Bajo cualquier estándar, Ike es un perro anciano, pues tiene 15 años, edad a la que no suelen llegar muchos perros grandotes como él. Pero, además de su avanzada edad, Ike batalla con un enemigo mucho más inmisericorde: el cáncer. 

Para completar, recientemente el perro –que pertenece a Risa Feldman, de la localidad de Hawthorne, en el estado de California–  se fracturó una pata trasera, por lo que su guardiana acudió a Home Depot para comprar madera, con miras a construir una rampa para que Ike pudiera montarse y desmontarse de su auto con mayor facilidad.

Risa también quería hacerle unas cuantas mejoras a una plataforma con ruedas que tomó prestada de un amigo, para acomodar a su perro cuando tuviera que trasladarlo de un lugar a otro, de modo que el animal no tuviera que caminar.

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Así fue como, según reportó ABC News, la mujer llegó a Home Depot donde consultó con un empleado de nombre Ernesto Morán, para ver cómo podía realizar ambos proyectos. La plataforma, le explicó Feldman a Morán, tenía que alargarse para acomodar las dimensiones de Ike.

El empleado prometió que le daría cabeza al asunto y que la llamaría cuando tuviera las sugerencias apropiadas. Pero, Ernesto Morán hizo más. Mucho más.

De más está decir que Risa Feldman quedó totalmente sorprendida y emocionada por estos dos empleados de Home Depot, que hicieron por su adorado perro mucho más de lo que les correspondía. Por eso, la mujer alertó a NBC para compartir su historia, de modo que los empleados de la tienda recibieran su merecido reconocimiento. “Solo quiero dejar saber que todavía hay gente allá afuera que hace cosas buenas”, comentó la mujer a los reporteros.

Gracias a la generosidad de Morán y Wadman, Ike ahora se transporta sin molestias y puede disfrutar del tiempo que le queda junto a su amorosa guardiana. Morán y Wadman también le hicieron una rampa para que pueda subir y bajar del auto de Risa sin problemas.