Miami. La gema del lunes encabezada por el lanzador José de León será conservada en el libro de la historia del béisbol boricua y de todos los jugadores del Team Rubio aún si no llega a los libros del Clásico Mundial de Béisbol.

De León, de 30 años, se sintió reivindicado luego de tantos traspié con tres organizaciones de las Grandes Ligas, incluyendo haber tenido que pasar por varias cirugías, así como revitalizado para intentar brillar este año con los Twins de Minnesota.

“Como le dije a los muchachos en el camerino, tener un momento como éste luego de todos los obstáculos que he tenido en mi carrera es especial. Ahora, hacerlo frente a mí familia, la fanaticada de Puerto Rico, con la camiseta de Puerto Rico, lo hace 100 veces más especial”, dijo el isabelino en referencia al juego perfecto que encabezó y que incluyó la labor de otros tres lanzadores relevistas.

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De León guardó la bola del out final que él propinó en el juego ante Israel. Yadier Molina no se la pidió cuando lo fue a reemplazar en la lomita tras 5.2 entradas lanzadas, 17 outs propinados de forma consecutiva y 64 lanzamientos realizados. No pudo lanzar más porque la regla del torneo no permite que ningún lanzador exceda los 65 lanzamientos durante la primera ronda del torneo salvo que alcance la cifra durante un enfrentamiento contra un bateador.

La bola se la llevó firmada por todos sus compañeros en la gesta, los lanzadores Jacksel Ríos, Edwin ‘Sugar’ Díaz y Duane Underwood, hijo.

El juego fue perfecto, sin hits ni carreras, aunque técnicamente no será considerado en los libros de historia del Clásico Mundial de Béisbol porque el juego no llegó a la distancia de nueve entradas. El partido concluyó por nocaut en la octava entrada y con marcador de 10-0. Es la primera vez en la historia del béisbol que un partido perfecto se finaliza por nocaut con un hit que deja sobre el terreno al equipo rival.

El dirigente Molina abundó sobre lo logrado por De León, a quien dijo que conoce desde joven.

”Sé que es un momento especial para él y para todos nosotros. Pero en espacial para él, que tenía a su familia aquí y sabiendo todo lo que ha pasado con él. Es un buen regalo para él. Yo conozco a José, lo que ha trabajado para estar en esta posición. Se lo merece”, dijo Molina.

Martín Maldonado llevó el juego de De León y los tres relevistas que le sucedieron.
Martín Maldonado llevó el juego de De León y los tres relevistas que le sucedieron. (Carlos Rivera Giusti)

Martín ‘Machete’ Maldonado también fue parte instrumental en la gesta. Fue quien pidió los lanzamientos a todos los lanzadores. Y De León le dio crédito por eso.

El naguabeño, quien ya antes había formado batería con varios lanzadores en juegos sin hits combinados en las Grandes Ligas, incluyendo uno en la pasada Serie Mundial, se disfrutó ser parte del juego perfect porque esta vez llevaba la camisa con el nombre de Puerto Rico sobre el pecho y en un escenario grande del béisbol.

“Qué mejor que recibir uno para Puerto Rico. Es lo mejor que uno puede hacer ya que sabemos lo importante que son estos juegos. Es un honor cada vez que uno tiene la oportunidad de tener a Puerto Rico en el pecho. Este es uno de los mejores eventos que ha jugado en mi carrera”, dijo al naguabeño.

Esas son palabras mayores viniendo de quien ha jugado 12 temporadas en las Grandes Ligas y ha ganado una Serie Mundial y un Guante de Oro. Maldonado también ha representado a Puerto Rico dos veces en Series del Caribe con los Indios de Mayagüez, su equipo base en la Isla.

Molina movió las fichas en el relevo para preservar el 'juego perfecto'.
Molina movió las fichas en el relevo para preservar el 'juego perfecto'. (Carlos Rivera Giusti)

Al igual que refirió se De León, Molina también tuvo palabras de elogio para Maldonado, su sucesor en la receptoría de Puerto Rico.

“Martín es un caballo. Es súper inteligente. Junto a él, con Ricky Bones (coach de lanzadores), Víctor ‘Tavo’ Ramos (analítica), prepararon un gran juego”, dijo.

Por su parte, Molina, quien tiene una carrera laureada, tanto en Estados Unidos como en representación de Puerto Rico, también colocó la gema que dirigió con las movidas que hizo llamando al bullpen como una de las mejores juegos en los que ha estado involucrado en su carrera.

El Equipo Nacional le tiró un juego perfecto combinado y le dio nocaut (10-0) a Israel en el Clásico Mundial de Béisbol.

“Este juego está allá arriba. Estoy bien contento.Pero no lo tomo personal; lo tomo en equipo. Me siento bien contento por los muchacho. Se lo merecen”, dijo Molina.

La realidad es que pocas personas han podido ser parte de un juego perfecto en la historia del béisbol. En las Grandes Ligas, por ejemplo, solo hay acreditados 23 perfectos en 147 años de historia y sobre 235,500 partidos. Hubo otro en el 2010, por el lanzador venezolano Armando Galarraga, pero una terrible decisión de un árbitro en lo que debió ser el out final tronchó la gesta. Fue uno de los desastres que dieron paso a la aceptación de las revisiones de jugadas en video posteriormente.