El 10 de junio será la primera reunión de los apoderados de la Liga de Voleibol Superior Femenino para organizar su torneo 2024, el que tendrá un choque de calendario y contará con competencia por el talento atlético que suele importar y hasta alguno de su talento nativo de la naciente liga Pro Volleyball Federation de Estados Unidos.

La posible situación que enfrenta el Voleibol Superior será tema en esa reunión, confirmó el director del torneo.

“Pienso que debemos seguir adelante con lo que tenemos. En la reunión se hablará sobre el sentir de los apoderados, pero puedo especular que nuestros apoderados entienden que nuestra liga es la que es”, dijo el director del torneo, Jose ‘Picky’ Servera.

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El Voleibol Superior Femenino se juega tradicionalmente de enero a mayo. La Pro Volleyball Federation tiene planes de jugar de febrero a mayo.

La liga estadounidense tiene como objetivo contratar cientos de jugadoras recién egresadas de la NCAA. Ese tipo de jugadora es la que también contrata el Voleibol Superior para llenar sus plazas de refuerzos. La liga estadounidense también ha hecho ofertas a jugadoras nativas de Puerto Rico, que participarían allá como locales, no como importadas.

Varios apoderados del Voleibol Superior también están en pie de lucha con su liga al tiempo en que también analizan ajustes para competir por el talento atlético.

El apoderado de las finalistas Cangrejeras de Santurce, Marcos Martínez, es uno de ellos.

“Nunca le he tenido miedo a competir. Lo que sí es que, si la liga se mantiene con el tope salarial, es difícil competir”, dijo Martínez.

La liga estadounidense está ofreciendo un salario mínimo de $60,000 por una temporada de 24 juegos. El Voleibol Superior Femenino tuvo en el 2022 un tope de $25,000 por una temporada de 18 juegos. Los equipos del Voleibol Superior también tuvieron un tope de nómina global de $180,000.

Martínez cree que el Voleibol Superior puede mejorar la oferta para competir porque por lógica, las jugadoras escogerían el mejor postor con una combinación de comodidad.

“¿Si le ofreces $25,000 por quedarse en Puerto Rico y le ofrecen también $60,000 por ir a Estados Unidos, que les queda cerca, qué creen que va a pasar?”, cuestionó el también comerciante.

Ya se ha mencionado también la posibilidad de que el Voleibol Superior Femenino mueva su torneo a otra fecha para así evitar la competencia. Pero el presidente de la Federación Puertorriqueña de Voleibol, el Dr. César Trabanco, no recomienda un cambio para la próxima temporada.

“Es muy difícil para este año. Si se juega con refuerzos hay que terminar antes del 15 de mayo. Eso significaría jugar casi al mismo tiempo con el Voleibol Superior Masculino a fin de año. Habiendo acabado este año en mayo, es difícil empezar a jugar a fin de año”, dijo Trabanco.

La apoderada de las campeonas Pinkin de Corozal, Lily Rojas, es otra que está en pie de lucha. Rojas ya perdió a su dirigente Ángel Pérez, quien firmó con uno de los seis equipos que han oficializado su entrada a la Pro Volleyball Federation.

Rojas dijo que mirará a otros horizontes a buscar jugadoras refuerzos si no puede contratar lo que más le interese en Estados Unidos.

“Nos moveremos fuertemente y traeremos jugadoras de otros países. Hay muchas y están disponibles. Hay que vender el producto para otros lugares. Apostaría a buscar jugadoras en otros países”, dijo la también comerciante.