Adriana Díaz dijo este martes que está viviendo un sueño y que le agradece al tenis de mesa que la reconoce, así como al deporte que la hace feliz.

Y pensar que cuando niña el no poder jugar porque la mesa del deporte que su familia ha practicado toda la vida era muy alta para ella le hacía llorar.

Díaz se expresó reflexiva a su entrada este martes al Top 10 del ranking mundial de la Federación Internacional de Tenis de Mesa. Específicamente, Díaz ascendió del undécimo puesto al noveno puesto del ranking por su actuación de la pasada semana en la gira World Table Tennis.

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“Es un sueño bonito”, dijo Díaz en una declaración escrita al describir que hace dos meses dijo que entrar al Top 10 sería, específicamente, un sueño.

“Muchos atletas dicen que el deporte es parte de sus vidas. Yo diría que el deporte es mi vida”, continuó en su declaración.

“Soy joven”, prosiguió la atleta de 21 años. Quizás en un futuro cambie de opinión, pero en mi carrera es de las cosas que más me llena y que me dan felicidad. Me siento muy feliz porque hoy, un deporte por el que me desvivo, me dijo que soy la número 9 del mundo”.

Díaz está activa en el tenis de mesa como atleta de segunda generación. Sus padres y tíos fueron también jugadores. Su padre, de hecho, es su entrenador.

La joven comenzó a jugarlo cuando apenas su cuello superaba la mesa de jugar y hoy día es la mejor tenimesista del deporte fuera del mundo asiático.

Díaz estrena la novena posición en el ranking en dos días, en el evento de nivel Star Contender que se celebra en el mismo Catar en donde estuvo jugando hasta el martes un evento de nivel Contender.

La joven utuadeña lleva años demostrando sus habilidades en el deporte.

Su padre y entrenador, Bladimir Díaz, quien junto a su hermano y también entrenador Eladio Afanador fueron los primeros tenismesista del club Águilas de la Montaña que fundó su progenitora, comenzó a trabajar con sus hijas desde temprana edad sin saber que llegarían hoy día al noveno puesto en el ranking.

Bladimir, quien se encuentra con sus hijas en Catar, también estuvo reflexivo al hablar del noveno puesto en el ranking.

“En el año 1993 comencé como entrenador en el programa de Masificación del Deporte. Jamás pensé que esto fuera ocurrir y mucho menos con una hija mía. Sin embargo, tengo que dejar claro que esto no es el fruto mío solamente, sino de mi familia. Nuestra fuerza está en cada uno de nuestros miembros, Maru, Mel, Gabu, Adri y Fa”, escribió el entrenador en su página de Facebook al mencionar sus hijas y esposa.

“Recuerdo cuando Marangely y yo fuimos a comprar un panel para construir una mesa pequeña para Adri porque quería jugar y no podía. Se quedaba llorando cuando yo me iba a entrenar a otros jóvenes al club. Nunca había cogido un serrucho en mis manos y la mesa quedó lejos de ser perfecta. Entre los dos lijamos la mesa y luego la pintamos. Emprendimos un camino de obstáculos y dificultades. Intentar competir contra imperios como China, que cuenta con 85 millones de jugadores organizadamente, y otras potencias no nos pasó por la mente. Nuestra meta era que ellas fueran campeonas de PR. Pero el camino se fue abriendo y los sueños expandiendo. Hoy hemos llegado al Top 10 del mundo. No sabemos donde terminaremos pero si sabemos que vamos a seguir luchando. Muchas gracias a todos por acompañarnos en esta travesía, siempre estaré orgulloso de mi país”, agregó.