Houston. Del grupo de los principales peloteros puertorriqueños de la actualidad que debutaron en el Béisbol de Grandes Ligas entre las temporadas 2014 y 2015, solo el jardinero guayamés Eddie Rosario no había tenido la oportunidad de llegar al máximo escenario al que todo pelotero aspira: una Serie Mundial.

Javier Báez y Francisco Lindor, con los Cubs de Chicago y los Indians de Cleveland, respectivamente, lo hicieron en 2016; mientras Carlos Correa y Kike Hernández lo lograron por primera vez en 2017, con los Astros de Houston y los Dodgers de Los Ángeles.

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Y en solo cuatro temporadas Hernández llegó a su primer Clásico de Otoño, de tres que jugó en total mientras estuvo en los Dodgers antes de firmar con Boston como agente libre en 2021. Correa, de igual forma, está ahora en su tercera Serie Mundial con Houston, y ganó un anillo de campeón en su primer intento en 2017, en apenas su tercera temporada en las Mayores.

Que a Rosario le haya llegado en turno en su séptima campaña como jugador de Grandes Ligas, no necesariamente es tarde, pero el guayamés está viviendo un gran momento porque al fin se le da la oportunidad de brillar en un escenario como los playoffs.

No es que Rosario no hubiera lucido antes en Grandes Ligas. Con los Twins de Minnesota, con quienes jugó sus primeras seis campañas desde su debut en 2015, tuvo tres temporadas excelentes entre 2017 y 2019, con más de 20 cuadrangulares por año y promedio de bateo de sobre .275. De hecho, en esos tres años su promedio fue de 28 jonrones con 88 empujadas y promedio de .284.

Su mejor demostración fue la de la temporada 2019, cuando sacudió 32 batazos de vuelta completa e impulsó 109 carreras, mientras promedió .276. Pero su presencia y la de los Twins en los playoffs había sido bastante limitada. Lo más lejos que llegó fue a la serie divisional de 2019 pero fueron barridos en tres juegos por los Yankees. De hecho, en tres temporadas yendo a playoffs con Minnesota, Rosario no obtuvo ni una victoria en seis juegos.

Tras una temporada acortada por la pandemia en 2020, lo impensable sucedió cuando los Twins lo dejaron libre cuando todavía tenía contrato hasta la temporada 2021. Así las cosas se quedó sin equipo, como agente libre antes de tiempo. En otras palabras, no tuvo una salida digna como se merecía. En el camino fue firmado por los Indians de Cleveland donde no tuvo una actuación de acuerdo a su potencial, y en julio fue cambiado a los Braves de Atlanta.

Eddie Rosario cuenta que anhelaba mucho tener la oportunidad que ha tenido este año de poder exhibir su talento a gran altura.
Eddie Rosario cuenta que anhelaba mucho tener la oportunidad que ha tenido este año de poder exhibir su talento a gran altura. (Ram—n "Tonito" Zayas)

Con Atlanta, Rosario viene de ganar el premio de Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, ayudando a sus Braves a avanzar a la Serie Mundial tras batear para un astronómico promedio de .560 en la serie contra los Dodgers, con tres jonrones y nueve carreras empujadas.

Con 14 hits, además, empató un récord de más imparables en una sola serie de playoffs. Incluyendo todas las series celebradas este mes de octubre, Rosario está también de líder entre los peloteros con al menos 35 turnos, con promedio general de bateo de .474.

A su llegada a Houston el lunes, un día antes del inicio de la Serie Mundial este martes en el Minute Maid Park de los Astros, el guardabosque y bateador zurdo de 30 años de edad habló con este medio sobre las sensaciones que está viviendo al tener por primera vez la oportunidad de brillar en el más alto nivel.

Distintos a otros jugadores puertorriqueños de esta generación, como Kike Hernández, Carlos Correa, Javier Báez y Francisco Lindor, no habías tenido la oportunidad de estar en este escenario, y lucir en unos playoffs y llegar a una Serie Mundial.

— Yo lo quería. Siempre lo he querido. Para eso es que yo juego, para ganar. Por eso es que mi juego es un poco diferente a los demás, porque yo juego todo el tiempo para ganar. No me preocupo tanto por los números. Cada vez que voy a los juegos, quiero ganar. Y eso es lo que a mí me ayuda a estar aquí. Al estar aquí me siento orgulloso de mí mismo.

