Ellas llevan la risa a la calle
La iniciativa del Departamento de Diversión Callejera busca crear conciencia sobre los beneficios de reír.

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Promover la risa como medicina es una de las finalidades principales de la iniciativa Departamento de Diversión Callejera. Provocar carcajadas en cada interacción con la comunidad, les resulta primordial.
Desde su certificación en 2020, la terapeuta integral de risa y bienestar Melissa Ly Merced Gómez ha tomado muy en serio el asunto de crear conciencia sobre el poder sanador de reír y que aprendamos a verlo como un recurso en el que nos debemos apoyar con mayor frecuencia. Con esa misión, se animó a crear el concepto del Departamento de Diversión Callejera.
“Estamos viviendo unos tiempos difíciles, complicados, donde las personas viven ajoros del día a día, ansiedades, estrés que se acumulan y muchas veces no tienen un momentito para reír o tienen que ver una película de comedia para reír, o buscar un estímulo en las redes sociales para reír, y qué mejor que esta época para salir y hacer reír a las personas”, expresó Merced Gómez, quien ha certificado a sobre 60 estudiantes en risoterapia en Puerto Rico. Una de ellas es Rebecca González Pérez.
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“Las dos somos embelequeras y somos inventoras”, expuso con entusiasmo González Pérez, quien junto con otra risoterapeuta y una voluntaria, acompañó a Merced Gómez en la dinámica que llevaron a cabo un domingo en noviembre en la Plaza Palmer de Caguas. “Es una temporada que para muchas personas es especial, pero para otras, no creas que es tan especial, porque hay mucha gente triste, hay mucha gente sola, entonces como las plazas están tan hermosas alrededor de todo Puerto Rico, la gente sale a ver las luces, a ver las machinas. Melissa me dice ‘mira, vamos a hacer esto y los que se quieran unir, que se unan’. Ella sabe que cuenta conmigo porque yo estoy bien comprometida también con la risoterapia”, enfatizó, y celebró el éxito de la interacción con el público.
“Nos fue mejor de lo que yo pensaba. Maravilloso. Nosotras nos acercábamos normal, y saludábamos. A veces nos acercamos y empezamos a cantar una canción de Navidad, ‘Alegre vengo’, por ejemplo, y todo el mundo aplaudiendo y seguían cantando con nosotras sin saber de dónde esta gente salió”, rememoró complacida sobre el resultado de su gesta. “De un momento de risa, pasó a ser una pequeña sesión de risoterapia, donde todos se juntaron, hicieron un círculo, y de hacerle la pregunta sobre desde cuándo no ríen, empezamos a hacer ejercicios con las vocales, que realmente es como que la base de la risoterapia, comenzar con la ja, je, ji, jo, ju, y uno les pregunta ‘¿con qué vocal tú te ríes?, ¿te has puesto a pensar en eso?’, porque no todo el mundo se ríe igual. La gente se queda pensando… ‘yo creo que me río con la ja’, y la gente empezaba a reírse y, automáticamente, se contagia todo el mundo”, agregó González Pérez.
Merced Gómez resaltó cómo se transformó el ambiente ante la dinámica que crearon. “Allí en la plaza casi todos los domingos se reúne un club de autos antiguos. Los dueños de los carros y sus esposas estaban sentados por allí y la dinámica y el ambiente cambió totalmente cuando nosotros nos acercamos”, aseveró la también creadora del proyecto A Carcajadas. “Cuando llegamos, estaban como que serios y hablando normal, pero cuando comenzamos a hacer la dinámica de la risa, cambió totalmente y las personas se quedaron con esa alegría, con esa felicidad, esa sonrisa en el rostro, que es lo que queremos provocar. Fue bien bonito conectar”.
Si bien reír se proyecta como un ejercicio cotidiano, la “master trainer” planteó cómo a veces parece menos común de lo que se piensa. “A muchos de ellos les preguntamos cuándo fue la última vez que reíste a carcajadas y, para nuestra sorpresa, en su mayoría contestaron que no recordaban cuándo fue la última vez, y eso es alarmante”, expuso con inquietud.
“Hay una estadística que dice que un niño ríe entre 400 a 500 veces al día. Un joven adulto ríe entre 100 a 200 veces al día, pero un adulto mayor, un viejito, ríe entre 5 a 10 veces al día, y eso es preocupante, y eso es bien alarmante porque quiere decir que a medida que vamos evolucionando y creciendo, en vez de tener un retiro donde las personas se vayan a jubilar y pasarla bien, pasan a estar serios en sus casas o muchas veces terminan en un hogar para envejecientes”, analizó. “Así que conectar desde la risa y utilizar estas herramientas es buenísimo para la salud de todo el mundo, en particular, en los adultos mayores”.
Merced Gómez adelantó que contempla realizar esta dinámica del Departamento de Diversión Callejera al menos una vez cada mes. “La intención que tenemos es, en lo que queda de este mes, hacer dos visitas más, una en San Juan y la otra en Ponce, y continuarlo en el 2026. La meta sería una vez al mes nosotros poder visitar distintos pueblos y poder llevar la risa a la calle, donde está la gente. La convocatoria está abierta no solo a risoterapeutas, sino a quienes deseen participar”.
Enfócate en reír
Melissa Ly Merced Gómez expuso por qué se interesó en certificarse en risoterapia para potenciar su desempeño profesional. “Yo soy trabajadora social. Tengo una maestría en ciencias forenses. Yo trabajo con víctimas de violencia doméstica, y a lo largo del camino, especialmente en la pandemia, que estuvimos en el confinamiento, me surgió la preocupación de que las víctimas estaban con sus agresores en las casas, y qué yo podía hacer para poder distraer o apoyar en ese momento, no solo a ellas, sino a otras personas que de alguna manera estaban en ese confinamiento”.
El deseo de certificarse en risoterapia lo mantenía presente, pero las oportunidades estaban fuera de Puerto Rico. “Como todo el mundo estaba en sus casas, comenzaron a darlo ‘online’. Me certifiqué como terapeuta integral de risa y bienestar en Venezuela, a través de la Red Mundial de Risoterapeutas que está localizada en España. Luego, empiezo a impartir las sesiones de manera ‘online’”.
El aprendizaje le reiteró el valor de las carcajadas, tanto en lo anímico como en lo físico. “La risa es una herramienta poderosísima que la tenemos disponible de manera gratuita todo el tiempo. Es cuestión de elegirla, de decidir que voy a reír aunque esté pasando por un mal momento. Yo puedo elegir reír y sentirme mejor”, sostuvo la también líder de yoga de la risa.
“Cuando nos reímos tenemos beneficios en nuestro cuerpo, emocional y social. Segregamos unas hormonas de la felicidad que son superimportantes, que son la dopamina, serotonina, oxitocina y las endorfinas, que a su vez son neurotransmisores y nos envían una señal a nuestro cerebro de que cuando reímos nos sentimos felices, relajados, optimistas. Estamos pensando en el aquí y en el ahora. No hay este momento para las preocupaciones porque estoy viviendo la experiencia de la risa”, explicó en detalle la instructora, quien al igual que Rebecca González Pérez, está disponible para contrataciones de eventos privados.
Merced Gómez adelantó que trabaja en la creación del Primer Congreso de Risoterapia en Puerto Rico. Para concluir, insistió en el poder de esta reacción natural. “La risa también conecta socialmente. Es un idioma universal. Es esencial. Es innata. Está dentro de nosotros disponible todo el tiempo, así que es sumamente importante y beneficioso utilizarla”.


