Barcelona, España— El brasileño Neymar debutó en el clásico del fútbol español con un gol de quilates y una oportuna asistencia al chileno Alexis Sánchez, e impulsó la victoria por 2-1 del Barcelona sobre el Real Madrid el sábado, por la décima fecha de la liga española, distanciando al equipo azulgrana de su gran rival en lo alto de la clasificación.

El Barsa, vigente campeón, manda con 28 puntos por 22 del Madrid y 24 del Atlético de Madrid, que juega el domingo contra el Betis, gracias a la actuación de Neymar, quien marcó a los 19 minutos el primer tanto del triunfo azulgrana. Fue la novena victoria del Barsa en 10 fechas y la primera sobre los “merengues” en sus últimas tres visitas ligueras al estadio Camp Nou.

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“Ha sido emocionante marcar en un partido que todos quieren jugar. Estoy feliz por los tres puntos. El gol de Alexis me dejó sin palabras”, declaró Neymar.

Sánchez, que ingresó de suplente a los 69 minutos, se benefició de un pase del brasileño para finiquitar el partido con un golazo a los 78, que hizo inútil el recorte de Jesé Rodríguez en los descuentos por parte del Madrid.

La ventaja de seis puntos permite al Barsa afrontar con mayor colchón la semana entrante, que le depara partidos de liga contra el Celta de Vigo el martes y el Espanyol el viernes por el clásico ciudadano.

“Queda más del 60 por ciento del campeonato y debemos considerar también al Atlético. Hoy fuimos de más a menos. Con los cambios recuperamos un poco el control. Neymar jugó un buen partido. Alexis tiene la autoestima muy alta y ha hecho un gol decisivo. Su temporada es excelente”, opinó el técnico argentino Gerardo Martino.

El Madrid, que ya perdió contra el Atlético por la séptima fecha, sigue sin dar con la tecla y debe enfrentar al rocoso Sevilla el miércoles y al vecino Rayo Vallecano el sábado.

En un día en que la afición azulgrana homenajeó con un mosaico al timonel de la pasada campaña, Tito Vilanova, Martino solventó su primer gran examen como entrenador barcelonista, ganando al gran rival pese a una discreta actuación del astro Lionel Messi.

El técnico madridista, Carlo Ancelotti, priorizó el músculo de Pepe, Daniel Carvajal y el galés Gareth Bale sobre el talento de Karim Benzema, Isco Alarcón y Asier Illarramendi, que iniciaron el clásico en el banquillo.

Martino, por su parte, dio entrada a Gerard Piqué, titular en la defensa junto con el argentino Javier Mascherano pese a arrastrar molestias físicas, y sentó a Sánchez, otorgando libertad de movimientos a Cesc Fábregas en punta de ataque.

El primer cuarto de hora fue de tanteo y se cobró una tarjeta amarilla por bando en la posición de medio centro: Sergio Busquets la vio primero por los azulgranas y Sergio Ramos poco después, en su segundo intento de intimidación sobre Neymar.

Pero el brasileño no se amilanó, sino todo lo contrario y, tras medir el arco en un disparo manso que neutralizó Diego López, abrió el marcador cuando atacó el flanco derecho de la defensa blanca, recibió en carrera de Andrés Iniesta y colocó el balón entre las piernas de Carvajal, cuyo ligero toque despistó a López.

El Madrid reculó instintivamente y, acto seguido, Messi perdonó el segundo en una llegada por la banda opuesta, nuevamente habilitado por Iniesta, cuando cruzó excesivamente de zurda en un claro mano a mano con el arquero.

Faltos de inspiración, los blancos apenas se acercaron al arco defendido por Víctor Valdés; aunque Sami Khedira rondó el empate en un remate en boca de gol tras un cruce de Cristiano Ronaldo, pero el balón se estrelló en el cuerpo del arquero y luego en el brazo involuntario de Adriano, quien acudió al rechace.

Neymar empezó igual de fresco la segunda mitad, recuperándose de un golpe al poco de la reanudación para empalmar en carrera y al cuerpo de López otra excelente diagonal de Iniesta, cuyo único error, una pérdida de balón en campo propio, pudo suponer el empate del Madrid, pero el zurdazo de Cristiano lo tapó con seguridad Valdés.

El arquero local también atajó un latigazo del argentino Angel Di María en el consiguiente tiro de esquina, pero el Madrid empezó a tejer mejor fútbol con la entrada de Asier Illarramendi por Ramos. Bale, el fichaje más caro de la historia del fútbol, volvió a decepcionar en su segunda titularidad, y también dejó su lugar a Benzema, cumplida la hora de juego.

Martino movió entonces ficha con el cambio de Sánchez por Fábregas, pero el Madrid embotelló al Barsa, que respiró hondo cuando el árbitro se desentendió de un empujón de Mascherano sobre Cristiano y cuando un cañonazo teledirigido de Benzema hizo temblar el travesaño.

“Los penaltis han sido clarísimos. El árbitro fue determinante”, clamó Ramos.

Más enteros en el tramo final los “merengues” pisaron el acelerador en busca del empate, sacrificando rigor defensivo y cediendo los espacios justos para que Neymar conectara con Sánchez, quien se frenó ante Raphael Varane en el balcón del área, midió a López y recurrió a un toque suave, curvado, sutil y exquisito, que esquivó el vuelo del arquero para besar la red.

“No quedaba otra. Lo vi al adelantado y había que probar”, explicó Sánchez. “Es difícil ganarse al público de Barcelona, pero me lo estoy dejando todo”.

El tanto hubiera despedido el clásico de forma majestuosa para el Barsa de no ser por el tardío recorte por parte de Rodríguez, quien superó a Valdés en los descuentos al contraataque.

“En el primer tiempo tuvimos demasiada preocupación, pero el segundo fue muy bueno. Tuvimos buenas oportunidades para marcar y el penalti me pareció muy claro. Si lo pita, el resultado puede ser diferente”, resaltó Ancelotti.

En cotejo previo, el Celta ganó 5-0 en cancha del Málaga. La jornada se completa con el Elche-Granada y Levante-Espanyol.