El golf puertorriqueño tiene que aprovechar la atención olímpica de los atletas boricuas Marifé Torres y Rafa Campos para producir a los próximos golfistas profesionales de Puerto Rico, dijo el presidente de la Asociación de Golf de Puerto Rico.

“Este es el momento. Necesitamos más jóvenes que no necesariamente son golfistas”, dijo el presidente de la Asociación, Sidney Wolf.

Wolf contó que en Puerto Rico juegan entre 200 y 300 jugadores juveniles entre ambas ramas. Describió esa cantidad como “poca” a pesar del alza que han registrado los clubes de Puerto Rico luego de la apertura de los campos en la pandemia del COVID-19.

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Wolf entiende que la atención que recibirán Campos y Torres ayudará a crear una serie de necesidades para que más juveniles se integren a este deporte, que tiene una imagen de inaccesible económicamente hablando.

La primera necesidad es el optimismo porque Campos y Torres son muestra de que Puerto Rico es capaz de desarrollar jugadores profesionales, dijo Wolf. Ambos crecieron en los campos de Isla y, luego de carreras universitarias becadas en Estados Unidos, se convirtieron en profesionales en las principales giras. Ahora son olímpicos.

“No muchos países pueden decir que tienen dos representantes, un varón y una fémina, en las Olimpiadas”, dijo el presidente de la Asociación afiliada al Comité Olímpico de Puerto Rico.

En varones, Puerto Rico es una de seis naciones latinas con representación olímpica, mientras que en femenina es una de cinco. Solo Argentina, Colombia y Puerto Rico tienen representación olímpica en Tokio en ambas ramas entre los países latinos.

El líder local del golf agregó que el deporte debe aprovechar el momento histórico para que sea necesaria la accesibilidad de los campos para los juveniles con la colaboración de la Asociación y los 18 campos de golf de Puerto Rico. Wolf dijo que la Asociación también tiene que encontrar su propio espacio (campo) para desarrollar jugadores de manera accesible.

“Existen campos en donde pueden jugar, pero hay que hacerlos más accesibles”, dijo.

La leyenda Juan ’Chichí ’ Rodríguez es otro ejemplo de que Puerto Rico es capaz de desarrollar jugadores. Rodríguez y su hermano Jesús se hicieron jugadores sin tener recursos para hacerlo. El primero se convirtió en una leyenda mundial del golf.

Campos y Torres han tenido el beneficio de una familia que los han apoyado, además de contar con auspiciadores que siguen sus carreras.

Wolf dijo que los próximos Rodríguez, Campos y Torres están cerca del golf porque la población de jugadores ha crecido durante la pandemia. Tienen que potenciar las oportunidades.

“Ahora hay más gente jugando que antes en Puerto Rico. Probablemente hay más jóvenes jugando también entre esos, como lo hijos de los jugadores. Esos jóvenes quieren ser como Rafa y como María”, dijo.