Nueva York. Edwin ‘Sugar’ Díaz estaba tirando de duro en el pasado.

Ahora está tirando durísimo; llegó hace unas semanas a registrar 103 millas en uno de sus lanzamientos que le marcó el radar del estadio City Field de los Mets.

No es el radar, es que realmente está tirando así de duro.

“He tenido más velocidad”, dijo. “El entrenamiento físico que hice en la temporada libre me ha fortalecido. He aumentado libras y el aumento en la velocidad se ha visto. Y es que me siento súper bien físicamente. En el punto en que estoy en mi carrera me siento súper bien”, mencionó.

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Díaz estaba duro desde que lanzaba con los Mariners de Seattle entre el 2016 y 2018, al igual que cuando llegó a Nueva York en el 2019. Su velocidad entre el 2016 y 2021 estaba entre los 97.9 y 98.8 millas por hora. Este año, con 28 años cumplidos, Díaz está promediando 99.1 millas por hora, de acuerdo a baseballsavant.mlb.com.

Pero la velocidad es solo parte de su éxito este año, cuando su efectividad está en 1.47 y suma 105 ponches en 55 entradas. Tiene 29 salvados.

Lo que ha sido la mayor parte de su éxito ha sido tirar strike abriendo conteos, dijo.

“El strike número uno, como yo le llamo, ha sido bien alto este año. Eso me da la oportunidad de seguir atacando a los bateadores, y gracias a eso hemos tenido una gran temporada”, comentó.

El por ciento de primer strike de Díaz en el 2022 es de 70.8 por ciento. El por ciento previo más alto de Díaz en sus primeras seis temporadas en las Mayores era de 67.5 en el 2017, de acuerdo a baseballsavant.mlb.com.

Díaz combina el ataque a los bateadores con ‘sliders’. De hecho, el 54 por ciento de sus lanzamientos en ‘slider’ terminan en ‘swines’ que abanican.

Por todo lo anterior, Díaz se ha convertido en el lanzador que los Mets esperaban cuando lo adquirieron en el 2019 desde los Mariners de Seattle. Es la sensación de la fanaticada, el que esperan que salga por el portón del bullpen al ritmo de las trompetas de la canción Narcos para encender el City Fields.

Díaz ha manejado esa situación magistralmente, con soltura y enfoque al mismo tiempo.

“Es algo grande. Nueva York está a otro nivel. En la situación que me ponga, con el marcador arriba o abajo, el parque se cae”, dijo.

El nivel que ha alcanzado Díaz ha llegado hasta los hipódromos de esta ciudad.

Recientemente, en el hipódromo niuyorquino en Saratoga se escuchó Narcos por los altoparlantes cuando presentaron a los jinetes del clásico Travers, que es uno de los indicativos para el Breeders Cup de noviembre.

Y sobre esa misma pista debutó hace un par de semanas el potro Closethegame Sugar (Cierra el juego Sugar), que, de hecho, es mitad propiedad de Díaz. El potro gano ese día en su debut con la monta del boricua, fanático de los Mets y amigo de Díaz, José Luis Ortiz.

Díaz, el dueño, está motivado con el caballo que compró en $10,000 y que sacó un premio de $45,000 en su victoria.

“Debutamos ganando. Espero que el potro se mantenga saludable y que siga logrando triunfos”, dijo Díaz, quien agregó que el ejemplar volverá a correr el 4 de octubre en un clásico en Ohio.