Tylor Chase, recordado por su participación en la serie “Ned’s Declassified School Survival Guide” (Manual de supervivencia escolar de Ned), ha regresado a vivir en las calles de Riverside, en California.

De acuerdo con información obtenida por “TMZ”, la situación del exactor infantil es conocida por la Policía local, pero las normas vigentes impiden a las autoridades actuar de manera forzada para brindarle ayuda médica o social.

El portavoz del Departamento de Policía de Riverside, Ryan Railsback, explicó al medio estadounidense que Chase requiere atención prolongada por problemas de salud mental y abuso de sustancias.

Sin embargo, señaló que las leyes penales del estado no permiten obligarlo a ingresar en un centro de tratamiento especializado si no cumple ciertos criterios legales.

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Según Railsback, Chase no es considerado “gravemente discapacitado” ni representa un peligro inmediato para sí mismo o para terceros, condiciones necesarias para una intervención involuntaria.

Además, adujo que el exactor rechaza de forma educada los intentos de las autoridades por trasladarlo a una institución, recordando que vivir en la calle no constituye un delito.

Intentos fallidos de intervención y antecedentes recientes

Shaun Weiss, actor de “Mighty Ducks” y defensor público de Chase, afirmó que un equipo de crisis de salud mental logró internarlo recientemente en un centro psiquiátrico de manera involuntaria por 72 horas. No obstante, aseguró que fue dado de alta sin explicaciones claras y regresó a la situación de calle. “TMZ” informó que obtuvo un vídeo en el que se observa a Chase durmiendo el lunes en la entrada de un edificio.

Railsback añadió que incluso si Chase fuera arrestado por posesión de ciertos narcóticos o parafernalia relacionada con drogas, los cargos serían clasificados como delitos menores. En ese escenario, explicó, sería liberado poco después tras recibir una citación judicial, sin que ello permita una solución de fondo a su situación.

“TMZ” recordó que Chase ha permanecido desempleado en el sur de California durante un periodo prolongado, mientras supuestamente enfrentaba una adicción a la metanfetamina. Desde la Policía de Riverside, sostienen que se han agotado las opciones legales disponibles y que, pese a los esfuerzos realizados, no existe una vía para forzar su ingreso a tratamiento. En palabras de Railsback: “No podemos secuestrarlo”.