El cáncer colorrectal, históricamente asociado a personas mayores, está registrando un alarmante aumento entre adultos menores de 50 años, según revelaron investigadores de la Universidad de Louisville (EE. UU.) durante el Congreso Clínico 2025 del Colegio Americano de Cirujanos (ACS), celebrado del 4 al 7 de octubre en Chicago.

Uno de los hallazgos más relevantes del estudio es la identificación del sangrado rectal como un síntoma predictivo clave para la detección temprana del cáncer colorrectal en pacientes jóvenes, incluso en ausencia de antecedentes familiares.

“Muchos de los cánceres colorrectales de inicio temprano que veo no tienen antecedentes familiares. Si una persona menor de la edad habitual de detección presenta sangrado rectal, debería considerar seriamente una colonoscopia”, afirmó la doctora Sandra Kavalukas, cirujana colorrectal y autora principal del estudio.

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La investigación analizó a 443 pacientes menores de 50 años que se sometieron a colonoscopias entre 2021 y 2023 en el sistema de salud de la Universidad de Louisville. De ese total, 195 personas (44 %) fueron diagnosticadas con cáncer colorrectal de aparición temprana, mientras que 248 (56 %) obtuvieron resultados normales.

El dato más contundente es que aquellos pacientes que se realizaron el examen tras presentar sangrado rectal tenían 8,5 veces más probabilidades de ser diagnosticados con cáncer que quienes no mostraban ese síntoma.

Además, el 88 % de los pacientes con cáncer se sometieron a colonoscopias por presentar síntomas, comparado con el 55 % en el grupo sin diagnóstico oncológico.

Aunque solo el 13 por ciento de los casos analizados mostraron mutaciones genéticas hereditarias, otros factores como el antecedente familiar duplicaron el riesgo. El estudio también encontró una asociación entre el tabaquismo previo y un mayor riesgo de padecer la enfermedad.

Los investigadores señalaron que esta evidencia pone de manifiesto una brecha crítica en los programas de detección, que suelen enfocarse en personas mayores de 50 años, dejando fuera a una creciente población joven en riesgo.

Actualmente, el equipo de Louisville trabaja en el desarrollo de una calculadora de puntuación de riesgo para mejorar la toma de decisiones clínicas en pacientes menores de 50 años.

Entre los síntomas más frecuentes que podrían alertar sobre un posible cáncer colorrectal, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) destacan los siguientes:

Cambios persistentes en el ritmo intestinal (diarrea, estreñimiento o heces más delgadas).

Presencia de sangre en las heces (rojo brillante o muy oscuro).

Dolor o distensión abdominal prolongados.

Pérdida de peso sin causa aparente.

Fatiga crónica.

Anemia por deficiencia de hierro.

Los especialistas insisten en que, ante la aparición de cualquiera de estos síntomas —especialmente el sangrado rectal—, se debe acudir de inmediato al médico, ya que la detección temprana mejora significativamente las tasas de supervivencia.

Este estudio se suma a un creciente cuerpo de investigaciones que advierten sobre el cambio en el perfil epidemiológico del cáncer colorrectal, y refuerza el llamado de expertos a revisar las recomendaciones actuales de cribado, que podrían estar dejando fuera a miles de personas en riesgo.