Arlington, Texas. Como en todos los cambios, la resistencia siempre está presente. Y ese es, precisamente, el proceso por el que tiene que pasar el técnico puertorriqueño Fernando Morales, quien asumió el reto de dirigir el proceso de renovación de la selección de Corea del Sur en el voleibol femenino, un país que ha sido de las grandes potencias de este deporte en los últimos años.

Desde sus inicios ha tenido que implementar varios cambios, principalmente en el modo de comunicación con las integrantes del sexteto, al igual que con la mayoría del cuerpo técnico que lo acompaña en el proceso, debido a la barrera del idioma y al estilo de trabajo. Pero un triunfo en la primera ronda en el reconocido evento mundialista de la Liga de las Naciones de Voleibol Femenino (VNL por sus siglas en inglés), le brinda esperanzas de que su equipo va a ir de menos a más.

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“Ha sido un proceso, yo diría diferente, ya que nuestro cambio ha sido la mentalidad de las jugadoras por la cultura y por los entrenadores que tienen en Corea. Ven una relación superior a inferior, pero nosotros queremos hacerlo de igual a igual, obviamente, sabiendo que somos quienes tomamos las decisiones. Hemos podido hacer eso y nos hemos ganado su confianza y se nota en el juego”, dijo el boricua en medio de la segunda ronda del evento que se juega en el College Park Center, el coliseo de la Universidad de Texas en Arlington (UTA), en el que también juegan las Dallas Wings de la WNBA.

El boricua logró la primera victoria de Corea del Sur en tres años, cuando superaron a Tailandia.
El boricua logró la primera victoria de Corea del Sur en tres años, cuando superaron a Tailandia. (Ralph Pagán Archeval)

“Estamos compitiendo y ganamos un juego por primera vez en tres años (frente a Tailandia) y competimos bien con un equipo de Bulgaria que lleva en esta liga varios años”, explicó sobre la cerrada derrota en cinco parciales ante las búlgaras, partido que dominaba 2-1 y que finalizó 15-13 en el set decisivo. “El proceso se está viendo, quizás un poco más lento de lo que uno normalmente lo ve, por varias razones. Una de ellas por la barrera de la comunicación y la diferencia cultural, pero se está viendo mejoría, que es lo importante”, aseguró Morales.

‘NUEVAS’ FORMAS DE COMUNICACIÓN

Una de las maneras de comunicación de Morales con las jugadoras cuando está en desarrollo el partido es la del típico boricua, a través de señales y gestos con sus manos. “Yo las voy conociendo más a ellas, y viceversa, ya que no hablan inglés”, destacó Morales, quien cuenta con una traductora a quien le dice las instrucciones en los tiempos de descanso, mientras que la jugadora Lee Dahyeon ayuda en el proceso, ya que es la única que habla inglés.

“Ya por lo menos saben lo que yo les quiero decir, y en cada juego nos entendemos más. Por eso ha sido un poco más lento, por la barrera del lenguaje, pero vamos en la dirección correcta, que es lo importante”, añadió el ex colocador.

Morales, además, cuenta dentro de su “staff” técnico con el también puertorriqueño Jesús Echevarría.

“Es alguien que sabemos cómo trabajamos uno y el otro. Nos sentimos cómodos trabajando y no tenemos miedo en discrepar y diferenciar, pero al final del día, tomamos una decisión y vamos los dos juntos. Si él me decía que no (venía conmigo), yo no iba a aceptar, ya que no aceptaría el reto sin tener a alguien de plena confianza a un 100% al lado mío. Gracias a que dijo que sí, estamos viviendo juntos esta experiencia que nos van a hacer crecer y que serán inolvidables”, detalló el técnico boricua.

Morales, quien tuvo que renunciar a la dirección de la Selección Nacional de Puerto Rico para asumir la misma posición con Corea del Sur, valora la oportunidad, la cual entiende será de grandes beneficios en su carrera técnica para el futuro. “Por eso fue que tomamos la decisión de venir para acá, que era la mejor movida para mi carrera como ‘coach’, aunque fue bien difícil dejar la Selección de Puerto Rico, pero era un buen paso para mí. Además, la competencia y confraternización entre los ‘coaches’ que son los mejores del mundo y que están aquí, me debe ayudar en el futuro para seguir creciendo”.

EXPECTATIVAS A CORTO Y LARGO PLAZO

En cuanto a las expectativas reales con el equipo, Morales indicó que “queremos buscar el pase al Mundial el año que viene, que es bien difícil, ya que no hay un torneo importante después de este. Tenemos que estar en los mejores 32 equipos (del mundo), y tenemos que robarnos uno o dos juegos más, y se nos hace cuesta arriba. Pero a largo plazo es estar entre los mejores tres de Asia otra vez, ya que el año pasado caímos a quinto. Fue un buen paso ganarle a Tailandia ese último juego”.

Sobre su adaptación en Corea del Sur, el aún dirigente de la Universidad de Evansville de División I en la NCAA dijo que ha sido poco el tiempo que lleva en el país asiático, el cual tiene más de 75 millones de habitantes. “He estado solamente tres semanas antes de salir para el viaje, pero nos fue bien y nos gustó la experiencia. No pudimos ver mucho, pero cuando volvamos sabemos lo que nos espera y podremos explorar un poco más”, explicó sobre el país que tiene una diferencia de 13 horas con Puerto Rico. Esto implica que mientras en Corea del Sur se levantan, todavía en suelo borincano están un día atrás y muchos pensando en la hora de dormir.

“La cultura ha sido muy bien y nos han recibido muy bien las jugadoras, el ‘staff’, la federación y la gente por las calles, que se enteran quienes somos. Nos tienen mucho respeto, ya que siguen mucho la Selección porque tienen una muy buena cultura de voleibol, aunque en los últimos años no les ha ido bien. Pero para eso estamos, para tratar de llevar al voleibol a como estaba antes”, dijo esperanzado.

APOYO FAMILIAR DESDE LAS GRADAS

Morales se disfruta la parada en Texas de una manera especial. Y es que escucha un grupo con sus gritos en español, lo que para él es inevitable mirar hacia las gradas, tal y como sucede en los juegos y eventos en Puerto Rico. Resulta que en ese grupo se encuentra su madre María ‘Beba’ López y su hermano Makiki, al igual que su esposa Michelle Nogueras y su sobrino Julián, uno de los hijos de su hermana Mariví. Todos viajaron para estar presente y apoyarlo en esta nueva aventura.

“Siempre ha sido así desde que soy jugador y como ‘coach’ en Puerto Rico. Siempre han estado ahí y no perdieron la oportunidad por estar un poquito más cerca de casa para venir a verme y apoyarme. Y aunque no estén, yo sé que el apoyo está ahí y me da un poco de tranquilidad y seguridad”, finiquitó en referencia a su padre y leyenda Mario ‘Quijote’ Morales, quien no pudo realizar el viaje, pero que más adelante espera pueda llegar hasta Corea del Sur para compartir todos en familia.