Tokio. El próximo ciclo olímpico será uno comprimido y ya está pisándole los talones al que concluyó con la clausura de las Olimpiadas Tokio 2020.

El ciclo que tradicionalmente es de cuatro años de duración, en esta ocasión, por causa del aplazamiento que tuvieron los Juegos Olímpicos de Tokio en base a la pandemia del coronavirus, será solo de tres años de duración. Y el segundo año de este inusual ciclo, en el 2023, será uno mega cargado por la celebración en el mismo año de ambos los Juegos Centroamericanos y del Caribe y los Juegos Panamericanos, juegos que tradicionalmente se realizan en el segundo y tercer año del ciclo habitual.

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Eso significa, además, que solo habrá un espacio de siete meses entre los Panamericanos y las Olimpiadas París 2024, sin considerar todos los eventos de clasificación o competencias mundiales que las federaciones internacionales pautan para el año previo al de unos Juegos Olímpicos.

Por un lado, el ciclo mantendrá a los atletas ocupados y en ritmo de competencia, pero por otro será un reto para los entrenadores en el sentido de que tendrán que periodizar bien los entrenamientos de sus atletas para que puedan llegar en óptimas condiciones a cada uno de sus eventos.

A esa conclusión llegó el director del Departamento de Alto Rendimiento del Comité Olímpico de Puerto Rico, Fernando Olivero, hijo.

“Hay unos deportes que periodizan. Hay unos procesos que tienen que respetar en términos de descanso activo de la parte de competencia. Es un reto de parte del cuerpo técnico establecer un plan de trabajo para no sobrecargar al atleta para que no llegue sobrecargado a esa competencia fundamental porque tenemos tres competencias”, dijo Olivero.

El nuevo ciclo comienza de rolimpín, luego del fin del que está en curso, que terminó este domingo, cuando Tokio 2020 bajó la bandera de los anillos en la ceremonia de clausura de los Juegos para pasar el batón a París 2024.

Por razones de la pandemia del COVID-19 que alargó el ciclo pasado a un quinto año, el ciclo que desemboca en París 2024 está encima del pasado y no dará espacio a lo que llaman en el olimpismo el ‘año muerto de competencias’, que es el primero de cuatro años en un ciclo regular.

El 2021, que estaba destinado a ser el año muerto, fue el año olímpico.

Con poco descanso, los atletas saldrán a competir en el 2022 para clasificar a las justas regionales y continentales que se celebrarán ambas en el 2023, la regional --los Juegos Centroamericanos y del Caribe-- en el verano en El Salvador, y la segunda --los Juegos Panamericanos-- en Santiago, Chile, en noviembre.

Adriana Díaz y sus compañeros tenismesistas boricuas son protagonistas en Juegos Centroamericanos y del Caribe y Juegos Panamericanos.
Adriana Díaz y sus compañeros tenismesistas boricuas son protagonistas en Juegos Centroamericanos y del Caribe y Juegos Panamericanos. (Ramón "Tonito" Zayas)

Así lo describió la presidenta del Comité Olímpico de Puerto Rico, Sara Rosario.

“Este (2021) es el año que iba a ser el muerto. En el 2022 van a comenzar las competencias de clasificaciones. El próximo año va a ser uno de muchas competencias para todas las federaciones. Va a ser un reto”, dijo.

La compresión del nuevo ciclo agrega presión, no solamente a los atletas, sino que también a las arcas del Copur, que tiene que preparar y trasladar dos delegaciones de posiblemente más de 200 atletas para El Salvador y luego a Chile en un periodo menor de un año. Y a los siete meses tiene que volver a montar a otra delegación hacia París 2024.

También hay que considerar en la carga económica que el Copur está preparando una delegación de más de 200 atletas para competir este noviembre en los Juegos Olímpicos Juveniles en Cali, Colombia.

Rosario afirmó que la presión económica es inmensa sobre el Copur, organismo que vive casi siempre en la incertidumbre sobre cuándo recibirá el dinero público que le corresponde y de cuánto dinero liberará la Junta de Control Fiscal.

También dijo que desearía una inversión de la empresa privada desde antes de que enciendan la llama en París 2024.

“Siempre el factor económico es fundamental. Estamos esperando por la Junta de Control Fiscal. También la empresa privada pudiera aportar más y no esperar a que lleguen unos Juegos Olímpicos. Hay que trabajar las cosas con anticipación y siempre vamos a tener las puertas abiertas”, dijo.