Houston. Al parecer no se le cumplirá el deseo al receptor Yadier Molina, de los Cardinals de San Luis, de jugar en su último año en 2022 para un dirigente boricua en las Mayores. Al patrullero y jugador del cuadro Kike Hernández, sí se le dio cuando firmó con los Red Sox de Boston antes de la campaña 2021, pero lo que encontró al jugar esta temporada para el piloto Alex Cora, era más de lo que esperaba.

Del mismo modo que los peloteros puertorriqueños y latinos en general continúan teniendo protagonismo en Grandes Ligas, y sobre todo en los juegos durante la época de playoffs, los dirigentes y coaches hispanos han mostrado cada vez más su éxito en este escenario.

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Y es que ya no necesariamente se le contrata solo para que puedan comunicarse con un grupito de jugadores hispanos en cada club. Ahora están asumiendo posiciones de envergadura como sucedió cuando Cora fue nombrado dirigente de los Red Sox en 2017 y se estrenó al año siguiente ganando la Serie Mundial de 2018.

O como el dominicano Oliver Mármol, quien acaba de ser nombrado dirigente de los Cardinals, convirtiéndose ahora en el mánager más joven en las Grandes Ligas. De hecho Molina había expresado hace unos días que le gustaría jugar para un piloto puertorriqueño antes de su retiro, luego de que San Luis anunció el despido de Mike Shildt.

Hernández, al quedar agente libre el año pasado, anhelaba jugar para un mánager latino, y entonces firmó con Boston.

Fue Hernández quien trajo a colación un aspecto que para él es fundamental para el éxito de un equipo tanto dentro como fuera del terreno. El hecho de que Cora se puede comunicar muy bien no solo con los latinos, sino con los peloteros estadounidenses. Y no solo es una cuestión del idioma, de que el cagüeño domina tanto el inglés como el español.

Joe Espada -conversando con Carlos Correa y Alex Bregman- es uno de varios entrenadores hispanos que trabaja desde hace muchos años en Grandes Ligas. Es el coach del banco de los Astros de Houston.
Joe Espada -conversando con Carlos Correa y Alex Bregman- es uno de varios entrenadores hispanos que trabaja desde hace muchos años en Grandes Ligas. Es el coach del banco de los Astros de Houston. (Ramón “Tonito” Zayas)

“Hace no muchos años, no sé si ya todos lo hacen, pero usualmente eran tres coaches en las ligas menores por cada equipo. El pitching coach, el hitting coach y el dirigente. En los últimos cinco años han empezado a incorporar a un cuarto coach, que usualmente es bilingüe, para poder comunicarse con los latinos, porque hay tantos peloteros latinos a lo largo de todo el béisbol. Y no solo es una cuestión de comodidad (para los jugadores), sino que la comunicación siempre la haya, y no haya malos entendidos. Que todo el mundo se esté entendiendo y todo el mundo esté en la misma página”, dijo Hernández.

“Hay gente que piensa que son peloteros y ya. Pero a través de una temporada de 162 juegos pasan cosas fuera del terreno. Tal vez son boberías, pero si el dirigente te puede entender, y sabe lo que está pasando, eso ayuda mucho”, reconoció Hernández en el marcao de la Serie de Campeonato de la Liga Americana que concluyó la semana pasada con la eliminación de Boston ante los Astros de Houston.

“A veces los coaches tienden a echar para un lado u otro dependiendo de dónde sean, y aquí no ves eso. Aquí todo el mundo está unido y es una familia grande. Tenemos casi la misma cantidad de latinos que de americanos y tenemos un japonés también. Un montón de culturas y lo mejor de tener tantas culturas, es aprender tantas cosas. Si uno tiene curiosidad por aprender, aprende lo que quiera”, agregó por su parte Ramón Vázquez, coach de control de calidad de los Red Sox.

Alguien que puede dar fe de lo importante que ha sido que los coaches latinos de los Astros puedan comunicarse en ambos idiomas, y tengan cercanía tanto con latinos como los estadounidenses, el es coach de bateo de Houston, Troy Snitker, quien comparte la misma labor en el equipo con el puertorriqueño Alex Cintrón.

Kike Hernández - a la izquierda - dijo que más allá del idioma, Alex Cora -a la derecha- sabe comunicarse tanto como con el pelotero hispano como con el norteamericano.
Kike Hernández - a la izquierda - dijo que más allá del idioma, Alex Cora -a la derecha- sabe comunicarse tanto como con el pelotero hispano como con el norteamericano. (Ramón “Tonito” Zayas)

“El béisbol es un mundo. Y nuestro clubhouse es tan bellamente diverso, con muchachos de todas partes del mundo, que es un beneficio hablar y relacionarse con ellos en inglés o español”, dijo a este medio Snitker, hijo del dirigente de los Braves de Atlanta, Brian Snitker, con quien se encontrará frente a frente en el terreno en esta Serie Mundial. “Es algo en lo que el juego ha crecido y que yo reconozco, por lo que me dio deseos de aprender español”.

El coach de banco de Houston, el también boricua Joe Espada, tiene una explicación sencilla de lo que marca la diferencia con los entrenadores e instructores latinos.

“Por nuestra cultura latina, somos seres que nos gusta sentarnos y compartir, y salir de la oficina y no estar solos. Nos gusta estar por el comedor con los peloteros y conocerlos a nivel personal. Se nos hace fácil ser buenos coaches ya que no solo estamos en la parte del coach; porque creamos un desarrollo personal por el que pueden confiar en nosotros, y nos dicen lo que necesitan”, dijo Espada, sobre algo que entiende que es necesario pues pasan de ocho a nueve meses al año juntos.

Esa relación no solo es mutua entre jugadores y coaches, sino entre los mismos técnicos.

“Pasamos mucho tiempo juntos. Tenemos una buena relación y Alex es uno de mis buenos amigos. Fuera del juego estamos juntos. Es una persona especial”, dijo Snitker de Cintrón.

Para Yuli Gurriel, el primera base cubano de los Astros, es un orgullo no solo que los peloteros latinos brillen por su ejecutoria en el terreno.

“Siempre es bueno y está creando una reputación bien importante a nivel de MLB en general”, dijo sobre la actuación de coaches y dirigentes latinos. “Cada vez que los latinos tienen esa reputación, esa actuación, me siento muy contento. De verdad que nos sentimos orgullosos de ellos”.