Canastota, Nueva York. Además de exhibir cinturones de campeonato, batas, guantes, boletos de entrada, portadas de la revista especializada ‘The Ring’ y fotos de los exaltados, el Salón de la Fama del Boxeo Internacional posee una vasta colección de los puños de boxeadores.

El muestrario se encuentra en un salón al fondo de la instalación. Los visitantes pueden comparar los tamaños de los puños y conocer los campeonatos que han obtenido gracias a esas manos.

Este año se unirá a la colección el puño del múltiple excampeón, el puertorriqueño Miguel Cotto, quien este viernes participó de la actividad denominada “Fist Casting”, en la que a los integrantes de las clases 2020, 2021 y 2022 se les hizo un molde de uno de sus puños para posteriormente crear una réplica de esa extremidad.

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El otrora monarca de cuatro divisiones fue el quinto exaltado que subió al escenario que se preparó en los abarrotados terrenos del Salón de la Fama para inmortalizar su puño izquierdo.

Se sintió algo frío”, expresó Cotto, quien reinó en las categorías júnior wélter, wélter, junior mediano y mediano. “Es como hacerte una boquilla, pero en las manos”, agregó mientras firmaba autógrafos ante un grupo de fanáticos.

Las personas que hacían fila llevaban consigo guantes, fotos, revistas y hasta una bandera de Puerto Rico.

Durante su presentación ante el público al momento de participar de la toma de su molde, el presentador utilizó la clásica entonación del promotor Don King cuando decía “Puerto Rico” y bromeó con que Cotto sonreiría, en alusión a la seriedad que caracteriza al ahora también promotor. El comentario surtió efecto, pues -en efecto- Cotto sonrió.

Antes de proceder a poner sus manos dentro de los cubos de plástico en el que depositaban el material que imprimiría la forma de sus puños, a los exaltados se les ponía vaselina para que pudieran sacar sus manos.
Antes de proceder a poner sus manos dentro de los cubos de plástico en el que depositaban el material que imprimiría la forma de sus puños, a los exaltados se les ponía vaselina para que pudieran sacar sus manos. (VANESSA SERRA DIAZ)

Otro inmortal que también participó del evento fue el mexicano Juan Manuel Márquez, quien fue el primero en poner sus manos para que le hicieran el molde.

“Estoy muy contento. Agradecido con toda la gente que hicieron este evento posible. Soy de la inducción del 2020. A la verdad que me siento muy contento de ser uno de los peleadores mexicanos en ser elegido al Salón de la Fama”, declaró el excampeón mundial en cuatro pesos.

Según se explicó en la presentación, la actividad de tomar las impresiones de los puños de los peleadores comenzó en 1990. El Salón posee una colección previa del dentista Walter Jacobs, que incluye réplicas de púgiles que pelearon entre las décadas de 1920 a 1940.

Jacobs, fallecido en 1992, desarrolló protectores bucales de goma moldeados individualmente para boxeadores.

También se compartió que los puños están hechos de material dental y posteriormente son pintados de color bronce con la técnica de “air brush”.

Antes de proceder a poner sus manos dentro de los cubos de plástico en el que depositaban el material que imprimiría la forma de sus puños, a los exaltados se les ponía vaselina para que pudieran sacar sus manos. El proceso de tomar las muestras dura alrededor de cinco minutos.