerto Rico) llamé a mis padres y les dije: ‘esta es la experiencia más linda que he pasado en mi vida, que la cultura, el calor humano, todo aquí es amor para mí“, dijo Alvarado, quien agregó que sus padres estarán presentes para ver los partidos de la ventana FIBA.

También dijo que desea seguir los pasos de Arroyo y de José Juan Barea, jugadores de la NBA como él, y representantes de la sangre boricua que le corre por las venas.

José Alvarado -izquierda- y Carlos Arroyo han compartido impresiones sobre el baloncesto internacional.
José Alvarado -izquierda- y Carlos Arroyo han compartido impresiones sobre el baloncesto internacional. (Xavier Araujo)

“Puerto Rico es lo que tengo en mente. Mirar a Carlos Arroyo y a Barea y todos los demás jugadores... quería ver cómo lo hicieron. Y quiero ser como ellos. Los vi de jugar de joven y quiero tratar de hacer lo que ellos lograron”, dijo.

Alvarado reveló que Arroyo se le presentó por nombre y apellido cuando fue a reclutarlo a Nueva Orleans hace varios meses y agregó que su respuesta fue “Sí yo sé. Yo sé quién tú eres”.