El artista puertorriqueño Ricky Martin, por medio de sus abogados, presentó una demanda millonaria en el Tribunal de Primera Instancia de San Juan contra su sobrino, Dennis Yadiel Sánchez Martin, por extorsión, persecución maliciosa, abuso del derecho, y daños y perjuicios.

Sánchez Martin fue el sobrino que hace unos meses radicó una orden de protección contra el artista.

Según indica la demanda, las acciones de Sánchez fueron motivadas por el deseo de exponer a Ricky Martin “al odio y desprecio de su fanaticada y de coartar sus oportunidades de negocio y destruir su reputación”.

“Este caso trata sobre un artista de fama mundial, quien está siendo perseguido, asediado, hostigado, acechado y extorsionado por una persona desajustada cuyo interés es obtener un beneficio económico o de lo contrario, continuará su afán de asesinar la reputación e integridad del artista. La situación ha continuado a pesar de que el demandado desistió voluntariamente de una acción que había comenzado en contra del demandante, basada en falsedades, durante la cual admitió bajo juramento que nunca había sido agredido sexualmente por el demandante”, lee la introducción del recurso legal.

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Ricky Martin es representado por los abogados Joaquín Monserrate Matienzo, Dora L. Monserrate Peñagarícano y José A. Andréu Fuentes.

Constantes mensajes a Ricky Martin

Según la demanda, Sánchez alardeaba públicamente de ser el sobrino de Ricky Martin.

“Desde aproximadamente octubre de 2021 hasta enero de 2022, el demandado Sánchez estuvo enviando constantes mensajes al demandante mediante las plataformas WhatsApp y en Instagram. En ocasiones, los mensajes excedían más de diez en un solo día. En su mayoría, los mensajes eran diatribas sin sentido y sin propósito particular alguno, escritos, a todas luces, por un individuo desajustado. No obstante, el demandante, en rol de tío, los contestaba cuando podía, intentando proveerle palabras de aliento y deseos de superación”.

El documento revela además que el 23 de diciembre de 2021, Sánchez envió un mensaje a Ricky Martin indicándole que quería llevar a los hijos menores de edad de este al cine, a lo que el demandante contestó inmediatamente que no.

También se especifíca que el 14 de enero de 2022, Sánchez le envió un mensaje al artista para informarle que le había creado una página a uno de sus hijos menores. “Naturalmente, el demandante, quien no deseaba de manera alguna que se publicara ninguna información de sus hijos sin su consentimiento, se consternó sobremanera e ignoró todos los mensajes que el demandado Sánchez le envió subsiguientemente”.

Da a conocer el número de teléfono del artista

La demanda asegura que, como un acto de represalia, Sánchez compartío el número de teléfono del artista en la red social Instagram.

“Ante el silencio y falta de atención del demandante hacia su persona, el demandado Sánchez publicó en sus redes sociales, en específico la plataforma Instagram, “Ricky Martin” seguido por el número privadísimo de teléfono celular del demandante. Como consecuencia de tal publicación, el demandante comenzó a recibir llamadas alertándolo de lo que el demandado Sánchez había hecho”.

Como consecuencia de dicha publicación, el intérprete de “La copa de la vida”, tuvo que cambiar su número de teléfono celular.

El recurso legal detalla que pasaron varios meses sin que el demandante tuviera comunicación alguna con Ricky Martin, hasta el 1 de julio de 2022, cuando Sánchez acudió al Tribunal de Primera Instancia de San Juan para solicitar una orden de protección contra el músico y actor.

En la querella, Sánchez alegaba que sostuvo una relación amorosa con el artista y que, tras la ruptura, este lo acosaba.

No obstante, la solicitud de orden de protección en su contra fue archivada el 21 de julio de 2022 por petición del propio querellante.

Ese mismo día, el intérprete de “Vuelve publicó un vídeo en sus redes sociales en el que indicó que fue “víctima de la mentira”.

“La mera publicación de que una Orden de Protección Ex Parte provisional bajo la Ley 54 fue emitida contra el demandante, aunque basada en imputaciones falsas, creó una nube de sospecha que laceró irremediablemente la reputación del demandante”, lee la demanda.

Se especifica que Ricky Martin se enteró de la orden de protección mientras se encontraba en Estados Unidos con sus hijos.

“El demandante, estando en compañía de sus hijos en California, se enteró de que el demandado Sánchez había solicitado y había obtenido una Orden de Protección Ex Parte en su contra en Puerto Rico. El demandante, quien siempre ha sido una persona respetuosa de la ley y el orden público y quien se ha destacado mundialmente por su lucha humanitaria y filantrópica en contra de la trata humana se sintió confundido e incrédulo”.

“El demandado Sanchez presentó su solicitud de orden de protección motivado por la malicia y su animosidad contra el demandante por el mero hecho de que éste dejó de contestar sus múltiples mensajes”, reza el documento.

$20 millones por daños a la reputación

Según el recurso legal, el 12 y 14 de agosto de 2022, menos de un mes posterior a la vista adjudicativa, Sánchez volvió a enviarle mensajes al cantante mediante la plataforma de Instagram. Los mensajes decían “Tío necesito tu ayuda” y “cómo estás?

Indica la demanda que Sánchez “ha amenazado y extorsionado al demandante que a menos que se le compense económicamente, continuará con su campaña de asesinarle su reputación e integridad mediante imputaciones falsas y maliciosas”.

La defensa de Ricky Martin reseña que “las acciones temerarias, maliciosas y culposas del demandado Sánchez fueron motivadas por el deseo de exponer al demandante al odio y desprecio de su fanaticada y de coartar sus oportunidades de negocio y destruir su reputación. Como cuestión de hecho, dichas acciones causaron que le cancelaran al demandante contratos millonarios y proyectos artísticos presentes y futuros”.

Los daños pecuniarios causados a consecuencia de estas acciones se cuantifican en una suma no menor de diez millones de dólares ($10,000,000.00). Además, dichas acciones culposas también han causado daños a la reputación del demandante quien hasta que la Orden de Protección fuese de conocimiento público, gozaba de una reputación intachable ganada a través de su larga trayectoria artística y altruista por los últimos casi cuarenta años de su vida. Dichos daños a la reputación del demandante se cuantifican a la fecha de la presentación de esta demanda en una suma no menor de veinte millones de dólares ($20,000,000.00)”.

En el escrito de 8 páginas, se indica además que “las acciones del demandado Sánchez han causado que el demandante y su familia no se sientan seguros en Puerto Rico”.