Dorado. El teléfono en la residencia de Carlos Delgado permaneció en silencio la noche del domingo, cuando el Comité de la Era Contemporánea anunció al elegido que ingresará al Salón de la Fama en 2026.

Fue una señal de que, al menos por ahora, la isla no iba a festejar a un nuevo puertorriqueño inmortal en Cooperstown.

Delgado se quedó a tres votos de convertirse en el sexto boricua en el Recinto de Inmortales. Obtuvo nueve de los 16 integrantes del comité que votaron durante las reuniones de invierno de las Grandes Ligas en Orlando, Florida.

Solo el otrora intermedia Jeff Kent recibió la llamada, con 14 votos, entre los ocho candidatos que incluían a Delgado, Barry Bonds, Roger Clemens, Gary Sheffield, Dale Murphy, Don Mattingly y el mexicano Fernando Valenzuela.

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El el extoletero aguadillano, de 53 años, necesitaba al menos 12 votos (un 75%) para asegurar su placa dorada.

Una hora después del anuncio, Delgado recibió a este medio en su hogar, donde esperó la noticia junto a su familia cercana. Se encontraba de buen ánimo pese al resultado.

A Delgado, máximo jonronero puertorriqueño en la historia de las Mayores con 473 bambinazos, no le gusta quedar en segundo lugar. En cambio, tomó como beneplácito el apoyo que recibió de sus allegados y la fanaticada puertorriqueña desde que el pasado 3 de noviembre, cuando supo que tendría un segundo turno al bate para recibir uno de los máximos honores en el deporte.

“Es un proceso que tú no tienes control de lo que va pasar. No hay una manera específica de saber cuáles son los criterios de votación. Uno está esperanzado y positivo, pero en esto, como dicen, hay que tener dos sacos”, dijo Delgado a este diario en la comodidad de su casa.

“Hay un procedimiento que te llaman un poco antes, si tú vas a entrar, te dicen que te van a llamar. Cuando llegó la hora de que no iban a llamar ya uno sabía. Era cuestión de luego esperar el televisor para saber cuál había sido el orden. Sorprendido porque solamente cogieron a uno, pero, volvemos, estaba positivo. Pero nada que me sorprendiera porque tú no sabes qué va pasar. Por ejemplo, si el comité decidía que iban a apoyar a Clemens y Bonds, pues no hay liga con esos dos tipos”, relató.

Clemens, siete veces ganador del Premio Cy Young y Bonds, máximo jonronero en la historia de MLB, recibieron menos de cinco votos. Sus respectivas carreras estuvieron atadas a la era de esteroides para mejorar el rendimiento.

Ambos tendrán que esperar hasta 2031 para volver a ser considerados. Delgado, en cambio, hasta 2028.

El comité incluyó a leyendas latinoamericanas como Atanacio “Tany” Pérez y Juan Marichal, así como propietarios de organizaciones, exgerentes generales, dos periodistas y un historiador, anunciados por el Salón a principios de mes.

“Es un momento... interesante. Da un poco de ansiedad porque estás esperando y esperando y no puedes hacer nada. En un juego puedes batear, puedes inventar un toque, hacer un hit and run. Aquí es esperar y esos últimos minutos está la incertidumbre, pero lo chulo es que lo pasé en mi casa en la intimidad de mi familia. Mi esposa, mi hija, mi hijo que está en la universidad conectado por llamada, mis suegros, mi hermano, mi papá y mamá. Era la gente con quien quería estar. Al final del día, es importantísimo para mí”, compartió Delgado.

El inicialista, querido por la afición puertorriqueña, jugó 17 temporadas en las Mayores con los Blue Jays de Toronto, los entonces Marlins de Florida y Mets de Nueva York. Bateó para .280 e impulsó 1,512 carreras.

Optimista de cara a 2028

Delgado sintió consuelo por el apoyo recibido durante el último mes tras su nombre aparecer nuevamente en contienda para ingresar al Salón de la Fama luego de sacar un debatible 3.8% en su primer intento en 2015, dejándolo de elecciones futuras al no obtener el mínimo de 5%.

“Lo que hizo el proceso superchulo es que, desde el 3 de noviembre, el anuncio de los ocho, la fanaticada y el pueblo de Puerto Rico han sido bien bueno conmigo y siempre, siempre les he dado las gracias. Pero, las muestras de cariño (en las últimas semanas), la gente diciendo que iba a mí, rezando por uno, con velas prendidas. Fue hermoso. Muchas cosas bonitas salieron del proceso”, reflexionó.

“Claro, tú quieres entrar. No hay otra manera. Pero, dentro de todo, tener el apoyo de la gente, de la familia. De 16 saqué nueve votos. Me quedé cortito por tres. Nueve creyeron en mí. Son cosas chéveres. Aumenta la posibilidad de que te puedan evaluar otra vez en tres años”, agregó.

El Comité de la Era Contemporánea, que evalúa el impacto y aportación de los peloteros desde 1980 en adelante, volverá a reunirse en diciembre 2028. El nombre de Delgado podría nuevamente estar en juego.

“Quiero pensar que sí pero no hay nada garantizado. Cuando llegue el momento, llega. Lo veremos de una manera positiva. Es curioso. Yo no puedo hacer más. No puedo empujar una carrera más. Estoy orgulloso de la manera que uno llevó su carrera, lo que uno hizo, el esfuerzo, tanto en el terreno jugando, comportándose como un profesional y en la manera que uno se ha comportado después de retirado, las labores (humanitarias con su Fundación Extrabases). Soy agradecido. La vida ha sido buena. No nos podemos quejar”, señaló el también ganador del Premio Roberto Clemente.

“Si estás buscando lo positivo dentro de lo que no pasó pues de los otros siete tú fuiste el que más que sacaste. Por lo menos nueve personas piensan que mereces estar en el Salón de la Fama. Lo veo de una manera positiva. Pienso que la gente también va a pensar que uno está rompiendo cosas, volviéndose loco. Pero, llegando al proceso, hablando con la gente súper 'close’, hemos hablado con muestras de cariño. Un montón de panas escribiendo para la próxima. Eres nuestro Salón de la Fama. Son cosas que ayudan y validan la amistad que uno tiene”, apuntó.

Kent fue su ‘roommate’

Kent, un segunda base con 17 años de carrera, fue seleccionado por el comité tras batear para .290 con 377 jonrones y 1,518 carreras impulsadas. Sus vuelacercas son la mayor cantidad para un segunda base en la historia de MLB.

Kent salió de los Blue Jays en 1992, un año después del debut de Delgado en 1993 con la novena canadiense. Sus mejores años vendrían con los Giants de San Francisco.

“Es meritorio. Irónicamente, fue mi primer roomate en liga menor, en 1989. Estábamos juntos cuando lo cambiaron de siore a segunda base. Nunca lo voy a olvidar de ese momento porque estaba practicando ‘doble plays’ y le salió un ampolla en un pie”, recordó entre risas.

“El Salón de la Fama reconoce la grandeza de un jugador. Posiblemente, no hubo nadie más grande ofensivamente en la segunda base que él. Demostró consistencia a través de un periodo de 17 años. Le comentaba a mi esposa que cuando vi los ocho, lo primero que dije fue que Kent es caballo porque si lo comparas en su posición con los números que hizo, la verdad es difícil. Todo depende que quiénes están ahí y cómo decidan votar”, concluyó.