Phoenix. Corey Seager inscribió su nombre junto al de tres peloteros integrantes del Salón de la Fama, al acumular 1,270 pies con sus jonrones y pegar un sencillo clave para que los Rangers de Texas conquistaran la Serie Mundial por primera vez en la historia.

Seager se unió el miércoles a Sandy Koufax, Bob Gibson y Reggie Jackson como los únicos peloteros que han ganado dos veces el premio al Jugador Más Valioso de una Serie Mundial, con su tercia de cuadrangulares ante los Diamondbacks de Arizona.

Su talento para aportar hits cruciales en la postemporada se ha vuelto una constante, tanto como su carácter sereno en el terreno. Esta última característica se alteró un poco después del jonrón con el que empató el primer juego en la novena entrada.

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Era exactamente lo que esperaba Texas cuando ofreció $325 millones para contratarlo de cara a la campaña de 2022.

Seager puso fin al juego sin hit de Zac Gallen con un sencillo por un hueco ante un cuadro desplazado en el inicio de la séptima entrada. Anotó la primera carrera de su equipo con un sencillo de Mitch Garver.

Los Rangers triunfaron por 5-0 y se llevaron el Clásico de Otoño en cinco duelos.

Seager atormentó a tal grado a los Diamondbacks que el manager Torey Lovullo quería sacar al campocorto estelar del dugout rival cuando jugaba con los Dodgers de Los Ángeles, sus adversarios de división.

“En realidad le envié a Seager una limusina para que lo llevara al aeropuerto y para traerlo a Texas cuando oí que se iba. Deseaba desesperadamente que saliera de la División Oeste de la Liga Nacional”, dijo.