Estuvo becado en la Escuela Ecedao del Albergue Olímpico. Fue finalista en las Justas de la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI) en el 2019 y hasta se retrató con Javier Culson.

En el 2020 cambió la pista de correr y la beca deportiva por la pista de caballos y un futuro sobre la silla de jinete. Para lograrlo, vivió en las cuadras del Hipódromo Camarero mientras estudiada en el 2021 en la Escuela Vocacional Hípica. Luego, se fue a las pistas de Estados Unidos, donde también pasó penurias, incluso, dormir en un auto.

Finalmente, sacó su licencia de jinete en junio del 2022 para honrar a su difunta madre y el sábado pasado, en su primera monta en una carrera de Triple Corona, cruzó primero la meta en el clásico Preakness Stakes en Baltimore.

Relacionadas

Esa es, en síntesis, la increíble historia del jinete boricua Jaime Torres, quien luego de todo el trayecto que le tocó vivir para lograrse un espacio en el competitivo mundo hípico y a días de su importante triunfo, todavía no puede creer lo que ha logrado.

“A la verdad que hacer eso, en tan corto tiempo, es una hazaña”, dijo Torres en entrevista con Primera Hora.

Son pocos los datos personales que se conocen de este jinete, natural del barrio La Mesa, en Caguas.

Aquí está Jaime Torres a la izqierda de Javier Culson, a quien considera su héroe y figura a seguir mientras fue corredor de 400 metros con vallas en la Federación de Atletismo de Puerto Rico, en el Albergue Olímpico y Las Justas.
Aquí está Jaime Torres a la izqierda de Javier Culson, a quien considera su héroe y figura a seguir mientras fue corredor de 400 metros con vallas en la Federación de Atletismo de Puerto Rico, en el Albergue Olímpico y Las Justas. (Cortesía/Jaime Torres)

Resulta que Torres fue atleta de pista y campo becado de la también productiva Escuela Especializa en Deportes del Albergue Olímpico. Fue atleta de eventos de velocidad y vallas defendiendo los colores de la Universidad Metropolitana (UMET, hoy Ana G. Méndez), en la que quería educarse para ser psicólogo deportivo.

“Corría 400 metros con vallas. Javier Culson era mi figura. Recuerdo irlo a ver correr en Grand Prix en Ponce y sacarme una foto con él. En mis segundas Justas llegue a la final de 400 metros con vallas. También corrí relevos. El atletismo me dio la disciplina y el enfoque que tengo”, dijo el entonces vallista que aparece registrado en World Athletics con tiempo personal de 55.66 segundos en la prueba.

Torres fue inclusive tercer lugar en los 400 metros con vallas en el Campeonato Nacional adulto del 2019, según sus datos en World Athletics.

Pero dijo que se desilusionó con la carrera universitaria porque le dijeron que no iba a poder ser psicólogo deportivo.

Un día, viendo las carreras de caballos en televisión, le dijo a su señora madre, Mildred Santiago, que cambiaría la universidad por los caballos. Santiago lo apoyó a regañadientes, aunque nunca lo vio convertirse en jinete.

“Estaba en la UMET al decirle eso. Mi mamá se asustó porque lo que me quedaba era un semestre para graduarme. Ella me apoyó en lo que yo quisiera hacer y me preguntaba siempre si me habían dado la licencia de jinete. Y dos semanas antes de que me diera la licencia, mami fallece y nunca le pude dar la noticia de que me había dado la licencia y eso me ha marcado siempre, porque le prometí que lo iba a lograr”, contó.

Muchos sacrificios

Su paso a ser jinete fue complicado, como ocurre por lo general para esa clase de deportistas.

Vivió en la cuadra del exitoso entrenador de Camarero, Edwin Díaz, hijo, mientras estudiaba en la Vocacional Hípica, que tiene sede en el mismo hipódromo Camarero. Allí vivió entre moscas y olores a caballos con el también prospecto de jinete Jorge González.

“Al mes y tres semanas de estar en la escuela empecé quedarme en el hipódromo con los caballos por la comodidad de no hacer el viaje (desde Caguas). Edwin Díaz, hijo me dio la mano empezando. Literalmente, abríamos las puertas del cuartito y ahí estaban los caballos. Es un poco incómodo por los olores de los caballos y las moscas, pero para el que tiene la pasión tan fuerte, se siente como estar en un hotel 5 estrellas”, comparó.

