Caguas. Nueve deportistas, encabezados por el exboxeador Miguel Cotto, fueron reconocidos este domingo durante la exaltación número 61 del Pabellón de la Fama del Deporte Puertorriqueño, celebrada en el pueblo natal del único púgil boricua que conquistó cuatro títulos mundiales en cuatro divisiones distintas.

El homenaje, realizado en el Centro de Bellas Artes, reunió a un referí, un propulsor y a atletas de distintas generaciones y disciplinas, acompañados por sus familiares y allegados. Los nuevos inmortales expresaron su gratitud por el honor recibido y recordaron a quienes fueron parte fundamental de su trayectoria deportiva.

Cotto, quien fue el último en recibir su placa de exaltado, desfiló junto a su esposa Melissa y sus hijos. En su mesa lo acompañaban, además, sus nietos y yernos.

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Reconocido por su rectitud y verticalidad ante el público, el excampeón se limitó a decir: “Gracias a todos los que tuvieron que ver con mi inducción al Salón de la Fama del Deporte Puertorriqueño y a todos por estar aquí presentes. Gracias a mi familia, mi motor, las personas que me movieron hacia lo que hice por veintitantos años. Todo lo hice por el beneficio y el orgullo de Puerto Rico”.

Los nueve exaltados de la Clase del 2025.
Los nueve exaltados de la Clase del 2025. (alexis.cedeno)

El cagüeño concluyó su carrera profesional con récord de 41 victorias, seis derrotas y 33 nocauts. Por su brillante trayectoria, que incluyó títulos en los pesos wélter ligero, wélter, mediano ligero y mediano, fue exaltado al Salón de la Fama del Boxeo Internacional en el verano de 2022.

Arroyo, el número 103; Cortijo, la 104 del baloncesto boricua

La clase 2025 del Pabellón también incluyó al exjugador de la NBA y gerente del Equipo Nacional, Carlos Arroyo.

El fajardeño, que desfiló junto a su padre, se convirtió en el baloncelista puertorriqueño número 103 en ser exaltado. Arroyo fue reconocido en la celebración como el héroe del histórico triunfo 97-73 de Puerto Rico frente a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, donde además fungió como abanderado.

“Decidí caminar con el viejo porque el viejo es más fiebrú que yo. Papi es abogado de profesión, pero siempre quiso jugar baloncesto desde pequeño y lo inculcó en mí y en mi hermano. Desde niño me llevaba a las canchas, y momentos como este me hacen pensar en todos los sacrificios que hizo mi familia”, expresó Arroyo.

“Yo siempre pensé que el honor más grande para un atleta puertorriqueño era cargar la bandera de su país en unas Olimpiadas, y tuve la dicha y el honor de hacerlo. Hoy, unirme a estos inmortales, creo que sobrepasa eso”, sostuvo.

Arroyo militó nueve temporadas en la NBA, con equipos como los Raptors de Toronto, Jazz de Utah y Magic de Orlando, acumulando 3,770 puntos y 1,761 asistencias.

Con la Selección Nacional debutó en el Premundial de 2001, celebrado en Neuquén, Argentina.

Por su parte, la primera y, hasta el momento, única boricua en jugar en la WNBA, Carla Cortijo, también fue inmortalizada.

La también coapoderada de las Gigantes de Carolina en el Baloncesto Superior Nacional Femenino (BSNF) y parte del cuerpo técnico de los Cangrejeros de Santurce en el Baloncesto Superior Nacional (BSN) fue la única fémina de la Clase 2025 y se convirtió en la figura número 104 del baloncesto puertorriqueño en recibir la distinción.

Durante su mensaje de aceptación, Cortijo dirigió unas palabras especialmente a las niñas.

“No permitan que nadie les diga, que no pueden. Yo sé lo que es que no te elijan, que te subestimen, que te digan que eres demasiado bajita, demasiado lenta o demasiado lo que sea. Yo viví todo eso. También viví lesiones, dudas, lágrimas y momentos en los que pensé rendirme. Pero Dios me enseñó que los sueños no se logran por suerte, sino por la fuerza con la que uno se levanta cuando todo duele. A ustedes, niñas, luchen en grande y no se conformen con menos”, manifestó.

Fueron exaltados siete atletas, un propulsor y un referí de boxeo.
Fueron exaltados siete atletas, un propulsor y un referí de boxeo. (alexis.cedeno)

Cortijo recordó los sacrificios de su madre, su hermano -que defilaron a su lado- y los de su padre, quien falleció el año pasado.

La excelencia deportiva

El primero en ser reconocido durante la ceremonia fue el propulsor Agustín Flores Roldán, descrito como un polifacético entrenador, por su labor en deportes como béisbol, voleibol, atletismo y baloncesto.

Le siguió el exlanzador Raúl Mercado Vega, quien estableció una marca de 24 victorias consecutivas en la Liga de Béisbol Superior Doble A con los Polluelos de Aibonito.

Durante el acto, Mercado se reencontró con quien fue su dirigente, Luis Antonio “Toño” Feliciano, de 103 años, en aquellas temporadas de la década de 1960.

El referí Roberto Ramírez fue el tercer exaltado. Ramírez trabajó 216 peleas de título mundial, 105 combates de fajas regionales y más de 1,000 combates en total.

También fue reconocido Juan “Juanchi” Nieves, coach de bullpen del equipo de Puerto Rico en el Clásico Mundial de Béisbol 2025, quien debutó en las Grandes Ligas a los 21 años.

En el hipismo, fue exaltado Eduardo “Danny” Maldonado, destacado por su pasión por los caballos purasangre, la cual lo llevó a fundar el reconocido Potrero Los Llanos, en Coamo.

El medallista olímpico de bronce en Atlanta 1996, Daniel Santos, único boxeador puertorriqueño con la distinción de ser medallista mundial, juvenil panamericano, olímpico y campeón mundial profesional, también fue resaltado.

Figuras del deporte como Mako Oliveras, Jerry Morales, Juan Carlos “Manota, Rodríguez, Ivelisse Echevarría, María del Carmén “Cuca” Cordóvez, Efraín “Cano” Vélez, entre otras estuvieron presentes en la actividad.