No hay duda de que la intuición de una madre no se equivoca. Tal es el caso de Julie Fitzgerald quien le tomó una foto a su hijo en la víspera de su segundo cumpleaños y se percató de que algo no andaba bien en el ojo izquierdo del menor. En la foto, que fue tomada con su celular, el ojo se veía blanco mientras que el ojo derecho se veía rojo.

La mujer le presentó la foto al pediatra, quien inmediatamente la refirió a un especialista. Al día siguiente los doctores le dijeron a la familia que el pequeño Avery tenía el 75 por ciento de su ojo izquierdo cubierto por tumores.

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El ojo de Avery fue removido inmediatamente para evitar que el cáncer pasara a su cerebro o a la sangre, y luego se le colocará una prótesis.

La familia de Avery dijo al canal WREX que el niño se está recuperando bien.