CIDRA.– La plaza de recreo del Pueblo de la Eterna Primavera lucía inusualmente activa este jueves en la tarde con la presencia de decenas de personas de todas las edades. La razón era sencilla: uno de los suyos, el boxeador cidreño José “Sniper” Pedraza (19-0, 12 KO’s) realizaría un entrenamiento público de cara a su próximo combate del 13 de junio en Alabama, Georgia, ante el ruso Andrey Klimov (19-1, 9 KO’s) por el título mundial vacante junior ligero (130 libras) de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).

Era la primera vez que muchos tendrían la posibilidad de ver al atleta tan cerca.

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“Para mí esto es un orgullo. Me encanta que mi pueblo de Cidra me vea”, dijo un sonriente Pedraza antes de comenzar la sesión de entrenamiento que compartió junto a otro prospecto cidreño, Luis “Zurdo” Rosario (5-0-1, 5 KO’s).

“Esto es para que el pueblo sepa que estamos bien y que nos estamos preparando bien para traerle gloria a Cidra y a Puerto Rico”, agregó el boxeador de 26 años que nunca había realizado un entrenamiento público en su pueblo.

El invicto peleador, que mostró su rapidez sobre el ensogado, agregó que el apoyo del pueblo no le suponía una presión. Al contrario, lo utilizaba a su favor. “Yo siempre cuento con el apoyo de ellos (el pueblo del Cidra) y siempre estoy agradecido de eso apoyo. Así que no es presión ninguna. De ganar me convertiría en el primer campeón cidreño”, puntualizó el atleta que recordó a Nicolás “El Puma” Ortiz, una gloria del boxeo de ese pueblo que falleció.

“Me enorgullecería mucho traerle ese título a Cidra y compartirlo junto a mi pueblo”, agregó el poseedor del título superpluma (130 libras) de la Organización Internacional de Boxeo (OIB) mientras las personas alrededor le tomaban fotos.

Por su parte, el entrenador de Pedraza, Luis Espada, se mostró emocionado al ver el apoyo del pueblo. De hecho, al repasar todo lo que han pasado tanto él como su hijastro, se le trabó la voz.

“Esta es una reunión con el pueblo, un encuentro con el pueblo de cara a esta gran encomienda de ir a buscar el título mundial a Alabama. Nunca lo habíamos hecho aquí en la plaza. Es un privilegio que tenemos, el que Pedraza sea la primera esperanza de Cidra para tener un campeón mundial”, apuntó Espada mientras miraba a su pupilo sobre el ensogado.

“El evento del 13 de junio es de más envergadura y queremos que Cidra sepa que tenemos grandes hijos y grandes glorias en el deporte del boxeo y necesitamos que nuestro pueblo se levante en el deporte”, apuntó Espada.

Al repasar la trayectoria de 14 años de Pedraza, el veterano entrenador –visiblemente emocionado- manifestó que había sido un camino duro, pero satisfactorio.

“Es una mezcla de sentimientos”, dijo antes de pausar para recomponerse. “Ver cuando un hijo se levanta es fuerte en estos tiempos. Mantenerlo enfocado… Hay cosas difíciles que nadie sabe. Es un sentimiento bueno… Ver un pueblo cómo te apoya sabiendo que la necesidad de un pueblo a veces se sostiene en un joven”, expresó Espada, que entiende que su boxeador tiene oportunidad de traer esa corona.

Amor reciprocado

Si Pedraza y Espada se sentían felices al compartir tan de cerca con su gente, ese mismo pueblo reciprocó el sentimiento con su presencia y con los aplausos que le ofrecieron al atleta cada vez que terminaba una rutina sobre el ensogado.

“Esta es una oportunidad magnífica porque es nuestro campeón. Además, hay muchos cidreños que no habían tenido la oportunidad de verlo tan cerca en este tipo de trabajo. Verlo así, nos da una perspectiva distinta de lo que es un boxeador y de su condición física”, señaló Neftalí Calderón, vecino del barrio Bayamón, que fue uno entre las decenas de personas que se asomaron a la plaza.

Calderón agregó que todos los cidreños estaban orgullosos de Pedraza “por lo que él representa no solo como atleta, sino como persona”.

En otra esquina de la plaza, Carlos Alberto García indicó que llegó a ver a Snipper Pedraza en muestra de apoyo a su antiguo alumno en la escuela José T. Piñero. “Es algo interesante porque mucha gente no lo había visto, aunque yo lo fui a ver a su última pelea (con Michael Farenas). Yo le di clases a él en la escuela intermedia y eso me motivo a verlo porque siempre ha sido un buen atleta y buen estudiante. Muy respetuoso”, acotó el maestro de matemáticas residente de la Urbanización Treasure Valley.

Por su parte, Juana Bracetti y Dora Cosme, también residentes de Cidra, declararon que estaban felices por los logros del Pedraza. 

“Lo que él ha logrado es muy bonito. Él es un buen muchacho y me siento feliz por sus logros. Me siento orgullosa”, sostuvo Bracetti, quien se identificó como sobrina de la patriota Mariana Bracetti.

“Ese es mi pana, es amigo de mi hijo. Yo estoy muy feliz por él”, expresó – por su parte- Cosme. “Es tremendo muchacho”, añadió mientras se movía nerviosamente cerca del ensogado.