Del podio mundialista al sueño olímpico: Ayden Owens-Delerme declara que va por el oro en Los Ángeles 2028
El decatleta puertorriqueño conversa sobre su gesta en el Mundial de Atletismo y sus metas a largo plazo.
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Un día antes de que comenzara el decatlón en el Campeonato Mundial de Atletismo, el saltador boricua Luis Joel Castro le dijo a Ayden Owens-Delerme: “Sálvanos y gana una medalla, por favor”.
Hasta ese momento, ninguno de los atletas de la delegación de Puerto Rico que viajó a Tokio, Japón, para el certamen mundialista había subido al podio. Y con la campeona olímpica Jasmine Camacho-Quinn fuera por lesión, toda la presión recayó sobre los hombros de Owens-Delerme.
Pero nada de eso intimidó al decatleta de 25 años, quien no dudó en responderle a Castro: “Dale, yo puedo hacerlo”. Dicho y hecho, pues Owens-Delerme terminó la competencia con 8,784 puntos para llevarse la medalla de plata y convertirse en el tercer boricua en subir al podio del Mundial de Atletismo.
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Los primeros en lograrlo fueron Javier Culson, quien ganó dos preseas de plata en los 400 metros con vallas en Berlín 2009 y Daegu 2011, y Camacho-Quinn, que se alzó con el bronce en Eugene 2022 y la plata en Budapest 2023. De paso, Owens-Delerme estableció una nueva marca nacional.
“Yo sentía esa presión. La meta siempre es ganar y eso era lo que estaba en mi mente, pero yo entreno bien duro todos los años para conseguir este logro, así que no fue algo que me afectó”, contó el decatleta, quien fue recibido este viernes en Casa Olímpica en San Juan.
“Siempre he dicho que estás en buena compañía cuando te estableces en récord junto a Javier Culson y Jasmine Camacho-Quinn. Estoy bien agradecido por ganar una medalla de plata como ellos”.
Todo esto a solo meses de contemplar seriamente retirarse a su corta edad, luego de varios años en los que se quedó corto en sus aspiraciones sin importar el torneo. Admitió que esto lo llevó a un lugar oscuro antes del Mundial de Atletismo, del que quizá no habría salido sin el apoyo de sus padres.
“Yo llamé a mi mamá en mayo y le dije que no quería continuar compitiendo este año, quizá tomar una pausa de un año. Mis palabras fueron: ‘No quiero competir en el Mundial’. Ella y mi papá también me dijeron que había entrenado muy duro todo este año y me recordaron que tengo un compromiso con un país. ‘Tú no puedes parar’, me dijeron. Me convencieron”, confesó Owens-Delerme.
El joven decatleta compartió que no fue hasta el Décastar, celebrado en julio en Talence, Francia, que volvió a encontrar la motivación que necesitaba para reenamorarse de la disciplina a la que se ha dedicado profesionalmente en los últimos años. Allí, finalizó en la primera posición con una marca de 8,478.

“Fue en esa competición que regresó un poquito de mi pasión por el deporte porque gané el evento y hace mucho tiempo que no ganaba. Esa competición fue muy importante. Recuerdo que pensé: ‘Ok, vamos a ir al Mundial a ver qué pasa’. Y pues, me fue bien”, rememoró.
La realidad es que siempre ha habido altas expectativas sobre Owens-Delerme desde que despuntó en el panorama mundial tras proclamarse campeón de la NCAA en el decatlón y establecer récords personales impresionantes en pruebas como los 100, 400 y 1,500 metros. Sin embargo, no había vuelto a subirse a un podio después de concluir su etapa colegial y los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023.
Participó en el Mundial de Oregon 2022 y Budapest 2023, pero terminó en el cuarto y noveno puesto, respectivamente. Luego, volvió a quedar noveno en los Juegos Olímpicos París 2024, pese a que muchos consideraban que tenía grandes posibilidades de traer una medalla a Puerto Rico.
Superó el “juego mental”
De acuerdo con el boricua, lo que hizo que tuviera un desenlace distinto en Tokio fue el énfasis que le dio a su preparación mental junto a su equipo de trabajo.
“El decatlón son 10 eventos, pero en la realidad son 11. El undécimo es el juego mental. Hay muchas emociones que una experimenta durante esta competición. Te enfrentas a muchas situaciones difíciles en el transcurso de las pruebas, pero gracias a mis coaches que estuvieron durante esos dos días bien largos”, relató Owens-Delerme.
“Yo me levanté a las 4:00 a.m. y no me acosté hasta la 1:00 a.m. Casi no dormí. Me levanté bien cansado, pero tenía a mi equipo y no podía rendirme. Fue algo más mental. Esto no es un evento físico, aunque tiene 10 pruebas, lo más importante para un decatleta es su estado mental. En cada evento, siempre va a haber muchos decatletas que no terminan. Quizá 10 no terminan, pero no es porque tengan un dolor en su rodilla o algo, es porque no pueden aguantar la presión. Es una mentalidad que cambié este año. Mi coach mental me dijo que me olvidara del primer día y acudiera al segundo como si fuera mi primero. Así lo hice y eso me ayudó mucho”, abundó.
Owens-Delerme adelantó que se tomará unos días para descansar junto a su familia en la isla. Visitará el viernes al municipio de Vieques para una actividad junto al alcalde José “Junito” Corcino en el pueblo de su madre. Dijo, entre risas, que aprovechará este tiempo para comer mofongo antes de partir hacia Illinois y continuar con sus entrenamientos.
Con la mira puesta en el oro olímpico
Confirmó que su intención es representar a Puerto Rico en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Santo Domingo 2026 para defender su corona, en los Juegos Panamericanos Lima 2027 y, eventualmente, ir a los Juegos Olímpicos Los Ángeles 2028 en busca del oro.
“El año pasado, yo sabía que podía ganar la medalla de oro en las Olimpiadas. Nadie me creía. No lo logré, así que ya no importa. Pero siento que ahora la gente cree cuando digo que puedo ganar en las Olimpiadas por mi medalla en el Mundial”, declaró.