Clint Eastwood, leyenda de Hollywood, cumplió 95 años en mayo y continúa mostrando una vitalidad que sorprende a sus seguidores.

Su fórmula para mantenerse activo no implica suplementos costosos ni tratamientos experimentales, sino un estilo de vida disciplinado basado en la Meditación Trascendental, una alimentación saludable y ejercicio moderado.

El compromiso de Eastwood con su salud nació tras la muerte prematura de su padre por una enfermedad cardiovascular, momento en que comprendió que cuidar el cuerpo es esencial para una mente clara y una vida larga.

Meditación dos veces al día

Según Shawn Levy, autor de “Clint: The Man and the Movies”, Eastwood practica meditación trascendental desde la década de 1970, dedicando dos sesiones diarias, “incluso durante el trabajo”.

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“De hecho, especialmente durante el trabajo”, señaló Levy al “Daily Mail”.

Esta técnica, que consiste en repetir mentalmente un mantra en silencio, busca reducir el estrés y promover un estado de “conciencia relajada”, con beneficios como la disminución del cansancio, la ansiedad y la mejora del sueño.

Alimentación orgánica y baja en grasas

Desde los años 50, Eastwood sigue una dieta “orgánica y baja en grasas”, cuando alimentos como el yogur o los brotes de alfalfa eran poco comunes.

Su menú incluye salmón, pollo, legumbres, brócoli y espárragos, limitando carbohidratos y evitando bebidas azucaradas.

La regla 90/10

En una entrevista con Jimmy Kimmel, cuando le preguntaron si comía nachos o alitas de pollo, Eastwood respondió: “Nada de esa porquería”.

El actor aplica la regla 90/10: mantener elecciones saludables el 90% del tiempo y reservar el 10% para algún gusto ocasional.

Ejercicio adaptado a la edad

A lo largo de su vida, Eastwood ha sido constante en el gimnasio.

Con el paso del tiempo, adaptó su rutina a ejercicios de bajo impacto como golf y caminatas, priorizando la técnica correcta sobre el levantamiento de grandes pesos para conservar la fuerza muscular.

Hábitos que coinciden con las “zonas azules”

Las prácticas del actor coinciden con las de las llamadas zonas azules —Okinawa (Japón), Ikaria (Grecia), Nicoya (Costa Rica), Cerdeña (Italia) y Loma Linda (California)—, regiones con alta longevidad y bajas tasas de enfermedades crónicas.

Entre sus características comunes figuran la actividad física diaria, un propósito vital, alimentación basada en plantas, reducción del estrés y lazos sociales sólidos.