En tan solo dos años ya Torres monta para legandarios entrenadores como D Wayne Lukas, quien es el preparador de Seize the Grey.
En tan solo dos años ya Torres monta para legandarios entrenadores como D Wayne Lukas, quien es el preparador de Seize the Grey. (Captura)

Más incómodo fue irse a Estados Unidos. Se fue sin licencia, sin conocer gente, con unos chavitos guardados para sobrevivir.

Los boricuas hípicos Jesús Mangual y Pedro ‘Pichi’ García lo recibieron en Miami. El reconocido entrenador de Barbados, Saffie Joseph hijo ‚le dio trabajo de galopador a recomendación de Mangual en lo que llegaba al peso y podía sacar licencia de jinete. Torres mide 5′7 de estatura. Es un jinete grande y debe esforzaras para estar en 116-118 libras límites para montar.

“Había días que dormía todo el tiempo porque no tenía fuerzas”, relevó sobre las consecuencias de hacer el peso.

Pese a la ayuda, Torres quiso responsabilizarse por su decisión de ir a Estados Unidos. No quiso ocupar a nadie y, cuando se le acabaron los ahorros en dinero de hoteles y gasolina, no le quedó otra que dormir en el carro.

“Un día estaba trabajando el ‘jockey room’ en el caballo eléctrico y Pichi me preguntó ¿Dónde tú estás viviendo? No le hice caso, evadiéndolo. Tenía personas que me podían ayudar, como él. Pero yo me decía que, si sobrepasaba las consecuencias de la decisión que tomé, iba a pasar lo que fuera. Luego le dije que llevaba tres semanas viviendo en el carro y Pichi se echó a llorar y me dijo: ‘tú te vas conmigo’. Y me llevó a su casa”.

El 2 de agosto del 2022 sacó licencia de jinete y siete días después tuvo su primera monta en el hipódromo Gulfstream Park de Miami con Genuine Miss. El 17 de agosto logró su primer triunfo sobre Takestwotowiggle en Gulfstream Park.

Se estableció rápido y en el 2023 tuvo estadísticas de 100 primeros lugares, 110 segundos y 106 terceros en 780 montas, buenas para acumular $5,054,815 en dinero producido.

Y este mayo, en el programa del Kentucky Derby, logró con Seize the Grey su primera carrera de Grado, como le llaman a los clásicos de más nivel competitivo, y botó la bola en el Preakness para convertirse en el tercer jinete boricua corrido que gana esa pata de la Triple Corona, luego de José Luis Ortiz en el 2022 con Early Voting, John Velázquez en el 2023 con National Treasure.

Torres está agradecido de todos los que le dieron la mano, comenzando con su familia, seguido por Díaz, hijo, Mangual, García, y a Ángel “Junior” Cordero, quien le albergó en su casa en Nueva York cuando en el 2023 fue a montar en ese prestigioso circuito.

También tuvo palabras de agradecimiento para sus pares, como los estrellas José Luis e Irad Ortiz, quienes le han dado consejos que ha puesto en práctica, y Velázquez quien también le ha dado sus ‘orejitas hípicas’.

“Me da hasta sentimiento porque venimos de la misma isla. Extrañamos ese calor, esa cultura, que acá es diferente, y sentimos ese calor, cerca de ser familia. Estamos lejos de la familia de sangre, pero, cuando estamos acá, nos protegemos”, dijo Torres sobre la solidaridad con sus pares.

Ahora, Torres rebobina la película de su historia y mira los episodios que le ha tocado vivir: desde su tiempo en las aulas del Albergue Olímpico; correr frente a miles en el Estadio Paquito Montaner; llorar como niño cuando su ídolo Culson fue descalificado en los Juegos Río 2016; internarse en los caballos, a pasar hambre y quedarse si fuerzas en el esfuerzo por hacer 116 libras y entrar en el círculo de ganadores del Preakness Stakes.

Luego de tantos sacrificios y de probar las mieles del éxito, a Torres solo le resta sonreír de satisfacción.

“Me da una sonrisa de oreja a oreja tan grande que me duele los dos cachetes”, sentenció.