Según un estudio reciente, los virus, los microbios y las bacterias permanecen por días y días en las superficies interiores de los aviones.

Si lo que más te preocupa de tus próximas vacaciones o viaje de negocios es perder una conexión o que se extravíen tus maletas, tenemos una inquietud más para sumar a las que ya tienes: en las superficies de los aviones se encuentran numerosas  bacterias que sobreviven por días y días. 

James Barbaree, un patólogo de la Universidad de Auburn en Alabama y su colega Kiril Vaglenov, quisieron saber cuánto tiempo sobrevivían las bacterias bajo las típicas condiciones de viaje. Para averiguarlo, los científicos esparcieron bacterias Staphylococcus aureus resistentes a la meticilina (las llamadas MRSA), así como una cepa particularmente virulenta de la bacteria E. coli (la O157:H7) sobre seis tipos de superficies interiores de unos aviones de una de las principales líneas aéreas (no se divulgó el nombre de la misma): descansabrazos, mesitas plegadizas, botones metálicos en los inodoros, visillos de ventanas, los bolsillos de los asientos (tanto los de piel como los de tela).

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¡Lo que descubrieron al concluir su experimento no fue nada menos que inquietante! Las bacterias de MRSA sobrevivieron hasta por 168 horas (siete días) en los bolsillos de los asientos donde todos metemos las manos para sacar o colocar revistas, el iPad u otros artículos personales. Por su parte, las bacterias de E. coli vivieron de lo más campantes hasta por cuatro días en los descansabrazos de los asientos. Como parte de su proyecto, Barbaree y Vaglenov frotaron cuero de cerdo sobre las superficies contaminadas para replicar lo que ocurriría con el contacto de la piel humana. ¿El resultado? Mientras menos porosa sea la superficie… más oportunidades de transmisión tendrán los virus.

Eso dicho, las bacterias sobrevivieron por más tiempo en las superficies más porosas como los bolsillos de los asientos de tela, aunque eran más fáciles de contagiar en superficies no porosas como las mesitas plegadizas en los respaldos de los asientos.

Al presente, los investigadores están repitiendo las pruebas con bacterias de Streptococcus pyogenes, que es el virus que provoca la faringitis estreptocócica (llamada “strep throat” en inglés). También, están haciendo pruebas con diversos agentes limpiadores para ver cuáles funcionan mejor contra las dichosas bacterias.

Por ahora, Barbaree opina que el lavado frecuente de las manos  es la mejor defensa para prevenir el contagio con enfermedades infecciosas. Además, asegura que tanto él como su esposa llevan siempre consigo pañitos con alcohol para desinfectarlo todo durante los vuelos.

En fin, la próxima vez que te montes en un avión, considera esto: ¡no estás viajando solo! Millones y millones de bacterias, virus y microbios están viajando de cachete contigo.