California.- James Harden tuvo la victoria en las manos pero no la consiguió. Ahora, los Warriors controlan la final de la Conferencia del Oeste.

Stephen Curry anotó 33 puntos para eclipsar otra exhibición sobresaliente de Harden, y Golden State superó el jueves 99-98 a los Rockets de Houston, con lo que tomó una ventaja de 2-0 en la serie.

"A veces quisiera destapar una cerveza y sentarme junto a la cancha", dijo el pívot australiano de los Warriors, Andrew Bogut, al hablar de Curry y Harden. "Estos dos chicos son de los mejores que hay en el mundo".

Harden guio una reacción de los Rockets, que perdían por 17 puntos en el segundo cuarto, y tuvo la oportunidad de coronar la remontada en los últimos segundos del encuentro. Pero Klay Thompson y Curry lograron bloquear al astro barbado, quien perdió el balón cuando el tiempo se agotaba.

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En el piso tras la jugada fallida, Harden se llevó las manos a la cabeza mientras los Warriors celebraban en la cancha. Buena parte de los 19.596 espectadores que atestaron el graderío aclamó a Golden State, y una lluvia de confeti comenzó a caer desde el techo del inmueble.

"Quisiera patear una silla. Es frustrante", exclamó Harden. "Me frustra regalar así un partido".

Harden totalizó 38 puntos, 10 rebotes y nueve asistencias, en tanto que Dwight Howard se sobrepuso a un esguince de la rodilla izquierda para añadir 19 unidades y 17 balones interceptados frente a los tableros por los Rockets, que vuelven a casa metidos en un serio problema.

"No estamos listos para irnos a ningún lado", aseguró el entrenador de los Rockets, Kevin McHale. "Simplemente vamos a seguir de pie y luchando".

El brasileño Leandro Barbosa jugó 14:41 minutos por Golden State, totalizando cuatro puntos y tres asistencias. Por los Rockets, el argentino Pablo Prigioni jugó apenas 7:48 minutos, con una asistencia y una falta.

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