BELO HORIZONTE, Brasil. Los fanáticos brasileños salieron como si hubieran salido con vida después de saltar sobre un abismo con los ojos vendados.

El sufrido triunfo de Brasil sobre Chile en penales los dejó caminando hacia sus casas con una emoción matizada de alivio como si hubieran salido con vida después de haber estado bajo la guillotina por más de dos horas.

"¡Es el mejor juego de la Copa!", exclamó Najla Kamache, quien no dejó de gritar en todo el partido y durante los penales se quedaba sin aire llamando el nombre del portero brasileño: "¡Julio César! ¡Brasil!" 

"Es el mejor juego. No quiero más ninguno. Brasil ya ganó", dijo luego un poco más calmada. "Estaba bien, bien asustada. Sabía que iba a ser bien sufrido, pero confiábamos en que íbamos a ganar".

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Chile, en efecto, tomó por sorpresa a los fanáticos, que era la abrumadora mayoría de los 57,174 parroquianos que llenaron el Estadio Minerao.

"A pesar del resultado, ha sido positivo para Brasil, pero tenemos mucho que mejorar", comentó Tiago Bueno.

Por su parte, los fanáticos chilenos salían con una mezcla de emociones por haber sido un rival digno, pero con el dolor de haber tenido al alcance de la mano una victoria histórica.

"El partido lo tuvimos. En el segundo tiempo mejoramos bastante", sostuvo Hugo Soto. "Pudimos anotar en el tiempo complementario y en verdad esto para nosotros es un empate, porque los penales eran para cualquiera".

"Los mismos brasileños nos felicitaban por el equipo que tuvimos", agregó. "Lamentablemente tenemos poca historia en el fútbol. Brasil nos lleva muchos años y en los penales erramos, pero son cosas que nos sirven para mejorar".

En cambio, Eduardo Torres, de Antofagasta, Chile, dijo que los hinchas de "La Roja" sudamericana deben sentirse orgullosos de su selección.

"En años se había visto un Chile Brasil tan igual… (fue) un verdadero partido de octavos de final. Cualquiera de los dos podía ganar. Fue una lotería. Lamentablemente Chile perdió en los penales pero dimos todo lo que se podía dar en la cancha", expresó Torres.

"Duele mucho porque (Mauricio) Pinilla tuvo el tiro final. Lamentablemente pegó en el travesaño y se nos fue el partido", afirmó. "Pero nos vamos felices, con la frente, en alto porque nunca se había visto un partido de Chile tan aguerrido".