Los Vaqueros de Bayamón ganaron el lunes el primer juego de la serie final del Baloncesto Superior Nacional ante los Atléticos de San Germán por marcador de 88-79. Junto a eso posiblemente lograron generar sobre $200,000 por concepto de ventas de taquillas, concesiones y mercancías alusivas del equipo.

Si bien ganar es sumamente importante, llegar a la final y obtener ese tipo de ganancias es algo maravilloso para una gerencia. A la inversa, fallar en llegar a la fase, como les pasó a los Vaqueros el año pasado y a los Capitanes de Arecibo este año, es una dura pérdida.

Dura, pero para organizaciones grandes como Bayamón y Arecibo no representan una pérdida mortal. Este tipo de equipo usualmente se maneja con un presupuesto que se cubre antes de llegar a un clásico de campeonato. Ahora bien, al llegar, se gana de manera doble.

“Siempre nos preparamos como equipo para ganar el campeonato y darle a la fanaticada lo que se merece”, dijo el coapoderado en funciones de los Vaqueros de Bayamón, Melvin Román, quien es socio en la empresa de los Vaqueros con el pelotero Yadier Molina.

Molina, Román y los Vaqueros este año están gozando. Podrían generar sobre $800,000 en la final si llegaran a ser sede de cuatro partidos de la serie en su casa. Los números son estimados. No fueron ofrecidos por Román. Se sacan en base a un ejercicios de estimar las entradas al equipo por concepto de los precios de sus taquillas.

El año pasado, a la inversa, dejaron de generar ese dinerito. Pero no en esta ocasión.

“Al final del día, luego de que nos preparamos con un presupuesto que podamos manejar, puede sobrar algo”, dijo Román.

Román no entró en números específicos, ni habló del presupuesto, nóminas o ingresos. Solo dijo que los Vaqueros preparan un presupuesto de temporada regular que puedan “manejar” en esa etapa del torneo. Agregó que los gastos operaciones continúan en la postemporada, de serie en serie, al igual que los ingresos.

Ese sistema les permite cumplir responsablemente con los pagos aunque no alcancen la serie final, como fue el caso del 2021, cuando los Vaqueros fueron eliminados sorpresivamente en las semifinales por los Mets de Guaynabo.

“Preparamos un presupuesto que podemos manejar en la temporada regular. Luego, en la postemporada, los gastos operaciones siguen y los ingresos aumentan de alguna manera. Y entrando o no entrando corremos una operación que sea ágil y sustentable para lo que estamos haciendo”, dijo Román.

Los Vaqueros, por lo tanto, está gozando más aún en la final, en la que este año incluso montaron lugares donde la gente puede ver los juegos al aire libre mientras ellos venden mercancía del equipo.

Estos ya tuvieron un lleno total en la serie y se presume que lo mismo sucederá en el tercer juego el viernes, así como en los posible juego 5 y 6 de la serie. En cada lleno total igual se venderán refrigerios, alimentos, camisas, gorras. El dinero por la venta de cantinas no es directo a lo que vendan. El equipo ha subarrendado las mismas a personas que pagan decenas de miles de dólares por el derecho de administrar las mismas durante la temporada completa. En cuanto a la mercancía, allí se venden camisas, gorras, abrigos alusivas a los 15 veces campeones nacionales. Los precios fluctúan entre los $20 y $100.

Sin entrar nuevamente en datos de lo vendido, Román reconoció que en el primer juego al equipo le fue muy bien en esa área.

“No tengo la data, pero nos fue muy bien”, dijo.

La clasificación a la final tambien le ganó a la gerencia de los Vaqueros la entrada de “cuatro a cinco” auspiciadores nuevos, lo que generan otros ingresos.

En fin, una final genera una diversidad de ingresos que hacen más saludable la economía de los Vaqueros y, por tanto, el valor de la franquicia en el mercado, lo que es motivador, dijo Román.

“Estamos pompea’os y seguimos mejorando”, dijo.

Y este año también se montó en esa ola los Atléticos de San Germán. Y sí, falló en generar esa ganancia el equipo de Arecibo.