Dile adiós a la jaqueca y hola a una mejor digestión
Fácil de realizar, esta posición de yoga fortalece la espalda y los hombros, alivia tensiones y mejora la concentración.

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El yoga dejó de ser una práctica lejana y exclusiva para transformarse en una de las disciplinas más elegidas en todo el mundo. El crecimiento de su popularidad responde a una razón sencilla: los beneficios que ofrece, tanto en el plano físico como en el mental.
Frente al ritmo acelerado, el ruido constante y el estrés que se acumula en la vida cotidiana, cada vez más personas encuentran en esta práctica una forma de desconectarse y recuperar el equilibrio.
Además, como existe una gran variedad de posturas resulta posible armar una rutina a medida de las necesidades y posibilidades de cada uno. Dentro de esas alternativas se encuentra la postura del delfín, un ejercicio accesible que aporta ventajas notorias para la salud.
Beneficios de la postura del delfín
Conocida en sánscrito como “shishulasana”, esta posición fortalece los músculos de la espalda y los hombros, lo que repercute en una mejor alineación corporal. Alivia tensiones en la zona cervical y, con la práctica regular, ayuda a disminuir la frecuencia de los dolores de cabeza.
A su vez, la activación de la zona abdominal favorece la digestión y estimula suavemente los órganos internos. Quienes la incorporan de manera constante suelen notar mejoras en la concentración, el estado de ánimo y la sensación de bienestar general.
Cómo realizarla paso a paso
- Para empezar, se debe apoyar manos y rodillas en el suelo, cuidando que las palmas estén alineadas con los hombros y las rodillas con las caderas.
- Luego, los antebrazos se apoyan en el piso, manteniendo los codos justo debajo de los hombros y los brazos paralelos.
- El siguiente movimiento consiste en elevar las rodillas y llevar los glúteos hacia arriba, de manera que el peso se reparta entre pies y antebrazos.
- Las piernas deben permanecer extendidas; si cuesta mantener los talones apoyados es válido levantarlos levemente.
- Es fundamental mantener la respiración constante, siempre por la nariz, y evitar que el cuello se tense o se acerque demasiado a los hombros.
- Para cerrar la práctica, se recomienda descansar en la postura del niño (“balasana”), que permite relajar la espalda y equilibrar el esfuerzo realizado.
Precauciones y contraindicaciones
Más allá de sus aportes, esta posición no es recomendable para todas las personas. Quienes tienen hipertensión deben evitarla, ya que puede incrementar la presión arterial.
Tampoco conviene practicarla en caso de lesiones en el cuello o en los hombros, porque el peso del cuerpo recae sobre esas zonas y puede agravar el dolor.
Por otra parte, si existe una infección de oído, como la otitis, la postura puede generar molestias adicionales debido a la presión.
Ante cualquier duda, siempre es aconsejable consultar con un profesional de la salud o un instructor de yoga calificado antes de sumarla a la rutina.