Y hacerlo de esa manera como lo hiciste en la Serie de Campeonato, con esos números y ganando el premio de MVP, ¿le añade algo distinto?

— Sí, le añado. Pero yo lo anhelaba. Quería eso, quería lucir. Yo sabía que si me daban el break yo iba a demostrar quién yo soy, y creo que lo hice muy bien.

Kike Hernández dijo en la Serie de Campeonato de la Liga Americana que no le sorprendió tu actuación porque ya habías hecho eso desde antes de firmar como profesional, y cuando jugaste con Mayagüez (béisbol invernal). Que simplemente era que no habías tenido la plataforma todavía en Grandes Ligas.

— Eso era todo. Eso era todo; las personas no me conocían de esa manera, pero todo el que juega este deporte, y todos mis compañeros, mis amigos de Puerto Rico ellos saben quién yo soy y me respetan. Yo también los respeto a todos, y ellos saben la clase de pelotero que yo soy, y por eso es que ellos hablan así de mí.

¿Cómo describes todo lo que has pasado en menos de un año? Antes de la temporada quedas fuera de Minnesota de una manera que no hubieras querido, Cleveland te firmó pero termina cambiándote a Atlanta.

— A estas alturas yo pienso que tenía que suceder eso para que yo llegara a este escenario. Todo está en que el destino, o como lo quieran llamar, yo tenía que estar en este momento aquí. Y esa fue la manera que Dios me puso en este camino. Me puso aquí, me puso… ufff. Me puso a gozar.

Por no estar en un equipo de mercado grande, no habías podido llegar lejos en los playoffs antes, como ahora con Atlanta.

— Ya había jugado tres playoffs. Un wild card, dos playoffs, uno contra los Yankees y otro contra Houston el año pasado. Y nos eliminamos en la primera ronda. Pero nunca nadie vio a Minnesota como los ganadores. Eso me empuja a mí y me ayuda a mí. Igual que este equipo (Atlanta). A este equipo nadie lo puso entre los ganadores, porque hubo muchos jugadores en cambios y no estaba el pelotero estrella del equipo. Y por eso es que dicen eso. Pero lo que está para uno está para uno.

Minnesota era un equipo de mercado pequeño, quizás no se reconoce tanto su labor. ¿Estar ahora en un equipo como el de Atlanta y en apenas par de meses llegar a unos playoffs, te hace sentir alivio de que por fin se te dio la oportunidad?

— Yo quería. Yo decía, ‘para que la gente me conozca y sepa más de mí, tengo que llegar a un mercado grande’, y este equipo tiene mucha historia. Creo que estoy en el equipo correcto.

No solo llegas a los playoffs, sino que lo hiciste en un momento importante en que vas luego a la agencia libre. ¿Crees que a Atlanta le vaya a interesar retenerte, cuando tenía ya a un jardinero izquierdo (Marcel Ozuna, quien está inactivo por un caso de violencia doméstica)? Te interesa a ti quedarte?

— Claro. Ahora mismo el número uno en mi lista es los Bravos de Atlanta. Me han abierto las puertas, la fanaticada me da mucho aprecio. Y hay que ser agradecido. Uno siempre está buscando lo mejor para su familia. Yo creo que lo que me convenga a mí y a mi familia, lo mejor para mí, es lo que yo espero que suceda.

¿Estás buscando un término de años en específico?

— No sé lo que me toque en el camino. Ya estuve como agente libre el año pasado. Fue un año difícil. Pero yo creo que estamos terminando excelente y podemos mejorar el año que viene.

Sabes que se ha hablado de la posibilidad de una huelga en Grandes Ligas en diciembre. ¿No temes que esto vaya a afectarte en el periodo para negociar?

— Claro, claro, esto afecta a todo el mundo, pero son cosas que yo no tengo el control de eso. No puedo hacer nada, de verdad. Me han tocado las peores cosas en mi carrera; el COVID, (el huracán) María en Puerto Rico… muchas cosas que no han sido fáciles. Pero todavía estamos aquí.

¿Cuán productivo fue para ti Mayagüez y jugar con los Indios en la liga invernal por varios años?

— Eso fue una enseñanza. Esto es todo una enseñanza. Creo que Puerto Rico me enseñó mucho en la liga de invierno. Gracias a ellos estoy aquí. Y sé que todos están orgullosos de mí porque salí de ahí. Siempre estuve ahí; nació mi talento en esa liga. Y eso es lo importante, que sigan saliendo peloteros, porque para eso es la liga.