La ansiedad es una de esas condiciones que crean desestabilidad emocional y que pueden afectar nuestro comportamiento y hasta nuestra salud física. Es por esto que existen diversas estrategias para canalizarla.

Primeramente, es importante entender que la ansiedad es un estado mental que se caracteriza por una gran inquietud, una intensa excitación y una extrema inseguridad, como la que muchos pueden experimentar hoy en día.

“La ansiedad es una categoría diagnóstica que se utiliza para describir una condición de alteración del sistema nervioso que incluye la dimensión física, sicológica y emocional del ser. Puede comenzar por haber sido un evento sicológico, por un estresor específico, por algo en el ambiente que nos exaltó de manera fuerte y negativa”, explicó la doctora Ada Rosabal-Silva, sicóloga clínica, quien es fundadora y directora del Centro de Crecimiento Gaviota.

Para Rosabal, las personas más susceptibles a padecer de ansiedad son aquellas que han tenido entornos difíciles desde sus primeras etapas de crecimiento y a quienes su sistema nervioso los hace vulnerables para manejar nuevas alteraciones.

“Son personas que se sintieron víctimas de algún tipo de conducta o comportamiento sobre la que no tuvieron ningún tipo de control. Ahí entra el maltrato, el abuso sexual, la violencia entre los padres o cuidadores, bullying en la escuela, situaciones críticas, muertes repentinas que no tuvieron proceso de manejar duelo”.

“Algunas personas tienen un sistema nervioso vulnerable y cualquier otra situación se lo va a alterar nuevamente. Si hay unos traumas previos que fueron bien fuertes para la persona y sencillamente lo guardó, lo encajonó, pero nunca lo trabajó, cualquier otra situación que le parezca igual de difícil de manejar le va a remover todas esas sensaciones de vulnerabilidad, desamparo e impotencia”, especificó la psicóloga clínica.

A su vez, la ansiedad se correlaciona con problemas físicos que afectan al ser humano. Estos diagnósticos fisiológicos son las llamadas enfermedades sicosomáticas.

“Las enfermedades más comunes son los padecimientos gastrointestinales, respiratorios, cardiovasculares y musculoesqueletales. En los gastrointestinales están las condiciones como úlceras y colón irritable, en las respiratorias se encuentra el asma y en los musculoesqueletales están los dolores de espalda, de hombros, la incapacidad para moverse y la fibromialgia, entre otros”, detalló la doctora.

Señales

Hay unas señales principales para identificar cuando la ansiedad se comienza a manifestar en nuestras vidas:

-Inquietud, incapacidad de mantenerse quieto, nerviosismo, temblor en las manos, el sentir que brinca de una actividad a otra sin terminar ninguna y no poder enfocar en la tarea. Está bajo un estado de emergencia contínuo, eso le impide buscar soluciones más apropiadas a su situación.

-Pensamientos obsesivos, conductas compulsivas para sentir que mantiene el control de su vida. Puede tener conductas repetitivas que le dan una sensación de control.

¿Cómo canalizamos el estrés?

Yoga

Cubre la parte física además de la sicoemocional, pero no es la única herramienta. Viene de una filosofía oriental que parte de la premisa que el ser humano tiene un centro que es atemporal y donde siempre hay tranquilidad, pero eso no es exclusivo de la filosofía oriental. Todas las religiones lo tienen. Por ejemplo, la iglesia cristiana habla de un espacio sagrado, de un alma donde la persona logra a través de sus convicciones y sus prácticas conectarse con un Cristo que nunca nos abandona. A través de esas verbalizaciones y esas experiencias y esa práctica, pues pueden también trabajar con eso (la ansiedad), mencionó Rosabal.

Oración contemplativa

“Muchas personas que practican la meditación utilizan la oración contemplativa, que es un tipo de oración cristiana donde la persona, a través de la visualización, puede entrar en un espacio donde se visualiza en paz y tranquila. Eso funciona muy bien”, afirmó la sicóloga.

Autohipnosis

Alguna vez debes haber experimentado estar mirando algo fijamente, pero tu mente está pensando en otra cosa. Esa es una forma de autohipnotizarte involuntariamente. Es como desconectarse de la realidad para reconectarse con la mente. La autohipnosis es una técnica terapeútica utilizada para programar el subconsciente de modo que se puedan generar cambios y orientarnos hacia un logro. Esta busca ayudar a controlar el flujo de pensamientos negativos, a generar un mejor estado de ánimo e, incluso, puede tratar adicciones.

“En esa técnica de la autohipnosis, la persona aprende técnicas a través de la intención y el enfoque para desasociarse de los estresores externos y encontrar ese centro de paz que es el mismo del yoga, que es el mismo de los cristianos”.

EVAPE

Este modelo creado por la doctora Rosabal busca bajar la ansiedad tomando el control emocional. Sus siglas “Evape” representan los pasos de ese proceso que va desde “escucharse” a sí mismo y a otros, “ventilar” sus emociones y preocupaciones, “apoyarse” a sí mismo y a otros, “planificar” su vida y “elevar” su nivel.

“Esta es la técnica que yo uso en mi oficina. Cuando se escucha uno mismo y a otros, ventila sus preocupaciones y se apoya, ya salen las emociones y la persona está lista para planificar un plan de vida que es lo que va a permitir que se equilibre y se balancee para que bajen los niveles de ansiedad. Y lo más importante es elevar su nivel de consciencia”.