Las celebraciones de fin de año suelen venir acompañadas de mesas abundantes, horarios desordenados, y en algunos casos, un mayor consumo de alcohol, una combinación que frecuentemente deriva en molestias digestivas como acidez, distensión abdominal, dolor estomacal, entre otros.
Estos problemas, lejos de ser menores, pueden arruinar encuentros familiares y días de descanso muy esperados.
Para evitar que los excesos pasen la cuenta, Bernardita Vignola, nutricionista de Clínica Universidad de los Andes, entrega una serie de recomendaciones enfocadas en la moderación, la elección consciente de alimentos y el cuidado del sistema digestivo. Consejos simples, pero efectivos, que permiten disfrutar de las fiestas sin poner en riesgo el bienestar gastrointestinal.
Saltarse comidas para "compensar" suele provocar excesos de comida y malestar general. Mantener las comidas habituales, ayuda al control del apetito y es más fácil controlar la porción.
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Controlar las porciones sin prohibirse alimentos
El exceso de volumen es una de las principales causas de reflujo y acidez, y en algunos casos culpa. Servirse en pequeñas cantidades permite disfrutar sin sobrecargar el estómago.
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Priorizar métodos de cocción más digestivos
Preferir carnes al horno, a la parrilla o a la plancha antes que frituras. Las grasas en exceso enlentecen la digestión, y favorecen síntomas como hinchazón y pesadez.
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Incluir verduras y frutas en el plato
Estos alimentos aportan fibra, agua y antioxidantes que favorecen la digestión y el tránsito intestinal. Además de equilibrar comidas ricas en grasas y azúcares, típicas de estas fechas.
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Moderar el consumo de alcohol
El alcohol aumenta la acidez y puede empeorar la gastritis, el reflujo o síntomas gastrointestinales. Alternar con agua y limitar la cantidad es clave.
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Comer despacio y masticar bien, escuchando las señales del cuerpo
La alimentación consciente ayuda a controlar las porciones, lo que reduce la distensión abdominal post comidas.
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Evita acostarte inmediatamente después de comer
Esperar al menos 2 a 3 horas puede ayudar a reducir el riesgo de reflujo gastroesofágico, acidez y náuseas, especialmente después de comidas abundantes.
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Cuidar el consumo de dulces y azúcares procesados
Los postres, chocolates o galletas en exceso pueden producir distensión abdominal, gases y alzas de niveles de glucosa en sangre. Disfrutarlos en porciones adecuadas y preferentemente después de la comida principal para evitar el pico de glucosa.
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Mantener una buena hidratación
Beber agua a lo largo del día favorece la digestión, previene el estreñimiento y ayuda a reducir el consumo de alcohol.