Ángel “Tito” Acosta tiene una deuda pendiente con Juan José Muciño, quien fuera su entrenador hasta días antes que falleciera el pasado julio y el púgil puertorriqueño tiene la intención de satisfacerla.

El próximo 10 de septiembre, Acosta retará al japonés Junto Nakatani por el cinturón de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), versión de las 112 libras, pero tendrá que subir al ring sin Muciño a su lado. El mexicano murió a los 49 años por complicaciones a raíz de contraer el virus COVID-19 en México.

Ahora me dará más fuerzas para llevar ese título a donde está y darle las gracias por todo en lo que me ayudó”, compartió Acosta desde Indio, California.

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“Fue duro el momento. Juan sufría de unos problemas respiratorios y pensamos que iba a salir de esa porque estuvo en la casa en recuperación, pero comenzó a sentirse mal, nos pidió que los lleváramos al hospital y salió positivo a COVID-19”, agregó.

Poco después, falleció. Acosta comenzó a considerar distintas alternativas para que tomara las riendas de su preparación ante el compromiso de enfrentar a Nakatani. Finalmente, optó por Joel Díaz.

“Ya lo había visto trabajar en el gimnasio. Hablé con Miguel Cotto y me dio la libertad de decidir. Me dijo que era una buena idea, así que hablé con Joel y aceptó”, indicó Acosta.

Díaz hizo 28 peleas en el boxeo rentado hasta que se vio forzado al retiro por una lesión en un ojo. Poco después, se inició como entrenador y ha tenido la oportunidad de trabajar con campeones como Timothy Bradley Jr y Abner Mares.

El púgil asegura que está a gusto trabajando bajo la tutela de Joel Díaz.
El púgil asegura que está a gusto trabajando bajo la tutela de Joel Díaz. (Suministrada / MCP)

Me siento a gusto trabajando con Joel y Antonio Díaz. Me he acoplado trabajando con ellos. A las 11:00 de la mañana tengo que estar en el gimnasio para trabajar. Joel ha estado estudiando las peleas de Nakatani así que tiene la estrategia para el japonés. Lo tenemos bien estudiado”, dijo.

La trágica muerte de Muciño, no será un impedimento para despejar a Nakatani.

Física y mentalmente me siento bien tranquilo y concentrado para ese día darle el título a Puerto Rico que tanto lo necesita, además de que representa el futuro de mi familia. Quiero demostrar que todavía hay Acosta para largo rato”, concluyó.